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PEARL JAM – LIVE ON TEN LEGS

LIVEONTENLEGSCumplir dos décadas en la escena independiente bien merece una celebración, pues pocos son los elegidos. A lo largo de estos años Pearl Jam han tenido tiempo para alzarse como estrellas del grunge, descubrir el lado más amargo de la industria y terminar convirtiéndose en una de las formaciones más respetadas del panorama internacional.

Atrás queda su propuesta más afilada y sucia, en detrimento de un sonido puramente rock, que gana enteros cuando se sube al escenario. Y aunque sus últimos discos hayan pasado más o menos desapercibidos, lo cierto es que donde la “mermelada de perla” demuestra por qué está donde está es en sus conciertos. Tanto que, durante una época, Eddie Vedder y los suyos decidieron echar un pulso a la industria y publicar todos y cada uno de los shows que ofrecieron. Y eso, en una banda que es, básicamente, directo, es ya todo una declaración de intenciones.

Por ello, ante la avalancha de publicaciones a la que no tienen acostumbrados, quizás este Live On Ten Legs no deje de ser una piedra más. ¿Hasta que punto era necesario otro disco en directo de Pearl Jam? En 1998 ya publicaron el bueno, pero fallido, Live On Two Legs, del que este Live On Ten Legs es su continuación. Ahora, con la excusa del 20 aniversario, vuelven los estadounidenses por sus fueros.

El efecto sorpresa del álbum en vivo se ha esfumado, indudablemente. Sin embargo, por suerte los de Seattle tienen cuerda para dar uno, dos y hasta tres conciertos sin apenas repetirse. Cortes no le faltan. Cortes que funcionan, después de dos décadas, casi por pura inercia. Alive, Porch, Rearviewmirror o Jeremy son ya himnos elevados a la categoría de clásicos. Canciones que funcionan por el simple hecho de que, pasen los años que pasen, siguen siendo impecables. Riffs de guitarra, baterías potentes y un Eddie Vedder al que pocos pueden toser cuando se pone frente a un micrófono. Rock en estado puro, vaya.

Para cerrar el círculo, los pupilos del grunge han conseguido con los años domar a la bestia y sacarse de la chistera una mano de medios-tiempos, que encajan perfectamente con el puñetazo guitarrero de sus inicios. Canciones como I Am Mine o Nothing At It Seems o, incluso, la intención bluesy de Yellow Ledbetter (imprescindible para cerrar los conciertos de la banda) dan buena cuenta de ello.

Hasta, en ocasiones, las canciones más nuevas nos dan una alegría, empezando por el rock a tres guitarras de Worl Wide Suicide, y siguiendo con la balada acústica Just Breathe, sacada de su último álbum. Sin embargo, los de Seattle, perros viejos donde los haya, saben dar donde duele y, lejos de renegar, no dudan en sacar en cuanto pueden sus temas más clásicos, especialmente si son de su primer álbum.

Ya han pasado muchos años desde 1991, desde que el grunge se convirtiera en tendencia y Kurt Cobain en un mito a punto de arder. El éxito de Pearl Jam, después de las dudas iniciales, parece hoy una apuesta segura. Tan segura que poco más queda por decir a la banda de Seattle. Por suerte, siempre nos quedarán sus directos, sinónimo de energía en estado puro.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7/10

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