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Entrevista a Veintiuno: “Lo único que diferencia a un creador es la manera que tiene de mirar el mundo”

Como un producto delicatessen, cuidado al máximo, con los elementos necesarios para convertirse en una pieza con gran proyección, Gourmet, el nuevo álbum de Veintiuno es una de las mejores noticias que nos ha dado el inicio de temporada.

Fotografía: Alejandro García-Cantarero

El segundo larga duración de los toledanos (la carrera del grupo cuenta, además, con tres EP’s autoeditados), es el primero bajo un contrato discográfico, cosa que ha hecho que el salto cualitativo sea mucho más marcado. Son once las canciones que componen Gourmet, con una rica variedad estilística y unas letras que conectan de manera directa con el que las escucha. Sin medias tintas, sin mensajes ocultos y sin dar más vueltas de las necesarias.

Nos reunimos con Diego, Jimmy y Yago, tres de los miembros de Veintiuno para desgranar con ellos sus nuevos temas, sus inquietudes y sus ilusiones. Aunque muchos ya les conocieran antes, seguro que Gourmet les acerca a nuevos oídos ávidos de escuchar propuestas frescas, directas y honestas. Estamos ante una banda de largo recorrido, con un disco en el mercado repleto de hits y canciones que pueden convertirse en auténticos himnos para su público.

Para empezar me gustaría que vosotros mismos os presentarais, que nos contarais cómo surge vuestra banda y qué os ha traído hasta aquí.

Diego: Nosotros somos de Toledo y lo que ocurre en las ciudades pequeñas como esta es que el circuito musical es muy reducido. Gracias a esto, los músicos nos conocemos todos y se permite y se fomenta el intercambio entre bandas, las colaboraciones, etc. Así surgió Veintiuno, nos conocimos dentro de ese circuito y empezamos a hacer cosas juntos. Por otro lado, Jimmy fue el productor de Nada parecido (LP, 2015) y Grandes felinos (EP, 2016), nuestros anteriores trabajos, pero ahora se ha incorporado a la banda de manera definitiva.

Después de 3 EP’s y un primer larga duración autoeditado, con Gourmet dais el gran salto, para empezar con vuestro contrato en una discográfica como Warner. Contadnos cómo ha sido este salto y en qué habéis notado el cambio.

Jimmy: Aparte del presupuesto y que hemos dispuesto de más medios para hacer todo, el cambio más importante ha sido que ahora tenemos toda una infraestructura a nuestra disposición, que nos ayuda en la toma de decisiones y a resolver las dudas que nos puedan surgir, tanto nivel artístico, como a nivel logístico. El hecho de tener siempre al otro lado del teléfono una persona que contesta y que está dispuesta ayudarnos es, sobre todo, un alivio porque así no tenemos que tomar decisiones a ciegas. Es una suerte tener al lado siempre un experto para cada cuestión que nos pueda surgir.

A nivel de sonido, en este nuevo álbum se aprecia una clara evolución y una apuesta mayor por intentar crear un estilo propio. Creo que habéis acertado de lleno en esto. Pero, ¿cuál era vuestra intención inicial al encarar la composición y grabación de Gourmet?

Yago: Antes que nada, te agradecemos que veas esto como una evolución y no como un cambio, porque es lo que hemos intentado desde el principio.

Diego: Puede que suene demasiado típico, pero nuestro objetivo era hacer el mejor disco posible, sin ningún otro tipo de expectativa. Afortunadamente, veníamos de un año en el que tuvimos mucho trabajo, por primera vez hicimos una gira larga de un montón de fechas y festivales. Además, tuvimos la oportunidad de pulir todo en tiempo real, ensayar las canciones que habíamos hecho para el anterior EP, trabajarlas, desarrollarlas, capitalizarlas y pararnos a trabajar, dedicando un tiempo relativamente largo a maquetar, producir y preparar un disco que queríamos que fuera un salto a todos los niveles. Sobre todo queríamos evolucionar de una manera exhaustiva.

Una vez que tenéis el resultado final en vuestras manos, ¿os sentís satisfechos?, ¿qué creéis que habéis conseguido plasmar, a nivel personal, en estas 11 canciones?

Yago: Como ha dicho Diego, no había ninguna expectativa concreta, pero sí que creo que hemos conseguido lo mejor que hemos podido hacer. Lo importante era estar a gusto con estas canciones porque nos va tocar defender las durante un año, por lo menos.

Diego: Como no teníamos ningún tipo de condicionante y nació sin ninguna expectativa, podíamos hacer con él lo que quisiéramos y, en definitiva, es lo que hemos hecho.

