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SONIC YOUTH – SIMON WERNER A DISPARU

SONIC YOUTH - SIMON WERNER A DISPARUAntes de empezar conviene avisar al lector de que el que escribe siente una veneración especial por estos cuatro músicos neoyorquinos, pues pocas son las bandas que, como Sonic Youth, pueden presumir de mantener casi intacta su fuerza y su intensidad después de treinta años en la carretera. Por suerte para aduladores como yo, Kim Gordon, Thurston Moore y compañía nos regalan, de vez en cuando, tesoros musicales como el que hoy tenemos sobre la mesa (y ya van nueve). Gracias a su buen hacer, los neoyorquinos han podido crear las llamadas Sonic Youth Recordings, un oasis en el que la formación saca a relucir su lado más experimental y abstracto.

Hasta la fecha, la mayoría de estas grabaciones auto-editadas se caracterizaban por contener composiciones extensas en las que el ruido, la distorsión de guitarra y hasta el free-jazz campaban a sus anchas. Sólo los elegidos se adentraban en estos discos, hechos para acabar casi el instante en la caja de ‘álbumes malditos’. Quizás sea esta novena entrega, consagrada a la banda sonora del film Simon Werner a Disparu, la más accesible de todas las editadas hasta hoy bajo el sello Sonic Youth Recordings.

Pero que nadie se tire al barro demasiado pronto. Una cosa es que los de New York consigan mantenerse del lado de la melodía y la armonía en gran parte del disco, y otra que neguemos el hecho de que nos encontramos ante uno de esos discos difíciles de digerir al primer giro.

En el fondo, no deja de ser el viejo problema de toda banda sonora, incapaz de separarse del todo de su madre, la película. No obstante, y a pesar de esta eterna desdicha, los músicos de Sonic Youth han logrado dar una especie identidad propia a las trece composiciones que componen la banda sonora de Simon Werner a Disparu.

Sustentado sobre melodías de piano, guitarras en continuo desarrollo y algún que otro devaneo noise, el disco se adentra desde el primer corte en atmósferas inquietantes, extrañas, haciendo de los giros melódicos su gran aliado en esta tarea. A ratos, la música nos deja respirar en torno a melodías que bien podría firmar la ortodoxia post-rock (Les anges au piano, Escapades) o los Pink Floyd de More (Theme de Simon, Theme de Laetitia). Sin embargo, es la vuelta de las guitarras distorsionadas la que nos hace recordar la mejor versión de los Sonic Youth. Como en Chez Yves o Theme D’Alice, tema consagrado a la protagonista de la película y que cierra el disco con trece minutos de brillante improvisación.

Los cuatro neoyorquinos se saben, desde hace tiempo, libres para hacer lo que quieran, sin necesidad de esperar a que alguien les eche el guante y les diga lo que tienen que hacer. Esto les sirve de excusa para regalarnos temas como Au Café, que podríamos situar en uno de los lugares más relucientes y pop de la discografía de la banda.

Y es que estos cuatro músicos de New York tienen esa curiosa manía de sorprendernos en cada nueva entrega, manteniéndonos en vela cada vez que realizan un nuevo movimiento. Lo vuelven a conseguir con esta banda sonora de  la película Simon Werner a Disparu y, para nuestra suerte, parece que lo seguirán haciendo en los próximos treinta años. ¡Dios salve a Sonic Youth!

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8/10

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