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Dry The River: “Enfrentarse a los problemas y superarlos es algo clave en el espíritu humano»

Horas antes de su reciente concierto en Madrid, CrazyMinds tuvo la gran oportunidad de entrevistar al grupo británico, de gira por nuestro país gracias a Budweiser Live. Tras publicar Alarms In The Heart el pasado 2014, Dry The River quisieron compartir con el público madrileño la emoción contenida en este álbum más dinámico que el anterior, y cómo no, nos contaron muchos de los entresijos de éste, festivales, anécdotas y más. Hablamos con Peter Liddle (cantante) y Scott Miller (bajista) sobre esta nueva etapa. ¡Sigue leyendo!

CrazyMinds: Contadnos un poco sobre la rutina del grupo en un día cualquiera de promoción de Alarms In The Heart.

Scott Miller: ¡Está siendo genial! Nos estamos divirtiendo mucho. Ahora que estamos de gira, llevamos cerca de 75 días en la carretera. Empezamos en Reino Unido, pasamos por Norte América durante unas tres semanas, y llevamos ya un largo tiempo en Europa (risas), y sí, nuestra rutina ahora mismo se corresponde a la gira. Tener todo bien preparado, montar bien todo lo que es el concierto, ensayar… Llevamos haciéndolo tanto tiempo que, después de 75 días, hemos cogido práctica y ahora somos bastante rápidos y podemos salir bien del paso para poder hacer la parte realmente divertida de todo esto, que es tocar, dar un buen directo, ver la ciudad…

CM: Entonces, ¿puede decirse que aprovecháis todo lo que podéis para hacer turismo también, en vuestros ratos libres?

SM: Sí, totalmente, es algo que nos encanta. Hemos podido hacer algo de turismo en esta última gira, nos ha encantado a todos poder ver todas estas ciudades geniales, y los conciertos están siendo todos muy buenos. Y ahora en España, el tiempo que está haciendo está siendo maravilloso, hasta nos ha dado tiempo a ir a la playa, que son cosas que por lo general no podemos hacer cuando vamos de gira por el poco tiempo que tenemos; así que nos estamos divirtiendo mucho.

CM: ¿Tenéis pensado tocar en algún festival este verano, de momento?

SM: Hay algunos festivales que nos llaman la atención e intentaremos ir a todos a los que podamos, aunque aún no hay nada seguro.

Peter Liddle: Tenemos un par de festivales a los que tenemos pensado ir, pero nunca sabemos exactamente a cuáles vamos a ir a estas alturas del año, pero estamos reservando fechas para festivales, eso seguro.

 CM: ¿Qué disfrutáis más, las actuaciones en festivales o los conciertos en pequeñas salas que estáis dando estos últimos meses por la gira?

SM: Difícil… Yo siempre digo que ambos tienen su mérito; hay algo muy guay de tocar en salas pequeñas donde la gente ha ido específicamente a ver a tu grupo. Y en los festivales la gente no siempre te presta toda su atención, es otro rollo distinto a tocar en una sala donde hay más cercanía con el público, es algo más íntimo. Sin embargo, en un escenario de festival estás más lejos, apartado y no puedes interactuar de la misma manera con el público. Pero también hay algo muy guay en subirte a un escenario enorme en exteriores mientras atardece en un espacio tan grande… Hay cosas que me gustan de cada uno, así que no sabría elegir, me encanta que tengamos la oportunidad de hacer estos dos tipos de actuaciones.

 CM: ¿Cuáles son las mayores diferencias de tocar en Londres en comparación a otras ciudades europeas?

PL: Supongo que tocar en Londres para nosotros es como tocar en nuestra ciudad natal: el público es numeroso y puede decirse que mucha de la gente que viene a vernos en esos conciertos lleva cinco años viendo nuestros directos; hay muchas caras familiares, amigos y familia que viene a vernos. Siempre nos sentimos bienvenidos al tocar allí, pero luego, en el resto del mundo, somos muy afortunados de tener seguidores tan leales, y además nos lo pasamos muy bien viajando. Está muy bien volver a Londres y tocar allí, pero la experiencia de estar de gira por todo el mundo y sentirte como en casa por la calidez de la gente, por muy lejos que estemos, es gratificante.

SM: Sí, y sobre todo, lo mejor es que se nos deje explorar todo eso; somos muy afortunados de hacer lo que estamos haciendo, viajando a todos estos sitios que hemos descubierto gracias al grupo, como cuando viajamos por toda América, Europa… Hace poco estuvimos en Escandinavia, luego bajamos a Italia, y hemos ido a un montón de lugares con los que habíamos soñado ir hace tiempo, así que es algo realmente guay.