Veintiuno

¿Por qué Gourmet? Es solo por hacer referencia a una de las canciones del disco o queréis incidir en la idea que hay detrás de esa palabra?, ¿es este un disco para paladares exigentes?

Jimmy: En realidad se trata de darle la vuelta a ese concepto. No es que nuestro disco se haya hecho para que lo consuman solo paladares exquisitos o refinados, no somos para nada clasistas en este sentido. En realidad, a lo que nos referimos con gourmet, es más a nuestro proceso de criba, de selección y de esfuerzo al intentar hacer esto lo mejor que hemos sabido. Para nosotros este disco es un diamantito, no deja de ser algo pequeño porque es un trabajo de 11 canciones, pero es nuestro pequeño delicatessen, la mejor pieza que podemos ofrecer al público.

“Lo único que hacemos es contar historias que pasan todos los días”

Uno de los puntos fuertes del disco, desde mi punto de vista, son las letras. Me parece que el que lo escucha puede identificarse con ellas de manera muy directa, que se produce una empatía muy clara con el oyente. Tienen el punto necesario entre lo directo y lo críptico…

Yago: Es cierto que en la actualidad hay muchos grupos que no profundizan demasiado en las letras, que parecen un poco banales o hechas solo para la diversión. Yo no estoy en contra de eso, pero esa no es nuestra movida. Nosotros hemos intentado ser honestos, contar cosas completamente personales, que creo que también es algo que hace falta en el circuito.

Diego: Si a tu público le gritas solo “blanco” y consigues comunicarte y que la gente entre en esa idea, cada uno se hará su película y lo disfrutarán de una manera abstracta. Hay una manera de escribir letras que se está estandarizando en nuestro circuito, muy abstracta, que apela al inconsciente colectivo, a no ser demasiado concretos.

Pero cuando dices “una camisa blanca de la talla S”, te comprometes con lo que estás contando a un nivel muy determinado, porque estás acotando lo que el oyente va a escuchar, estás contando algo que es más directo. Puede que al oyente le guste o puede que no, polarizará más, sin duda. Puede provocar rechazo al que no le gusten las camisas blancas de la talla S, pero desde mi punto de vista, prefiero escribir acerca de una camisa blanca de la talla S, que gritarle al público blanco y que cada uno se monte su película.

Jaime: Con todo el respeto y la admiración a la gente que escribe de esta manera porque aquí cada uno cuenta lo que puede y como puede. Pero yo creo que nosotros no contamos las cosas para intentar llegar a una masa, lo único que hacemos es contar historias que pasan todos los días. No hablamos del universo y las estrellas, pero contamos cosas que nos han pasado a todos en algún momento. Por eso creo que se produce esa empatía que decías tú, porque a todos nos han pasado cosas de las que están plasmadas en este disco.

¿Creéis que tiene importancia la manera de mirar el mundo que tiene cada uno, a la hora de elaborar unas mejores letras?

Diego: Para mí, lo único que diferencia a un creador es la manera que tiene de mirar el mundo, todo lo demás es contingente. Así que lo único que tienes es la ventana por la que tú miras, interpretas, interiorizas y regurgitas algo que, al fin y al cabo, es de lo que se trata la composición. Yo percibo el mundo de esta determinada manera y lo que extraigo de él es esto.

Jimmy: Fíjate si para mí esto es importante que, muchas veces, le pregunto a Diego qué es lo que quiere transmitir con cada letra. A mí esto me ayuda a pensar en mi guitarra.

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El disco arranca con Cabezabajo. Suena a declaración de intenciones, a autocrítica, a algo muy personal… ¿Es una manera de marcar territorio de cara a lo que va a venir después?

Diego: Justamente es lo que dices. Has hecho un análisis muy acertado. Cabezabajo es la canción más antigua del álbum, era un proyecto a medio construir cuando hicimos el anterior EP Grandes felinos que, de alguna manera, este disco es la evolución de ese EP. La canción no la teníamos acabada, pero hicimos un acto de cirugía sobre ella, creamos otra que se llamaba Boca arriba. En lugar de desecharla, decidimos guardarla, construirla con cuidado y utilizarla para hacer un punto de reflexión sobre quiénes somos y lo que estamos haciendo para, a partir de ahí, desarrollar todo el disco.  Creíamos que era la manera más coherente de empezarlo.

Habladnos de El desfile. Trata un tema bastante a la orden del día y creo que de manera muy acertada. Sin pelos en la lengua pero con una enorme dosis de sensibilidad.

