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ALONDRA GALOPA: «Hacemos discos para oídos no acomodados»

Han sido cuatro años intensos y productivos en los que Juan A. Salinas y Mónica Navarro no han dejado de trabajar y en los que han publicado un disco por cada año de unión. Juntos forman Alondra Galopa, un grupo granadino que regresa con su nuevo trabajo: Ocaso (2017). Un disco con el que han conseguido su sonido de distinción y una madurez musical.

P: ¿Cómo está acogiendo el público el disco?

Juan: Teniendo en cuenta que sólo ha salido la edición digital, muy bien, la verdad. Las críticas de prensa y las escuchas han sido muy óptimas. Falta que salga la edición física con un libreto de 16 páginas con un proyecto fotográfico en conjunto con Quique Redondo.

P: ¿Cuándo podremos disfrutar del formato fisico?

J: Para finales de este mes, principios de mayo y se nos puede retrasar una semana. Hasta que esté distribuido en tiendas unas tres semanas tardará.

El disco se podrá comprar de forma online también y la distribuidora nos ayudará. Quien lo busque nos va a encontrar. No vamos a estar en los stands de las grandes superficies como destacados, pero será de fácil acceso.

P: Osea que vais a incluir un libreto de 16 páginas

J: En el anterior disco hicimos un CD muy escueto y un vinilo, y en este, a falta de hacer vinilo que lo hacemos como seis meses después de la primera edición, hemos querido hacer un trabajo más visual con este CD y un digipack con libreto y el trabajo fotográfico está súper chulo y lo recomiendo no sólo por la música, sino porque cada canción tiene asignada una fotografía en exclusiva realizada por Quique después de escuchar el disco… Hay un fondo mucho más conceptual con la imagen en este disco y a quien le guste el grupo y las canciones, le merece la pena comprar el disco. El precio además será asequible y no llegará a superar los 10€.

P: En el disco, cada canción se diferencia de la anterior, no hay ninguna canción que suene igual que otra, exploráis muchas partes

J: Tener un estilo no quiere decir hacer lo mismo. Hacemos discos no para oídos acomodados. Es un disco que ya tiene 14 canciones, dura casi 55min… no es normal. No somos un grupo de primera línea comercial en el indie y por eso hacemos lo que queremos, sería muy fácil hacer una línea muy similar basada en el mismo estilo, pero para nuestro gusto nos importa más la forma de hacer canciones que nos convenzcan y que para nosotros tengan un estilo. Si con ello conseguimos contactar con un público que sabe valorarlo, perfecto.

P: Y jugais mucho con las emociones, gracias en parte al vozarrón de Mónica

J: El jugar con la voz de Mónica es una ventaja increíble, porque con cualquier cosa que cante, lo que le pongas de fondo lo potencia mil veces. No llegamos a la ñoñería, pero le damos fuerza. Creo que con este disco hemos crecido como músicos los dos y hemos dado con la tecla, con las canciones, como en las más acústicas, como en las más rockeras.

P: ¿Cómo definirías vuestro sonido?

J: Rock. Siempre se queda escueto, porque las etiquetas menos convencionales como after punk no son tan usadas. No somos un grupo alegre, no le cantamos al Sol, pero tampoco somos The Cure. Hay sonidos muy Beatles en algunas partes en el disco y otras canciones que tienen un punto más rockero y más Foo Fighters. La idea es que todos los estilos que aportemos no hagan salirnos de una línea que la gente asocie una canción al proyecto.

P: Habéis tardado 14 meses en crear este disco y tiene 14 temas. ¿Ha sido canción mensual?

J: El germen de este proyecto ha sido que yo he creado el disco de Alondra en mi estudio de grabación. Teníamos experiencia de anteriores discos, y nunca son negativas pero siempre hay una pega porque siempre pagas por grabar con prisa y acabas haciendo nueve o 10 temas en tres días. Eso te deja la sensación de que tus tomas pueden ser mejorables y que a la canción le puedes dar el sentido que quieres si manejas los tiempos. A pesar de que he estado muy contento con nuestros anteriores trabajos, estoy seguro de que a nivel de producción podrían haber estado mejor.

Partimos de una inversión costosa durante un año, pero sabíamos que iba a darle mejor resultado a un nivel de producción. Para conocer mi propio estudio y para que yo creciese como productor, se ha dado el caso de que ha sido una canción por mes, excepto las últimas tres o cuatro, con las que ya tenía una serie de bocetos y directamente las grabé más rápido.

P: ¿Estás contento con cómo ha sido ese proceso de grabación del disco?

J: A nivel de producción estoy muy contento. A nivel de tecnología necesito invertir más y buscar otras opciones para la sala… Son cuestiones de más horas de trabajo. He conseguido grabar un disco sin que me quedasen cosas en el tintero o pensar que alguna de toma de guitarra o de bajo puedan ser mejor. Estoy muy contento con la edición también. Obviamente es mejorable, pero el manejar yo solo todo el plano de producción sin que haya un pero a los dos días de haber grabado, que eso es lo más frustrante de alguien que va a grabar un disco y cuando llega a casa y oye lo que ha grabado acaba frustrado. Ese era mi objetivo.

