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Becca Stevens: «No quiero pasarme el resto de mi vida haciendo música que me haga feliz, quiero que sirva como foco en temas importantes»

Becca Stevens ha vuelto tras una nueva armadura, un alter ego, Regina (2017), que le da nombre a su cuarto disco de estudio. Un álbum delicado, elegante y con sonidos de otra época, la misma en la que Shakespeare se inspiró para escribir sus obras. Literatura y exaltación a la feminidad se mezclan en este disco en el que Becca Stevens se ha puesto la corona para ocupar su trono.

P: En tus propias palabras, el disco, Regina, nació como “un viaje que comenzó con un estudio de la Reina Isabel I”

BECCA: Estaba buscando algo con lo que poder inspirarme y siempre he estado muy inspirada por las reinas y la era Isabelina, Shakespeare… Así que una noche estaba leyendo sobre su vida y sobre su reinado y otras historias más locas como la de su romance con Robert Dudley… y, no sé, fue como si algo de ella me agarrase y me sentí muy atraída por ella y por ese sentimiento.

A medida que iba siguiendo esa inspiración, me iba moviendo por este viaje que no podría haber predicho en ese momento, pero se convirtió en algo con lo que me identificaba y que creció dentro de mí.

P: La música del disco casa perfectamente con esa época en la que te has inspirado, podría ser de ese época y tiempo. ¿De dónde sacaste la inspiración de estos sonidos?

BECCA: Creo que fue algo natural, ese tipo de sonido medieval llegó de forma natural. Por ejemplo, cuando estaba estudiando a la reina Mab, el personaje de Shakespeare, creo que de una forma inconsciente estaba introduciendo conceptos de un entorno más medieval, o antiguo, porque habla de hadas, la vieja Inglaterra… ¿Si la forma en la que lo abordé se vio afectada por ello? Bueno, en Mercury, estoy inspirada por Freddy Mercury, y esa canción es mucho más rockera y moderna que el resto.

Para resumir, la forma en la que las canciones suenan es mucho menos calculada de lo que parece, suenan así porque me dejé llevar por cómo me sentía en ese momento.

P: Las letras de las canciones tienen referencias a la literatura o incluso a pasajes de obras como las de Shakespeare

B: Seguía la inspiración a donde me llevara, y si alguna vez me quedaba sin inspiración, volvía al mundo de las reinas para ver a dónde me llevaba y si me daba ideas de historias antiguas, pictóricas, de ficción literarias… Creo que mientras estés siguiendo a tu inspiración, lo estás haciendo bien. Si estás inspirada es más fácil para los demás sentirse inspirados también.

P: ¿Es un disco dedicado a las musas, a la mujer?

B: Supongo que sí. Pero no tiene por qué ser PARA mujeres. Me gusta pensar en ello como cualidades femeninas que están menos presentes en nuestra cultura con respecto a las masculinas. Hay una fuerza en la sensibilidad, en la vulnerabilidad emocional, la virtud… todas estas cualidades que suelen asociarse con las mujeres.

Creo que deberíamos recalcarlas más, valorarlas, porque el mundo necesita estas cualidades más que nunca ahora mismo. Reunirnos y juntarnos.

P: Para el disco te has creado una especia de alter ego, Regina, ¿a qué se debe su nombre y cómo de distinta es a ti?

B: Lo llamé así porque Regina significa en latín “reina”. Se convirtió en el nombre para esta nueva identidad que me he creado.

Si pienso en Regina como una persona de otra época, creo que le gusta estar aquí y vivir el mundo a través de mí, pero es más fuerte que yo, no tiene ningún miedo, no sabe lo que es y siempre sabe a dónde ir. Si me introduzco en su piel, en la piel de esta especie de alter ego que he creado, me siento como ella y ya no dudo de mí misma. Es lo mismo que cuando toco en directo, puedo pretender que soy ella y todo está bien.

P: En el álbum cuentas con numerosas colaboraciones, Laura Mvula (Venus, Well Loved), Jacob Collier (Both Still Here, As) y David Crosby (The Muse). ¿Sabías que querías colaborar con ellos desde el principio?

B: Los tres coincidimos en la grabación de Snarky Puppy’s vol. II hace dos años en febrero y seguimos en contacto desde entonces. Desde que comenzó este viaje y el concepto del disco, han estado en mi cabeza, porque para mí son personas realmente inspiradoras.

