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THE SECRET SOCIETY – PEORES COSAS PASAN EN EL MAR

Primero fue Sad Boys Dance When No One´s Watching (Acuarela Discos, 2005) después, entre EP´s y publicaciones varias llego I´m Becoming What I Hate the Most (Acuarela Discos, 2008). Tres años han pasado desde que viera la luz el último largo de The Secret Society.

Tres años, imagínense. Tres años pueden constituir un ciclo, una etapa entera, llena de historias y reflexiones de lejos contenidas, esperando ser retratadas de una u otra forma. Eso es precisamente lo que ocurre con Peores Cosas Pasan en el Mar (Gran Derby Records, 2011). El nuevo trabajo del proyecto liderado por el madrileño Pepo Márquez es un manifiesto de evolución. Por varias razones.

Entre las más inmediatas podemos dar por entendido que es el primer trabajo integral de The Secret Society en castellano. Se redefinen la formación; con Nacho Ruiz (Nine Stories), Javier Martínez y Paula Sánchez-Lafuente (Allfits) y el sonido; la precisión, el tacto y el mimo. Además, esta vez, como no podía ser de otra manera desde que Gran Derby Records emprendiera su cabalgadura por los enrevesados caminos de nuestra “industria” musical. Y más, teniendo en cuenta la participación de tres de los abajo firmantes de The Secret Society en el sello, son ellos quienes respaldan este nuevo trabajo.

Eso es todo lo que salta a la vista, además del diseño polaroid.

A partir de ahí la labor es algo más complicada. Tan real como que para saber lo que está escuchando tiene uno que coger todos los discos y entender por qué las cosas son de esta manera y no de ninguna otra.

Peores Cosas Pasan en el Mar es probablemente la digestión más sana de un entorno que bien podría corresponder a cualquier persona suficientemente dispuesta a creer en lo que escucha.

Suanzes: volver a empezar es la definición perfecta de lo que sigue. Una introducción a medida, como casi todo lo que sale de la boca de Pepo en lo sucesivo. Quizá lo más destacable de lo que relata palabra por palabra, midiendo los tiempos y con esa voz tan directa y característica sea la crudeza de lo común. Y ya que hablamos en castellano, para que nos entendamos todos, ¿Qué mejor que llamar a las cosas por su nombre? Sin miedo. Y describir el punto de partida y titularlo: Parte de Guerra.

Y continuar, por ejemplo, hablando sobre algo tan común como que Las Pistas Falsas Conducen al desamor. Por descarte el corte más rudo de Peores cosas pasan en el mar. Algo más rápido que el resto, es ese tema que contienen todos los discos en el que uno reincide una vez que ha sonado. Un comienzo contundente para un trabajo a la altura de las circunstancias. Como tratar explicarle a esa persona que El día que empezamos a querernos fue el día que empezamos a olvidarnos. Definitivamente, basta una frase.

Siguen hablando, creciendo como semillas Microdrama Moderno y Urbano. O cómo hacer un balance de capacidad-experiencia  bajo la sombra de Si pudiste con tanto dolor, podrás con esto. Cuidate, Cowboy es el deleite de lo cotidiano. Además de haber sido escrita de manera improvisada el mismo día en que fue grabada, cuenta con la voz de Alondra Bentley, por primera vez cantando en nuestro idioma.  La casa junto al mar es la miga. Rápida y con la verdad por delante. Como un tiro, vaya. “Llevo todas las pastillas para cambiar los dolores y los discos necesarios para combatir la soledad” dice.

El amor es una puerta que solo se abre desde dentro, es probablemente un guiño a la parte más pureta de The Secret Society. A esos orígenes hardcore del Señor Márquez.

Con el título más largo se cierra el disco: En la casa del Guernica (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid), una historia de guerra. Como las anteriores pero a gran escala. Y ahí tenemos la voz mejor modulada de todo el disco. Con el mismo vigor que las frases escogidas para cada tempo.

En total diez tratamientos sobre las distintas fases del dolor. En cuya grabación también colaboran Javier Vicente (Big City) y Javier Peña (Nine Stories / Tripulante & Crucero).  Canciones directas, sobrecogedoras y positivas, después de todo.

Quizá no sea un trabajo para grandes masas, pero sí para minorías especiales. ¿Y a quién no le gusta sentirse especial alguna vez?

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8.5/10

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