Javiera Mena ha pasado por España, Europa y América como un torbellino en una gira de más de un año. Esta circunstancia no le ha apartado de la composición ni de los ideales que impregnan de manera sutil su música. Artista comprometida con las desigualdades sociales y de género hemos podido disfrutar de su show Otra Era en el que fusiona música electrónica y danza. Aún le aguardan dos conciertos para finalizar su extensa gira mundial en Chile.
Crazyminds estuvo hace un par de meses en su actuación del Teatro Barceló donde pudimos comprobar la potencia de temas como Sincronía, Pegaso, Otra Era, Espada o La Carretera en un local lleno y rendido a sus pies. Nos recordó a su anterior experiencia en Madrid, en la sala But. En el Barceló y en el resto de conciertos de su minigira española que la ha llevado a Barcelona, Ojén, Benidorm y su Low Cost, Sonorama y al Girlie Circuit barcelonés, hemos disfrutado de un show más pulido donde destacan los nuevos visuales, su estética retro-futurista y los osados pases de baile de sus bailarinas españolas. No obstante, el primer impacto en la sala But y aquel juego de luces tan sideral aún siguen en nuestros recuerdos más brillantes.
Hablar con Javiera de la vida, la música y de su Chile natal es un placer inaudito debido al compromiso y sabiduría de sus palabras.
¿Cuál es el balance de tu último disco Otra Era tras casi dos años?
En vivo, como vimos aquí en el 8 y medio, ha conseguido unir la música con la danza en directo. Tengo un buen balance porque pienso que hemos logrado un buen show. Tenemos buenas críticas del espectáculo en vivo y el disco ha funcionado bien. En mis anteriores trabajos creo que no había encontrado mi sitio en el escenario y ahora veo que realmente todo se empezó a armar cuando empecé a integrar la danza.
¿Qué es lo que más te atrae de Madrid?
Esta cultura de estar en la calle, de encontrarse y conversar en el espacio público. Es muy callejera y eso no lo veo tanto en otros lugares y me agrada.
¿Da tiempo a inspirarse de gira o necesitas paz y tranquilidad?
Estoy acostumbrada a inspirarme en las giras, en el avión o en lugares insospechados. Es mi manera de trabajar. De todas formas, me gusta mezclar un poco. En Otra Era compuse en cualquier lado con mi computadora y los cascos pero también me fui a un pueblo del sur de Chile y estuve trabajando en Madrid. Mezclo un poco de las dos cosas.
¿De dónde viene tu pasión por la música?
Viene de mi ADN. Tengo una pasión de nacimiento por la música. Las cosas que me han acercado a ella son mi familia, que no son músicos pero sí muy melómanos. Mi abuelo tenía miles de discos y en casa se escuchaba mucho la radio, todos estábamos muy atentos a las tendencias que ponían en la radio. Esta mezcla de mi familia melómana conmigo y con mis ganas de tener una computadora para hacer música fueron los primeros pasos de mi carrera.
¿Sigue siendo la música un mundo de hombres?
Totalmente. Desde luego, he tenido muchas entrevistas en Madrid antes de mi concierto del día 8 de junio en el teatro Barceló y no ha venido una sola mujer. No solamente en la misma actuación de quien está encima del escenario sino que todo lo que rodea a la música es un mundo totalmente de hombres.
¿Crees que va a seguir siendo así o que pueda haber opciones de que sea más igualitario en un futuro?
Yo creo que lentamente va avanzando la igualdad de género, muy lentamente, pero creo que esta pregunta es un tema que dentro de unos años se va a esclarecer. Va a haber una igualdad. Actualmente, estamos en vías de conseguirlo. Es algo primordial en la música y en la industria en general, mujeres como mentes, no solamente como voces.
¿Te consideras una cantante política?
Sí. No hablo de partidos políticos ni del Ché Guevara sino que me considero política por hablar libremente de todo siendo mujer. Creo que eso es muy político ya que la mujer se autocensura sus propios temas y nos obligan a seguir un estereotipo. Por eso creo que una mujer que se detiene a pensar y a decir lo que quiere decir tiene un contexto muy político. Me sorprende que aún lo sea.
De reivindicar alguna causa con tu música, ¿cuál sería?