Colaborar con ellos no supuso ningún esfuerzo y creo que esa es lo una de las cosas más bonitas que tiene colaborar con otros artistas. Regina me hace menos estar asustada y ser más decidida, y creo que es lo mismo que cuando colaboras con gente con la que tienes química. Es todo mucho más divertido, casi como si jugases un juego en un sitio muy íntimo que se crea entre ambos artistas.

P: Puede que el vídeo de Queen Mab sea lo más sorprendente del álbum. Es un vídeo que sorprende porque es inesperado y tiene una historia detrás muy dura. ¿Fue idea tuya?

B: La idea no fue mía, del director del vídeo, Damian Weilers. Estuvo en Tanzania un tiempo y el tema que se trata le interesaba mucho a Damian, además, ya le habían pedido un vídeo similar para otra iniciativa. Es muy bonito y totalmente distinto. Le pedimos que escogiese una idea visual que pegase con la canción y volvió contándomela, no estando seguro de si me iba a gustar porque para él era algo muy personal. Yo acepté al instante.

Es algo inesperado pero a la vez pega con la música. Creo que me caló muy bien el mensaje que quería transmitir porque mi sueño es ayudar a la gente con mi música y el problema que Damian me planteó necesitaba una voz y necesitaba que la gente lo supiese.

No quiero pasarme el resto de mi vida haciendo música que me haga feliz, quiero que sirva para poner el foco sobre temas importantes. Ha habido muchísima gente que ha visto el vídeo y me ha dicho que no sabía que eso ocurría. Eso es lo realmente devastador, todos estamos ciegos.

Damian dirigió el vídeo de Well Loved y ha conseguido crear dos videoclips completamente diferentes.

La Reina Mab aparece en Romeo y Julieta y la forma en la que hablan de ella, que es una especie de hada malvada que se introduce en las mentes de la gente mientras duermen y te hace soñar con mentiras y que te las creas cuando despiertas, juega con tu mente. Cuando se lo conté a Damian él pensó en este tipo de hechiceras en África, pero no quiere decir que sean malvadas, porque están ayudando a gente, al igual que puede que lo haga la Reina Mab. Hay un lado oscuro para ambas.

P: ¿Cómo es Regina distinto a Perfect Animal (2015), tu tercer disco?

B: Es como preguntarme cómo he cambiado en estos cuatro años, porque es la misma sensación [risas]. Ambos son muy “yo” y están inspirados por las cosas que me han pasado, lo que me ha inspirado, la gente que he conocido… Yo. De forma más específica, creo que es más fuerte y, de alguna manera, más vulnerable, me expone más al público de forma vocal. Es gracioso, porque aunque esté más expuesta, como en la carátula del disco, hay un aspecto mucho más escondido y secreto sobre este álbum.

Mi proceso de escritura de las letras ha cambiado mucho desde entonces, ahora están más enfocadas y me estoy abriendo más a hacer colaboraciones…

P: Has dejado a la banda a un lado para este disco y te presentas tú sola. ¿A qué se ha debido esta decisión?

B: Siguen en el álbum y en el directo conmigo, pero hice eso para darme la oportunidad de poder colaborar con más gente y el proceso de grabación es más sencillo, podía moverme a distintos estudios y no tener que estar sujeta a ellos. Me dio más libertad.

He trabajado mucho con ellos, pero si lo llamaba “Becca Stevens”, me permitía dar el 100% de mí misma y poder moverme con la música con más libertad.

P: ¿Cómo llevas tu música al directo?

B: Cuando escribes una buena canción, suena bien en cualquier formato. Y en los conciertos no me gusta escuchar las canciones tal y como suenan en el disco, porque para eso me pongo el álbum, lo que quiero es escuchar algo real. Mi banda y yo hemos hecho un buen trabajo traduciendo la esencia de las canciones y del disco de forma íntegra y sin deformarlo. Mucha gente me ha dicho que no sabía si le iba a gustar en directo, pero al final les ha encantado.

P: Has incluido de As, de Stevie Wonder, y la has colocado al final del disco.

B: La primera vez que toque esa canción fue en la boda de una amiga, me pidió que la versionase para ella. Luego la acabé tocando en otra boda… así que tengo como una relación muy dulce e íntima con esta canción, la veo como la canción total sobre el amor incondicional y tiene este tipo de energía de amor incondicional que también tiene para mí el concepto de reina, de mujer. Pensé que era la mejor canción para finalizar el disco y que quien lo escuche se sintiese como si le acabaran de dar un gran abrazo.

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