Rivers Cuomo ha decidido volver tras Hurley (2010) y parece que lo ha hecho recuperando sus mejores momentos. Hay una intención clara de sonar como hace varios discos (sobre todo a su “trilogía colorida”), más enérgicos, e incluso hacen broma sobre ello en una de las canciones, Back to the shack, donde la ironía es patente…
Kick in the door,
more hardcore
Rockin out like it’s ’94
Let’s turn up the radio
Let’s turn off those stupid singing shows
I know where we need to go: Back to the shack
Debido a esa intención de rejuvenecerse, han buscado volver a trabajar con Ric Ocasek (miembro de The Cars y productor también de gente como Nada Surf o No Doubt), que ya conocían de Blue y Green Album (1994/2001).
Entre el tracklist no hay ninguna canción con el título del disco, pero sí aparece en una frase de Foolish Father, culminando la letra en la que hay algo parecido a un perdón (o aceptación de una situación que no se puede cambiar) hacia su padre. Recordemos que, por ejemplo en Say It Ain´t So (de su álbum de debut Blue Album en 1994) contaba la relación de un hijo con su padre con problemas con el alcohol.
Cuomo ha declarado: «En el momento de escribir esa canción era un adolescente cabreado, ahora lo hago lo mejor posible para perdonar y ser un buen padre».
De todas formas, conociendo la fama del grupo a las dobles lecturas o a utilizar el sarcasmo o simplemente el sentido del humor, podría pensarse que el título podría no ser esperanzador o positivo. ¿Todo estará bien cuando Weezer pongan fin a su carrera?
Las letras del disco están inspiradas por el accidente de autobús que tuvo el grupo en 2009 y que dicen haberles marcado. Cuomo se inició en la meditación por recomendación del productor Rick Rubin (el genio detrás de los American Recording de Johnny Cash) y encontró a la vuelta de una jornada de retiro, una visión clara de este nuevo disco.
Everything will be alright in the end se divide en tres partes: la relación con sus compañeros, las canciones de chicas y la paternidad.
Go Away destaca por la bonita colaboración de Bethany Cosentino de Best Coast. Se reparten la voz cantante mientras hacen un juego “pimpinilesco” (nunca podremos dejar de acordarnos de la incalificable pareja de argentinos en un dúo de este tipo).
El disco termina con una especie de trilogía The Futuroscope, I The Waste Land, II Anonymous, III Returnt to Ithaka, casi instrumental.
Marca de la casa son las guitarras heavies y melodías del mejor powerpop que llenan los 42 minutos de duración. Enorme capacidad para hacer canciones que no te puedas quitar de la cabeza y tararearlas sin parar.
A destacar Cleopatra, que tiene algunas de sus señas de identidad, los cambio de ritmo a lo largo de la canción, incluyendo un solo de guitarra y un Rivers Cuomo casi rapeando mientras echa la bronca a una posible pareja.
A ver si hay suerte y vuelven a tocar en España, ahora que tienen entre manos su mejor disco desde Red Album (2008).
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 6/10
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