Después de dejar a muchos con la boca abierta con su EP Summertime, llega The Drums, el primer disco del joven grupo de Brooklyn también llamados The Drums.
A ver, si decimos que el estribillo de una de sus mejores y más populares canciones, primer single, dice, “Mama, I wanna go surfing”, tienen pinta de no haber cogido una tabla de surf en su vida, y después “wake up it’s a beautiful morning”, que la calidad de sonido no es de sus prioridades, y que se sienten influidos por gente como The Smiths y Joy Division ¿cómo se digiere todo esto?
Lo del surf lo podemos explicar intuyendo que han escuchado mucho a los Beach Boys, ya que prestan atención a los coros y a algunos juegos vocales, aunque no es la principal característica. Lo de la “beautiful morning” lo atribuimos a su afición británica a pesar de ser americanos, ya que parecen los Boo Radleys acelerados, y el resto se nota muchísimo en la contundencia de su bajo, a veces nos puede hacer pensar en Joy Division, sí señor. También es verdad que el disco suena con reminiscencias punk, por lo que Vampire Weekend vienen a la mente, por mencionar algo más actual, por su sonido no demasiado elaborado; algunas canciones, los dos últimos cortes sobre todo, parecen seguir siendo una maqueta de principiantes.
Lo más asombroso es que todo esto ha sido mezclado en trece magníficas canciones (dos de ellas, Let’s go Surfing y Down by the Water ya estaban en el Summertime) y el resultado ha sido sorprendentemente magnífico. Lo que más llama la atención de sus temas es el espíritu positivo, las ganas que dan de ponerse a cantar algo sencillo; son alegres, desenfadadas, bailables y ponen de muy buen humor. A destacar Best Friend, Me and the Moon y la ya mencionada Let’s Go Surfing, los tres primeros cortes, junto con Skippin’ Town o Forever and Ever Amen. Alguna otra hay más tierna (The Future, Down by the Water), lo cual les puede llevar a lo que yo denomino “punk romántico”, siendo los Kaiser Chiefs su máximos representantes, ya que hasta hace poco no era habitual encontrar canciones así con un sonido tosco y de garaje. Vaya, que no se puede hablar de un disco de singles, ya que en él abundan más los temas buenos que las canciones flojas.
Respecto a la sencillez de su sonido, tampoco es que estemos hablando de una producción cutre, pero sí de una simplicidad sonora que también se percibe en sus videoclips, con sus pantalones como si fueran a regar, su juventud, su pose estudiadamente descuidada, pero sobre todo, tanto estética como auditivamente, su originalidad, frescura y personalidad. Dan muchas ganas de verles en directo, pero el único previsto para este verano en España es en Ibiza a finales de agosto. Estupenda excusa para visitar la isla, a ver si entonces es posible verles haciendo surf, auque parece difícil, difícil. Mejor cambiar tablas por instrumentos.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10