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THE JOY FORMIDABLE – AARRTH

Fuerza, sabiduría y curación; eso significa a palabra galesa que da título al último trabajo de The Joy Formidable. Este trío de Gales parece haber aprendido de sus errores y cargado de ganas todo el proceso de creación de su cuarto trabajo hasta la fecha. The Big Roar, su debut, definió a esta banda con aquello que tantos críticos y fanáticos añoraban: su pasión por las guitarras. Una etapa más sombría ennegreció sus amplias cualidades, pero ahora el viento ha cambiado y han puesto rumbo al destino con el que comenzaron su viaje.

Aaarth supone su mayor progreso hasta el momento. Sus dos primeros álbumes fueron una consecuencia directa a principios de esta década. Defendieron a capa y espada tal instrumento con media docena de cuerdas frente a su descenso de popularidad, al brillo de lo procesado y de lo producido por ordenador. En 2016, parecía que perdieron el norte y se quedaban sin ideas con un Hitch carente de lo que les hizo despegar.

Hoy en día podemos apreciar que ellos también se dieron cuenta en su momento pues su último LP suena potente y la voz de su cantante y líder, Ritzy Bryan, oscila entre registros altos, tonalidades medias, cercanía y susurro combinada con reverberaciones fantasmales y ecos distantes. Y Bluen Eira abre el tracklist de once pistas armónicamente, digitalizada a la par que convencional. Su riff de guitarra la hace densa y aparentemente sencilla pero sus cambios cromáticos, la incursión de sintetizadores y sus melodías embellecen una atmósfera cargada de complejidad y variaciones. Tras su declaración de intenciones, Go Loving aporta el sonido brit y la fuerza de Utah, donde Bryan cocinó el proyecto. Entre ambas, The Wrong Side resuena cruda y su coro recuerda a temas de 2011, donde la joven banda comenzaba.

No todo tenía que ser rock alternativo y The Joy Formidable dedican momentos lentos como Cicada (Land On Your Back), All in All y Abscense para bajar el ritmo de su obra y crear un constante necesario si se escucha de seguido. La segunda de las mencionadas comienza con una caja de música (o xilófono) al que se suman paulatinamente el resto de los elementos apoyando la difusa niebla que rodea la voz. No será hasta la mitad del tema cuando entre la batería, tercer minuto de los seis que dura el tema. Tal inciso musical será, personalmente, una de sus obras cúlmenes del disco. Si el resumen general es que han vuelto a sus orígenes, esta pista se salta el canon y sigue su propio tempo. Eso sí, la caja de la batería marca cada negra de su partitura y percute de manera constante tal y como hacía en el aclamado The Big Roar.

No todo será guitarra pues para los amantes del bajo cabe recomendar, por último, Caught on a Breeze, la última canción y más purista en lo que a rock se refiere. Recuerda a años ’90 con el lavado de cara de una banda como los Foo Fighters y Muse, a quien han teloneado en múltiples ocasiones. Para muchos, Aarrth será el segundo mejor trabajo de la banda, el esperado retorno del trío que no tenían desde hace años y para otros será, sin duda, una buena escucha de la que extraer un puñado de temas. Hicieron lo esperado, viraron el rumbo y hay esperanza hacia una carrera mucho más prometedora fiel a las expectativas.

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