La igualdad de géneros por encima de todo. Creo que cada día me llama más la atención ese tema, cada día leo más y creo que es el tema que a todos nos debería preocupar porque es impresionante que un género haya sido reprimido tanto tiempo, durante miles de años. Hay un despertar muy nuevo que yo no me voy a poner a hablar de él en mis canciones implícitamente pero sí con mis actos para demostrar cosas. Decir bien alto: Soy mujer, soy productora. Algo que debería ser normal pero a veces me encuentro con gente que se pregunta: ¿qué haces aquí? Las mujeres no deberían estar en el estudio. Todavía pasan esas cosas.
¿Por qué crees que está creciendo tanto el electropop latino?
Yo creo que llama la atención porque es algo fresco. El resto de música lleva implantada mucho tiempo. Creo que las ideas más frescas están en Latinoamérica ahora, incluso los gringos están mirando hacia allí, roban y lo hacen más grande y aumentan sus números y difusión. Está claro que el ritmo y la pasión que existe en Sudamérica por la evolución histórica que hemos vivido da para mucho y cada día más países están poniendo el foco en lo que sucede allí. Es algo muy bonito.
¿Cómo se encuentra la escena chilena?
Cada vez con más ganas, con más optimismo. Hace años los chicos pensaban que no se podía vivir de la música y ahora sí lo piensan. Es algo bello porque las nuevas generaciones se están dando cuenta de que pueden vivir de su trabajo como músico y que puede ser rentable. Son pocos los lugares donde podamos hacerlo como profesión pero cada día hay más. Es algo muy positivo y una pequeña evolución hacia algo.
¿Hay conexión entre los músicos de la escena chilena?
Estamos muy conectados. Sobre todo la gente que trabaja detrás de los focos, la gente que hace cosas como management. Todas las personas de la industria si estamos conectados y nos damos consejos a pesar de que estamos continuamente viajando porque en Chile tenemos que viajar. Hay una escena que se comunica y se apoya.
Si tuvieras que hacer un festival de electropop chileno, ¿qué nombres incluirías?
Incluiría a Mamasita, que es una chica que hace muy buen house, una banda que se llama Quiero estar, Álex Sambanter y Macarroni.
¿Qué ha cambiado de tu show desde aquella actuación en el 8 y medio del año pasado?
Es una versión mucho más potente de lo que presenté entonces. En ese directo era la primera vez que lo hacíamos y ahora se ha evolucionado mucho más dentro de ese concepto de yo con mis máquinas y las bailarinas. Ha agarrado mucha más potencia, hemos perfeccionado los visuales. Es una versión supermejorada, 3.0 ó incluso 4.0 de lo que vieron entonces.
¿Qué proyectos tienes para este año?
Voy a meterme de lleno en mi próximo disco. Voy sacar un single a fin de año y eso principalmente.
¿Va a seguir la línea de Otra Era o será algo más rupturista?
No lo sé. Creo que sigue la línea electrónica. No voy a hacer nada acústico. La línea a seguir es algo que me estoy planteando aún así que no puedo adelantar mucho.
¿Qué te atrae del público español?
Depende mucho también de la zona de España. Hay diferentes culturas y público dentro de España. El madrileño, el del sur, en el norte disfrutan de la música de manera más tranquila. Se nota el clima. Me atrae mucho el público español porque tiene mucho bagaje musical, tienen todo el tiempo mucha invasión cultural de museos, música… Son un público muy crítico y eso para mí es muy positivo porque implica que lo van a valorar todo de manera más crítica.
¿El amor es la respuesta?
Lo dije en una entrevista hace unos meses y el periodista lo puso de titular. Citaba a John Lennon y creo que sí. El amor no es solo el enamoramiento, es la empatía, la compasión. Lo contrario a lo que se usa hoy en día que es no pensar en el otro y pensar en uno mismo. Me refería en esa frase a eso, a la compasión que produce decir que el otro también está buscando lo mismo que tú, pensar en él produce un sinfín de beneficios a problemas ambientales o desigualdades sociales. Estos son problemas que surgen del egoísmo.
¿Es lo que tratas plasmar con tu música?
Sí, totalmente. Yo hago música por generar un ambiente más que por querer ser millonaria. Muchos artistas solo quieren hacer música por hacer números pero yo no.