CM: No es la primera vez que actuáis en Madrid, ¿qué veis positivo de esta ciudad respecto a otras ciudades del mundo como lugar para dar conciertos?

SM: Sí, ya hemos tocado en Madrid unas tres veces, creo. Comparada con otras ciudades del resto de España, Madrid es enorme, una ciudad abierta, que impacta nada más entrar en ella, tiene una atmósfera muy diferente comparada con otras ciudades españolas; es muy antigua y bastante grande.

PL: La verdad es que no hemos tenido apenas ocasiones para explorar Madrid a fondo, pero nos encanta la vida que tiene.

SM: Tiene bares muy chulos. Y sí que es verdad que cuando hemos ido a ciudades más pequeñas, al acabar el concierto y recoger todo, sobre la una o las dos de la madrugada, está todo cerrado; pero aquí es distinto, los sitios están abiertos hasta tarde (risas), así que al menos podemos ir a tomarnos algo.

CM: ¿Cuál es el mayor cambio en cuanto a sonido que hay entre Shallow Bed y Alarms In The Heart?

PL: El cambio apareció cuando volvimos de la gira de Shallow Bed, después de tres años presentando el disco, que es muy introspectivo y hay muchos momentos acústicos, al tocarlo en directo cada noche, en un festival o en alguna sala con atmósfera vibrante, las canciones tan tristes y lentas cuando estábamos muy emocionados y con ganas de fiesta, nos bajaba un poco los ánimos. Sobre todo cuando mirábamos al setlist, que era como “ufff” (risas), todo era demasiado emocional e intenso. Entonces creo que éramos conscientes de eso y queríamos que el segundo álbum fuera un contraste; no deja de ser un trabajo serio con letras profundas; para nosotros como grupo, es muy importante seguir haciendo esta música introspectiva, pero también queríamos tocar canciones que fueran más divertidas de tocar y que la gente las bailara. Está muy bien que en este nuevo disco el público empiece a bailar, y eso es algo muy inusual para nosotros. Temáticamente y en cuanto a letras, también son álbumes distintos, ya que en el primer álbum, yo era más joven y estaba intentando averiguar qué quería contar en mis letras, y ahora tengo mucha más seguridad en decir cosas que la gente pueda entender.

CM: Peter, has mencionado un poco tu proceso de escritura de letras, ¿cuál es tu tema preferido sobre el que escribir canciones?

PL: Siempre hablo sobre superar los momentos más difíciles, los obstáculos que nos encontramos en la vida; es un poco como las historias que se cuentan en los libros, en las películas… El enfrentarse a los problemas y superarlos es algo clave en el espíritu humano; el ser joven, crecer, madurar… El tránsito de la adolescencia a la vida adulta siempre está presente en nuestras letras; y por supuesto, las experiencias de estar en una banda también influyen, nuestra vida en la carretera, todo muy personal siempre; las letras funcionan como un diario para nosotros.

SM: De alguna manera, las letras tienen significados distintos según el momento o quién las escuche, porque son muy abiertas a la interpretación. A veces, los fans nos preguntan después de los conciertos qué significado tienen algunas de nuestras letras, y eso es algo que a veces ni siquiera nosotros sabemos, porque cada uno de nosotros le da su propio significado personal. La gente se piensa que por tocar y cantar en el grupo, tengo que conocer qué hay detrás de las letras, pero no es necesariamente así. Me gusta que haya secretos detrás de ellas, eso las hace más personales para mí en el momento de cantarlas cada día.

CM: ¿Cuál diríais que es la canción que más cariño tenéis del álbum? ¿Alguna anécdota que contar sobre su grabación?

PL: Yo creo que la primera canción que grabamos para el álbum fue Vessel, es raro todo el proceso desde que escribes por primera vez una letra y luego la escuchas cuando el disco está acabado; hay una gran distancia entre esos dos puntos, y la conexión personal que tienes con la canción cambia a través de todo el álbum. Entonces, según se va componiendo y se practica con los instrumentos, empieza a sonar distinta, desde la primera demo, pasando por momentos en los que puede dejar de gustarte incluso. En el caso de Vessel, fue un tema que sufrió muchos cambios y reencarnaciones, pero terminó siendo una canción con la que estamos muy contentos a fin de cuentas; además, me gusta mucho tocarla en directo porque tiene mucha fuerza.

