InicioDiscos – ArchivoTy Segall - Freedom's Goblin

Ty Segall – Freedom’s Goblin

Ty Segall lo abarca todo, puede con todo y se atreve con todo en Freedom’s Goblin. En sus incontables proyectos (en solitario con varias bandas, en Fuzz, Broken Bat and GØGGS, The Traditional Fools etc) despliega todo su talento de formas muy diferentes. Pero siempre hay algo en común. Toneladas de fuzz en guitarras y bajos, ese efecto que tanto ama y que lo destruye todo a su paso. Y junto con ello, su habitual contundencia. Sin embargo, además de todo esto, en este álbum explora terrenos menos transitados por él, con un sonido y unas estructuras muy setenteras, un punto hippie y más concesiones a la tranquilidad y a otros géneros no tan duros.

Despoiler of Cadaver tiene unas voces canallas, una mezcla muy extraña entre Boney M y Eagles of Death Metal con ese fuzz que suena a velcro, entrecortado y lleno de mala leche. Una estructura pop acompañada de sonidos duros y unos coros muy sugerentes. Todo un acierto. When Mommy Kills You es una canción más clásica en la trayectoria del músico estadounidense. Potencia, un toque de psicodelia. Define lo que podría ser una canción arquetípica del artista. My lady’s on fire en cambio es un momento de relajación necesario. Saca su lado más folk para firmar una íntima que suena a los 60’s. Un tema que destila buen rollo y calma para recordarnos que es un gran compositor de casi cualquier género y que no se le caen los anillos por abandonar las distorsiones y desnudar sus canciones. Incluso se permite el lujo de introducir un saxofón y un piano eléctrico para aportar matices nuevos en sus canciones.

7.Alta parece que va a seguir por esa línea pero no. Volvemos a los riffs y la potencia, aunque en este caso con algunos interludios menos cargados, para permitir al oyente descansar ligeramente. Shoot you up sigue una línea parecida, un tema más de la vertiente más rock de este artista, que a lo largo de los 75 minutos que dura el disco firma muchos temas como este, de aparente sencillez pero llenos de detalles y por supuesto, de fuzz. Prison es otro tema que va por esta línea pero con un sonido aún más clásico, cercano al hard rock de siempre, con infinidad de solos de todos los instrumentos. Para los amantes del género y la guitarra será toda una referencia.

Cry cry cry tiene una línea muy setentera, que nos recuerda a todos esos grandes grupos americanos que estaban entre el rock, el pop y la americana. Aquí muestra la cara más descarnada y sensible del californiano. Una canción llena de sentimiento con un estribillo que ponen los pelos de punta. You say all the nice things pertenece al grupo de canciones más acústicas, que tienen un brillo atemporal y no dejan indiferente. Esta faceta menos conocida de Ty Segall es la que deja, en este disco, un posomás grande en el oyente.

The Last Waltz combina un poco ambas facetas, con sus distorsiones salvajes pero un punto circense con estructura de vals y bastante sorna. The Main Pretender es una auténtica maravilla, entre los instrumentos de viento que fusionan con el sonido más clásico del artista americano. Es un punto de encuentro, una tregua en la constante lucha entre luz y oscuridad, calma y agitación, potencia y sutileza de este disco.

¿Pero cuántas canciones tiene este disco? Hasta 19 cortes para disfrutar de todo el genio de Ty Segall tenemos en Freedom’s Goblin. No es habitual ver discos de más de una hora, sin embargo casi alcanza los 75 minutos este artista con uno de sus trabajos más brillantes. El problema en este caso es que entre tantas canciones encontramos varias que deslucen, pero si pensamos en global resulta un gran álbum. I’m Free o la ya mencionada The Main Pretender son algunas de las canciones más redondas de su trayectoria. Consiguen transportarte a los años 70 sin ser un mero revival, aportando elementos nuevos.

Una línea similar, aunque más potente en este caso, sigue Ft tall, porque…¿por qué tocar algo que funciona? Y de postre And, Goodnight. Un tema inabarcable de más de 10 minutos lleno de disonancias, buenos estribillos y todas las sonoridades del mundo. Una obra magnífica que requiere de varias escuchas para poder captar todos los matices y entender qué buscaba el artista con esta canción, con la que se muestra liberado.

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