Diego: No trata tanto el tema del bullying, que es de lo que más se está hablando, como de una experiencia personal, que es el hecho de volver al sitio donde te han pasado un montón de cosas y ver cómo la gente y sus roles han cambiado. Gente que era muy grande se ha vuelto, de alguna manera, muy pequeña y gente que era pequeña, ha podido desarrollarse y ha crecido siendo otra cosa. Ver cómo las dinámicas entre personas cambian y cómo te encuentras en situaciones que, por absurdas, nunca te imaginarías vivir. Es cierto que, habiendo vivido una experiencia de acoso escolar, era inevitable tocar el tema. No era tanto el tema principal de la canción como sí lo fue del videoclip.

Contadnos cómo surge la idea del videoclip y qué hay detrás del rodaje del mismo.

Jimmy: La idea surge de coger la parte más explícita de la canción, la que habla del maltrato escolar y de vivencias que, de alguna manera, habíamos tenido todos en el cole. Queríamos contarlo intentando ser lo más clínicos y fríos posible. De otra manera quizás podríamos haber caído en cierto grado de demagogia o en un intento de ser imagen de una causa que tampoco pretendemos abanderar. Así que planteamos esta idea a mi colegio de toda la vida, conseguimos autorizaciones de 200 niños y conseguimos que el director del coro, Enrique (que fue compañero mío), enganchara al coro para cantar en el vídeo.

El colegio nos cedió las instalaciones y nos dio todo tipo de facilidades. No nos pusieron ninguna pega en todo esto y, además, nos llevaron a dar una charla a unos 200 alumnos de secundaria sobre nosotros, sobre la música, lo que ha significado para nosotros nuestra etapa en el colegio, nuestro crecimiento personal… La verdad es que todo fue increíble.

“Todo lo que nos suena a algo que ya está hecho o a otra época, va fuera”

Por otro lado, el sonido del álbum suena enormemente fresco y actual pero con un punto de conexión con el pasado, con sonidos más clásicos. ¿Cómo ha sido la búsqueda de ese sonido?, ¿qué referencias habéis manejado más directamente?

Yago: Es que nosotros somos muy clasicotes. Nos gusta mucho el pop clásico de gente como Michael Jackson y, además, somos un batería, dos guitarras, un bajo y un teclado… más clásico que eso no hay nada. Pero, al margen de eso, sí que intentamos que nuestro sonido sea actual, sin limitarnos a un solo estilo.

Jimmy: Nuestro espíritu es de todo menos revisionista. Todo lo que nos suena a algo que ya está hecho o a otra época, va fuera. Por ejemplo, aunque Pepe toque un groove súper típico con la batería, siempre intentamos darle una vuelta. Es cierto que nuestras influencias son clásicas, Pepe es un batería que aprendió tocando blues, a Diego y a mí nos encanta la música negra y por eso hay cosas de Marvin Gaye, mucho Michael Jackson… Es imposible que todo eso no esté pero, por otra parte, como en nuestro día a día escuchamos trap y demás música de ahora, también resulta imposible que nuestras influencias más modernas no vayan dentro, porque es algo que nos encanta.

Diego: Creo que hay algo muy positivo en todo esto y es el hecho de que nadie ha dicho que este disco suene a… Esto tiene que ver con cosas que me gustan de The Weeknd o de otros artistas muy mainstream como Ariana Grande y es que recogen una tradición que ya está muy hecha y le dan una pátina completamente diferente. The Weeknd es un hijo estilístico de Michael Jackson y de Prince, de una forma exagerada, pero tú no oyes directamente esas referencias. Igual que Ariana Grande tiene cosas de Tina Turner, de Whitney Houston o incluso de Aretha, pero no lo oyes directamente porque está cogiendo ese concepto y lo está trayendo hasta el día de hoy.

Ahora hay un montón de gente que quiere sonar a los Daft Punk del disco de 2011, que sonaba a su vez a Nile Rodgers y los 70, pero es algo que ya está hecho. Se pueden coger ingredientes de eso, pero hay unas sonoridades nuevas que, pudiendo explorarlas, lo que mola es meterlas. A mí no me ofende que hayan tratado voces de nuestro disco con auto-tune, al contrario, me flipa el uso creativo de esta herramienta. Pero es que esto no es algo nuevo, es que Kanye West hace diez años hizo un disco súper innovador con auto-tune y es una obra de arte. Deberíamos haber asumido esto ya. No denigra mi afinación como cantante el hecho de tratar algunas voces. Si es bonito, me parece súper divertido utilizarlo y de hecho Por si acaso está cebado de auto-tune.