SM: Recuerdo mucho que en la grabación de Alarms In The Heart, estábamos en Islandia, y ya pensábamos que teníamos todas las canciones del álbum preparadas incluso antes de ir allí, y entonces Vessel cambió todo. El medley vocal apareció de la nada y fue como “hey, tenemos que meter esta canción en el disco”, en cuanto juntamos todas las partes, lo tuvimos claro en ese mismo momento. Fue el tema que cambió el tono del álbum cuando aún estábamos luchando por saber cómo iba a sonar el disco.

CM: Habéis comentado que estuvisteis grabando el álbum en Islandia. ¿Cómo fue y por qué elegisteis este destino?

SM: La verdad es que encajaba muy bien con el estilo del disco que queríamos hacer y también con nuestra personalidad. A todos nos encantaba la música que se hace allí; es realmente interesante, teniendo en cuenta la poca población que hay. Para grabar este disco, no queríamos estar cerca de nuestras casas en Londres, no queríamos distraernos por nuestras familias y amigos, sino estar en un lugar lejano y remoto lejos de nuestros hogares. El estudio ni siquiera estaba en la ciudad, sino más apartado, en una pequeña isla, algo que a la vuelta nos supuso un problema, el volver a acostumbrarnos a la civilización y a la sociedad de nuevo (risas). La verdad es que la génesis del álbum tuvo lugar en Islandia, un país que teníamos muchas ganas de visitar y el trabajo de grabación allí se convirtió en una especie de vacaciones gratis, en parte.

CM: ¿Qué tal acogida por parte de crítica y fans está teniendo este nuevo disco?

SM: De momento, muy bien, en mi opinión.

PL: Sí, a los fans les está gustando, aunque a algunos les guste más el estilo del primer disco y les haya costado más trabajo pillar el sonido de este segundo álbum, que es más inmediato para el oyente. Pero por lo general, a todo el mundo le está gustando, no tenemos muy en cuenta la opinión de la prensa, pero los fans de momento están siendo un buen apoyo para nosotros, sobre todo en los conciertos.

SM: Los primeros conciertos de esta última gira, sobre todo, tuvieron muchas críticas, algo que nosotros no esperábamos del todo, en parte, porque al salir del estudio pensábamos que habíamos grabado un álbum incluso mejor que el anterior, estábamos muy orgullosos de lo que habíamos hecho. No sé, parece que con el primer álbum es más fácil gustar, en cuanto a que es la novedad, es algo diferente a todo lo demás, y con el segundo siempre hay comparaciones; es como si tuviéramos que hacer un álbum el doble de bueno para que iguale al primero, porque parece que la gente quiere algo parecido al primer trabajo, que es algo que nosotros no queríamos para nada. Puede que la gente piense que nuestro primer disco es mejor, pero yo creo que no, así que eso es lo que realmente me importa (risas).

CM: Y, ¿creéis que con este ligero cambio de sonido atraeréis a más fans a vuestras arcas?

SM: Sí, totalmente. Puede que aquellos a quienes no les gustara el rollo folk del anterior encuentren en Alarms In The Heart un estilo más indie-rock que les atraiga más, y eso puede que les lleve a nuestro primer disco y puede que les acabe gustando también; y que aquellos a quienes les gustara nuestro debut, sigan encontrando los tonos folk de Shallow Bed en este nuevo trabajo.

CM: ¿Quién es vuestro mayor referente musical en estos momentos?

PL: Nosotros mismos (risas). No, es raro, somos un grupo en el que ninguno de nosotros escucha la misma música que el resto, así que cada uno tiene sus propios referentes. Yo, la verdad es que no escucho apenas música, aunque suene ridículo. Cuando estoy escribiendo o grabando, no escucho casi, porque todo en lo que pienso es en lo que estoy trabajando; me paso todo el rato escuchando demos, canciones, mezclas, remezclas… Es algo que acaba siendo insano, aunque mantiene mi mente abierta también. Hace como un año, que fue cuando empezamos a grabar el disco, tomé la decisión de dejar de escuchar música, y ahora que estamos de gira suelo escuchar mucha radio, sobre todo talking shows. Pero intentaré volver a escuchar discos de nuevo, poco a poco, en cuanto nos pongamos a trabajar en otro álbum (risas). La verdad es que yo soy bastante clásico en cuanto a música, no soy como Matt, el guitarrista, que siempre está investigando nuevos grupos y tal; yo siempre escucho álbumes que me gustan de toda la vida: Pavement, por ejemplo, y más bandas que siempre me han gustado, la verdad es que soy terrible descubriendo nueva música.

