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TENNIS – YOUNG & OLD

YOUNG AND OLD

Después del primer álbum de Tennis, Cape Dory, nos esperábamos más de lo mismo, cierto, pero es innegable que éste ha superado al anterior con creces aunque su característico sonido siga siendo tan fácil de identificar. Tal vez se deba a que esta vez su productor ha sido Patrick Carney, miembro de The Black Keys, y al parecer, bastante familiarizado con esos sonidos anteriores, pero siempre con un toque que los distingue de otros y que implica una evolución. Porque esto es, en pocas palabras, lo que nos encontramos en Young & Old, el último trabajo de Tennis. Es cierto, nos suena años sesenta, alegre instrumentación con variados teclados predominando y la dulce voz femenina, ambos de Alaina Moore, a la vez que con arreglos más actuales; algún guitarrazo de su marido Patrick Riley (entre Tennis, Arcade Fire, Dorian, Low y las apariciones de Lou Reed junto con Laurie Anderson, parece que ser pareja y formar parte de la misma música está de moda) o una inesperada aceleración del ritmo que sorprende y la diferencian de muchos otros sonidos.

 

Si su anterior obra tenía un carácter conceptual, ya que la habían escrito en un viaje navegando, aquí se van al otro extremo; cada canción tiene su propia esencia, tanto a nivel instrumental como lírico. De hecho, el título Young & Old procede de un poema del gran escritor irlandés William Butler Yeats llamado A Woman Young and Old. No es casualidad que sus letras sean tan intensas (ambos se conocieron estudiando filosofía), y profundizar en sus sentimientos y otras ideas parece que ha sido el objetivo de este disco. Es curioso, porque de la mayoría emana bienestar y alegría, una dulzura acústica que nos envuelve, pero gran parte de lo que canta tiene su mensaje. Empezamos de maravilla, con una canción que nos llena de energía, pero si prestamos atención se llama It All Feels The Same. En High Road, por ejemplo, oímos “paradise is all around but happiness is never found” («el paraíso nos rodea pero la felicidad nunca se encuentra») o en My Better Self, cierto que la más melancólica y lánguida de todas junto con Take me to Heaven y profundamente intimista, “meaning comes and goes” («el significado va y viene»). Las letras no son en absoluto casuales, todas tienen lo suyo y merecen que se les preste atención.

 

Aparte de la parte lírica de gran valor, la cantidad de canciones candidatas a salir como single es amplia. De las más destacables, Origins, que ya lo ha hecho, Petiton, y la ya mencionada It All Feels The Same. Aún así, no nos encontramos con ningún tema que sobre o que sea notablemente inferior al resto, estamos ante una obra acústica uniforme, contundente y sumamente agradable. También destaca la portada, un granulado y precioso primer plano de Alaina Moore, gran avance estético si hacemos la inevitable comparación con la de Cape Dory, espantosa al lado de ésta.

 

Todos los elementos que encontramos en el disco, dulce voz, versátiles teclados y letras significativas, hacen de este álbum de lo mejorcito que se ha publicado en los últimos meses.

 

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10

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