P: ¿Qué influencias habéis tenido para este disco?

J: Mónica y yo, por el hecho de vivir juntos, nos retroalimentamos con la música de siempre (de los 70, 80…). Y nos dedicamos a investigar y a comprar música. No hay un dsico que nos haya influenciado de forma significativa para Ocaso, pero sí te puedo decir que a nivel general estamos muy influenciados por clásicos como The Beatles, George Harrison, Depeche Mode con los sintetizadores… Y en cuanto a lo nuevo, ahora mismo estoy escuchando una cosa que me está flipando, es un grupo japonés que tiene un punto sinfónico y rockero. Bowie también ha sido una de nuestras debilidades siempre.

Nuestras influencias no son algo que esté de moda y nos empapemos con ello y saquemos un disco. Es el proceso de digerir toda nuestra influencia de toda nuestra vida, incluso en la más actual, y que eso vaya surgiendo solo. Ahí es donde hay una marca propia.

El mercado iniminente me molesta, porque se pone de moda algo y te salen grupos por un tubo que se repiten y se calcan los unos a los otros, tanto en el plano nacional como en el internacional. Me gustaría que nuestro disco se pudiera escuchar de aquí a cinco años sin tener que decir que ya no está de moda.

P: ¿Qué cambios veis con respecto a vuestro anterior disco?

J: En cuanto a filosofía es la misma. En cuanto al sonido creo que hemos mejorado por dos cosas, el poder tener la tranquilidad de producción y porque Mónica y yo llevamos poco tiempo creando juntos, cuatro años, pero han sido unos años intensos que han dado para cuatro discos. Creo que en éste hemos conseguido alcanzar la madurez y conocernos lo suficientemente bien, sabemos lo que hacemos bien, lo que hacemos peor y lo que hacemos mejor, y eso hace que podamos enfocar mejor a la hora de sacar temas, grabarlos e interpretarlos.

P: ¿Es el ocaso de vuestra carrera? ¿Habéis logrado crear un sonido propio?

J: Sí, pero espero que no vaya en declive [risas]. Desde mi punto de vista hemos alcanzado nuestro nivel óptimo

P: Versionáis al mismísimo Bowie con El hombre de las estrellas, pero no habés caído en la traducción literal

J: Por lo pronto, traducir es fundamental para quien no canta bien en inglés. Es de las cosas que me parecen fatal de los grupos españoles que cantan en inglés y no saben lo que dicen [risas]. La traducción era importante y se encargó Mónica, era una interpretación que se basó en la publicación que se hizo de la misma en La Gaia Ciencia y se tuvo en cuenta lo que Bowie decía, pero de forma adaptada. Hay un momento en el que hablamos de La 2 de TVE y lo adaptamos a la realidad española.

En cuestión musical el reto era llevarlo a nuestro terreno y no hacer la copia exacta de la canción. Creo que ha quedado bastante correcta, fue una de las primeras canciones que grabé en el estudio y no iba a entrar en el disco, pero al final entró por petición de la gente que nos sigue. Creo que nosotros estamos contentos y la gente también.

P: ¿Con qué canción te has peleado más a la hora de grabar?

J: La verdad que ha salido todo muy bien y Mónica a la primera toma la tiene. Me he peleado más con la mezcla de casi todo, porque lo tengo todo muy en mi cabeza y si algo se embarulla, me agobio.

Si te digo la verdad, Despierta tus sentidos ha sido compleja porque hay como dos mil guitarras al final y quería que todo quedara nítido. Además era la primera que abría el disco.

P: ¿Y la que más te gusta y más vas a disfrutar el directo?

J: Hay dos. Yo creo que Despierta tus sentidos, porque es una canción que rompe y creo que va a funcionar muy bien con la banda (Mónica y yo funcionamos en dos formatos, con banda y acústico), nos va a dar el subidón. Y hay otra, Mentiras, que pensamos que tiene un punto muy Harrison y la queremos hacer en formato acústico porque es la que más bonita suena, con una sola guitarra, me encanta tocarla. Son las que ahora sentimos más nuestras.

P: ¿Cómo ha sido trabajar con Enrique Redondo para el trabajo fotográfico?

J: Con Quique llevamos trabajando mucho tiempo, ha hecho videoclips nuestros, colabora en directo disprando las proyecciones visuales… Era evidente que íbamos a colaborar en este disco. Como hicimos casi canción por mes, sacábamos una portada para cada canción y ahora van a ir todas en el libreto. En definitiva, ha sido fácil. Quique tiene un punto oscuro y a nosotros nos mola, juega con el blanco y el negro, el desenfoque… su fotografía refleja todo eso. Te lleva directamente a tu época infantil y tiene una visión y una forma de trabajar la fotografía muy especial.

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