CM: ¿Cuál consideráis que es el festival de cabecera del momento?

SM: No sabría elegir un favorito, pero por ejemplo, siempre me ha encantado Glastonbury, es una locura, es enorme y todo está a gran escala allí, lo malo es que el tiempo en Reino Unido no es de fiar, entonces los festivales de fuera de nuestro país no tienen ese inconveniente; si tienes suerte y hay buena temperatura, pueden ser geniales, por supuesto, pero corres un gran riesgo de acabar cubierto en barro por las lluvias.

PL: El Sziget de Budapest también está muy bien, en una isla muy pequeña, tiene un ambiente muy guay.

SM: Sobre todo, los mejores son aquellos en los que haya una temperatura estable y se pueda confiar en el tiempo que haga. En Croacia, por ejemplo, fuimos a uno en Zagreb con muy buena temperatura que estuvo muy bien. Siempre vamos a todos los que podemos, por supuesto, porque nos encantan. El End Of The Road en Reino Unido también suele tener muy buen cartel, que además está en bosque; son mucho mejores los festivales en entornos naturales que los que están en explanadas artificiales con los escenarios y nada más.

CM: ¿Qué ha supuesto la marcha del violinista del grupo para el futuro de la banda y vuestro último disco?

SM: Puede que cambiara un poco nuestra visión del álbum cuando se fue; pero él participó en este último disco antes de marcharse. Fue una decisión conjunta, todos pensábamos que el uso del violín en todas las canciones como que desvirtuaba un poco el sonido del instrumento; ya no sonaba tan especial si la gente se acostumbraba a escucharlo en todas y cada una de las canciones, deja de sobresalir y pierde su impacto.

PL: Seguimos teniendo en cuenta al violín en nuestras composiciones, y en directo lo incluimos en algunos de los temas, alternándolo con el teclado, que también es uno de nuestros instrumentos clave, solo que no con la misma presencia que antes.

CM: En 2011 diseñasteis unas camisetas para el Yellow Bird Project y así recaudasteis fondos para Asylum Aid (una organización que proporciona representación legal y consejo a personas que busquen asilo en Reino Unido). ¿Cómo describiríais el compromiso solidario del grupo?

SM: Bueno, no estamos muy concienciados políticamente, no nos identificamos con ningún “lado”, porque de hecho en el grupo cada uno tenemos opiniones e ideologías muy diferentes. Pero, en este caso, esta organización, que trabaja con grupos, vino a nosotros y nos pareció muy guay que en nuestra posición como músicos pudiéramos ayudar a los demás. Eso sí, no somos como Bono, no queremos cambiar el mundo, no somos así, solo queremos hacer música, y si podemos ayudar en el camino, lo haremos, pero sin más pretensiones.

PL: Además, en esta organización hacían sesiones con los grupos, de ahí se recaudaba dinero, y de ese dinero se diseñaban camisetas cuyos beneficios fueran al proyecto. A nosotros nos enseñaron las camisetas, nos gustó el diseño y decidimos hacerlo. Pudimos elegir hacia dónde irían destinados los fondos, y eso fue guay; me parece algo completamente distinto y mejor que el hecho de usar tu banda como plataforma para cambiar el mundo a gran escala e ir diciéndole a la gente lo que tiene que pensar. Hay quienes lo hacen muy bien, pero es algo que no está hecho para nosotros; nosotros preferimos centrarnos en la parte creativa y emocional de nuestro trabajo y olvidarnos de política. Eso sí, hay gente ahí fuera como Bono o Bob Geldof a quienes se les da muy bien todo esto del activismo político.

SM: Se lo dejamos a ellos (risas).

CM: ¿Cuáles son vuestros proyectos más destacados para este 2015?

PL: Seguiremos girando con el nuevo disco.

SM: Sí, nos centraremos en que la gente escuche el álbum y que les gusten las nuevas canciones, pero sobre todo, que nos vean en directo, porque puede que de primeras no les llame el disco en estudio, pero en directo todo cambia. Somos un grupo de directo, queremos que la gente escuche nuestras canciones en vivo. Me gustaría que la gente nos viera antes de escuchar el disco; ése el motivo principal de la gira, sobre todo. También intentaremos ir a todos los festivales que podamos, y cuando nos cansemos de la gira, probablemente empecemos a pensar cuándo volver al estudio a grabar, y ya veremos qué pasa a partir de ahí.

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