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Es muy interesante esto que dices porque todavía se ve con cierto recelo el uso de auto-tune.

Yago: ¿Sabes lo que pasa? Que hay gente que lo utiliza para solucionar una cagada o como un simple efecto. Pero si Jimmy lleva un pedal para la guitarra, ¿por qué no podemos distorsionar la voz? Al final la voz es un instrumento más.

Jimmy: Cher, en los 90, con el tema este de Believe, ya lo usó como un recurso estilístico, que es lo que marca el estribillo de un temazo. Y nadie duda de la calidad de Cher como cantante. Lo que pasa es que aquí creo que todavía se tiene la opinión de que se utiliza solo para tapar y eso no es cierto.

Diego: A nivel de contexto, en los años 60, cuando Jimmy Hendrix empezó a utilizar el fuzz, hubo cientos de voces que decían que eso era destrozar una guitarra y ahora lo vemos y nos descojonamos, porque hay una gran tradición en base a los efectos que Eddie Kramer creó para Hendrix. Dentro de diez años, en España, cuando se escuche a Yung Beef, se pensará lo mismo del auto-tune, porque habrá otros artistas que habrán normalizado, profesionalizado y dado rigor a ese sonido. Entonces la gente dirá: “hostia qué guapo el auto-tune”.

Esto es algo que en Estados Unidos ya no existe pero aquí, como todo llega un poco más tarde, todavía estamos en esa época de duda. Insisto en lo que he dicho antes de Kanye West o de Ariana Grande. No hay cantante técnicamente más pura que Ariana Grande y tiene singles como One Last Time que están plagados de auto-tune.

Jimmy: Esto es algo que siempre ha existido pero aquí, por unas cosas o por otras, no lo hemos utilizado y, ahora que se empieza hacer, parece que está un poco mal visto. Te digo más, los grupos de rock que se escuchan hoy en día, todo lo tienen tratado, desde las baterías hasta las voces. Lo que pasa es que está tan bien hecho, que no se nota.

Diego: Es como decir que está bien mentir pero sin que se note. En cambio llega la escena trap y no esconden nada de esto, sino que quieren que se escuche.

En el disco tenemos momentos bailables como Dopamina y otros más sensibles o intimistas como Tu nombre. ¿os sentís igual de cómodos en ambos registros?

Diego: Hay mucho proceso hasta llegar a sentirte cómodo en todos los registros que manejas, pero también hay muchos sitios a los que aún no hemos llegado y que ojalá lleguemos en un futuro.

Yago: A mí me encantaría llegar a dominar un tema de salsa con trompetas, por ponerte un ejemplo. Pero no queremos que eso venga desde fuera y se imponga, sino que salga de nosotros mismos. A día de hoy nos sentimos igual de cómodos con un tema más funky como Dopamina, con uno más rockero como El desfile, con Tu nombre que es más tranquilo o con Por si acaso que es un poco más góspel. Es que si te vendemos la misma canción 11 veces solo llegas a la tercera como mucho (risas).

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Gourmet lo habéis grabado bajo la producción de Santos & Fluren, dos de los pesos pesados del indie español. ¿Cómo ha sido la experiencia?, ¿qué han aportado a vuestro sonido y a vuestra manera de entender vuestra propia música?

Diego: A nosotros trabajar con ellos se nos escapaba de presupuesto. Nos dijeron que sí cogían a veces proyectos más pequeños, si les gustaba muchísimo el material y creían que de ahí podían sacar algo. Entonces siempre intentaban encajarlo en algunas fechas que tuvieran libres.

El caso es que Jimmy se puso en contacto con ellos cuando les mandamos los temas y, a los tres días, recibió una llamada de Santos diciéndole que encontraríamos la manera, pero que fuéramos a grabar con ellos.

Jimmy: La verdad es que tuvimos muy poco feedback con ellos, simplemente nos dijeron que les gustaban los temas, pero nada más. Yo les preguntaba cosas y ellos solo me decían que estuviéramos tranquilos y que íbamos a grabar todos a la vez. Eso ya era el primer cambio gordo porque nosotros nunca habíamos grabado de esa manera. El segundo cambio era que no nos conocíamos absolutamente de nada. Ellos nos decían que así era más divertido porque ocurrían más cosas en el estudio. “A nosotros nos divierte más así”, nos decían. Y a nosotros nos parecía muy bien pero estábamos acojonados (risas).

