Mark Olson se tiene ganado desde hace muchos años su lugar en el olimpo de la música norteamericana. Considerado uno de los padres del sonido “americana” junto a The Jayhawks, está visitando varias ciudades españolas para presentarnos su segundo disco en solitario, Many Coloured Kite. Una buena excusa para hablar del presente, pasado y futuro de uno de los músicos más apegados a los sonidos de la tierra que te puedas echar a la cara, además de un tipo cercano y atento. En definitiva, todo un lujo poder conversar con él.
CRAZYMINDS: Llegas a Europa con tu último disco Many Coloured Kite para hacer un tour por siete ciudades españolas, ¿por qué has elegido España para esta gira?
MARK OLSON: Cuando salio el álbum, decidí hacer primero un tour por América. Entonces vine aquí e hice varias giras por muchos lugares de Europa: Yugoslavia, Eslovenia, Belgrado, Polonia. Hice una gira por toda Europa excepto por España. Entonces volví a casa para hacer una nueva gira por Norteamérica y después quería venir a España. España es uno de mis países favoritos, con buena gente y con muchos fans de mi música. Quise asegurarme de que visitábamos España con este disco. Y aquí estamos.
C: Muchos te conocen por tu papel como guitarrista en The Jayhawks. Después de 25 años sobre el escenario, ¿qué es lo que te lleva a seguir subiéndote al escenario? Y, sobre todo, después de haber realizado conciertos en grandes escenarios, ¿qué te lleva a subirte al escenario en estas pequeñas salas? ¿Qué diferencia hay con las grandes?
M.O.: Es una manera diferente. Cuando tocas en un gran escenario es muy ruidoso, es más o menos como un avión [abre los brazos y simula el ruido de un avión]. Sin embargo, el tipo de música que puedes tocar, que puedes escuchar, me encanta. Y me encanta tocar varios instrumentos y crear algo nuevo. Explorar la música, explorar la vida.
C: ¿La gente se siente diferente?
M.O.: Sí, es un sentimiento diferente. No es simplemente cantar, sino que es escuchar y no saber qué va a pasar.
C: Tras tu marcha en 1995 de The Jayhawks, formaste los [Original Harmony Ridge] Creekdippers, con los que grabaste siete discos, ¿qué experiencia aprendiste en esos 10 años con un grupo que, en parte, habías formado por tu cuenta?
M.O.: Los Creekdippers fue un grupo loco, todo se hacía en el momento. Era un montón de gente diferente… no sé cómo describirlo, pero es algo así como un teatro. Pero el teatro no estaba organizado. Mirando atrás, hubiera hecho ese teatro más organizado y hubiera reflexionado más, aunque lo bueno de los Creekdippers era ese concepto de teatro. Cada persona era diferente y nos divertimos mucho. Eso es lo que hicimos.
C: Después llegaría tu vuelta junto a Gary Louris, ¿por qué decidiste subirte a un escenario de nuevo con tu compañero de The Jayhawks?
M.O.: Porque ya no podía mantenerme más con los Creekdippers, no daba para más. Y además me encanta tocar con Gary. Mi problema con los Jayhawks no era la gente o la música, sino el aeroplano, sentir sobre el escenario esa sensación. En ese momento dijimos: “Intentémoslo”. La música que hice con Jayhawks era una música muy grunge, rock&roll ruidoso y a mi me gustan cosas más tranquilas. Me gusta la música clásica, el jazz, me gustan cosas como esas. Así que en ese momento decidí tocar [con The Jayhawks] y hacer ambas cosas a la vez.
C: Muchas de esas experiencias quedaron también impresas en tu primer disco en solitario The Salvation Blues. El título hace referencia a ese poder salvador de la música, ¿hasta qué punto logró salvarte ese disco?
M.O.: Siempre he hecho lo mismo. Antes has dicho que llevo 25 años en la carretera. Antes de eso estuve 10 años tocando en los bares de Minnesotta, antes de poder salir fuera. Y siempre he hecho lo mismo: pienso sobre las canciones, escribo canciones…. es la cosa que más me gusta hacer: escribir canciones, ensayarlas y grabarlas. Y entonces salgo fuera para tocarlas, no importa que sea con los Jayhawks, los Creekdippers. Siempre he hecho lo mismo y The Salvation Blues no deja de ser otro disco más. Hago cosas que puedo controlar.
C: Pero, ¿consideras a The Salvation Blues un nuevo punto de inflexión en tu carrera?
M.O.: En cierto modo sí. Me ha permitido salir y hacer muchos conciertos.
C: Ahora llegas con Many Coloured Kite, un disco que viene a confirmar ese nuevo giro que llegó con The Salvation Blues, ¿qué esperas del público ante este nuevo disco? ¿Qué esperas de tus conciertos?
M.O.: No lo sé, porque en general siempre he escrito canciones y he buscado aquello que me hace sentir la música. Estoy interesado en música folk, tocar diferentes instrumentos, conocer diferentes culturas. Pero no sé como son los demás, así que simplemente hago música.
C: Por último, un par de preguntas estrictamente musicales. Has colaborado con muchos músicos a lo largo de tu carrera. ¿Hay alguno con el que te haría especial ilusión tocar en el futuro?
M.O.: En mi vida he colaborado básicamente con Gary [Louris] y Victoria Williams. Y me he divertido mucho con ellos. Hay una cosa en mi cabeza, me gustaría encontrar la persona que sea buena con los ordenadores. La persona que cuando yo esté tocando música folk pueda hacer con mi guitarra [hace el sonido de una reberveración con la boca] sonidos extraños. Eso es en lo que estoy interesado, porque no puedo hacer eso, soy más tradicional. Estoy interesado en sonidos extraños y modernos que salen a través de los ordenadores. No sé quien es esa persona. Quizás algún día la encuentre [ríe].
C: Y, por último, ¿cuál ha sido el último disco que te ha emocionado, que te ha enamorado?
M.O.: Me gustan grupos antiguos como Buffalo Springfield, Love, The Flying Burrito Brothers. Y respecto a los nuevo grupos me gustan Fleet Foxes, Uncle Tupelo, Wilco y grupos de ese estilo. Me gusta la música antigua y también grupos como los que te he dicho. Grupos que he descubierto viajando y conociendo gente.