La relación con ellos fue perfecta. No hubo ningún roce con ellos, lo cual podría haber ocurrido fácilmente, porque al final, tú estás hablando de cosas que sientes muy dentro y llega alguien que no conoces de nada a opinar sobre ello. Creo que hicieron una labor muy grande y muy buena a la hora de quitar elementos que quizás sobraban. Pero también ellos añadieron cosas, como por ejemplo en Delicadeza, que se comieron toda la batería que nosotros llevamos y de ahí Diego tuvo que elaborar la letra de nuevo.

Diego: Ese es el momento más estresante que he vivido como letrista, porque tuve que reescribir la canción en cinco minutos.

Jimmy: Claro, es que al cambiar la batería, el ritmo etc. al llegar a las voces, la letra que llevábamos ya no funcionaba. Así que Diego tuvo que encerrarse y hacer de nuevo la letra.

Ellos han hecho esa labor de quitar o poner elementos cuando hacían falta y, otras veces, simplemente nos decían que lo dejáramos igual, hasta el punto de que voces o coros que venían ya de casa de Diego y un montón de teclados se quedaron tal cual. Había cosas de las que nosotros traíamos de casa que a ellos les gustaron y decidieron dejarlas.

Lo importante de todo esto es que lo hicieron sin poner un sello que no fuese el nuestro. Yo sí que escucho su sonido, pero escucho por delante el nuestro, está el espíritu reflejado de lo que ya había en las maquetas que llevábamos. Hay otros productores que trabajan genial también, pero que imponen su sello y todo se pasa por un filtro de color que, al final, escuchas un disco y sabes que lo hecho esa persona. Nuestro disco lo escuchas y no creo que todo el mundo piense que lo han producido Santos & Fluren, sino que lo primero que dice la gente es que suena a nosotros.

Veintiuno

Es dar importancia a que el disco suene al grupo antes que al productor.

Diego: Exactamente. Es que ellos han trabajado con gente como Luz Casal o como Izal y los productos que han desarrollado no se parecen, no tiene nada que ver entre sí. Esto indica que son gente que sabe trabajar la canción y que sabe hacer que tu movida, sea tu movida y sacar lo mejor de ella. No hacen nada más que eso, pero a la vez hacen algo tan grande como eso.

¿Dónde esperáis que os lleven estas canciones?, ¿qué metas os marcáis a medio o largo plazo?

Diego: En realidad, toda la gente que yo quería que se enorgulleciera de lo que habíamos hecho, ya me lo ha reflejado, con lo cual el resto me da un poco igual como venga.

Yago: Estamos teniendo mucho feedback con la gente, con muchas caras nuevas que no conocíamos. Ahora, gracias a las redes, todos los días hay un tweet o alguien que nos publica o que comparte una canción.

Jimmy: Al principio, como esto lo hacen amigos de amigos o gente más o menos cercana, siempre había un nexo de unión con nosotros. Pero ahora ya no. De repente, hemos tenido un apoyo alucinante por parte de Radio 3 (sobre todo de Virginia Díaz) y cada día hay una historia de Instagram o un tweet de alguien que nos acaba descubrir en la radio y que no tenemos ni idea de quién es.

Por ejemplo, en la Fnac de Zaragoza se acercó un señor con sombrero, alguien que para nada es el público al que estamos acostumbrados, a que le firmáramos el disco. Nos dijo que había oído música, se había acercado, le había gustado y había comprado nuestro disco. Estamos teniendo ese tipo de experiencias de gente que no conocemos de nada y que se acerca a nosotros a hablarnos, a decirnos que le ha gustado una canción determinada. Es que, cuando es alguien conocido, se presupone que va a escuchar lo que haces con cierto cariño, pero cuando alguien te escucha de cero, en la radio, en un atasco, a las 7 de la mañana, el toque es más bestia, hasta tal punto de que se toman la molestia de hacerte notar que eso que han oído les gusta.

Ahora que comentas esto, casi todos los grupos marcan como punto de inflexión en sus carreras el día en el que en un concierto, el público está lleno de gente que no conoces.

Jimmy: Yo me acuerdo que ocurrió con el EP anterior, que hicimos un sold out en la sala El Sol y, al llegar a camerinos, lo comentamos, nos preguntamos entre nosotros quién era toda esa gente. Ahí te das cuenta de que se empieza a ir de las manos todo esto.

Diego: Para mí fue una movida de pronto ver que se llenaba la Fnac de Valencia. 50 personas ahí que no sabía de dónde cojones habían salido (risas).

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