Hace cuatro años surgía en Brooklyn una banda de punk rock macarrero más, de esas que salen como barras de pan todos los días. Cuatro tipos con bastante gusto por el alcohol y el jolgorio agarraban los instrumentos y se unían a la interminable lista de un género que cada año está más vivo. Tras hacer un primer disco en 2011 que les establecía en la comodidad total del género y del panorama, se les ocurrió sacar otro al año siguiente. Cuál fue la sorpresa cuando este fue aclamado por la crítica, los catapultó a salir del país, a girar y, sobre todo, a comprometerse con su banda de manera seria. Dos años después y tras un EP, los Parquet Courts han vuelto.
A pesar de ser de una ciudad bastante poblada y avanzada, el punk rock de Parquet Courts suena a América profunda. Entre armónicas, estrofas que parecen rapeos y punteos en ocasiones de lo más cutres, uno tiene la sensación de estar escuchando el orgullo de lo sucio, la eterna defensa de lo propio por más triste o ínfimo que sea, pero lo más curioso es que funciona. Musicalmente estás invitado a violentar, a chillar las letras, brincar y pegarte con el prójimo, mientras te asqueas del rico que está a tu lado y de su pureza. Esta vez te toca a ti mirar por encima del hombro a pesar de oler a sudor y llevar una camiseta vieja y raída, es el momento de disfrutar de tus cosas, y pasar de la mierda que te quieran hacer creer los de arriba. Las letras te hablan de la lucha entre tu maldito trabajo y tus obligaciones, tus ganas de ser libre y dejar huella, tu yo artístico y salvaje que es humano y que requiere de control por su naturaleza a pesar de su civismo (Animal tomando el Sol/Sunbathing Animal).
Sunbathing Animal tiene lugar para el descontrol (la canción homónima, Black and White, Ducking & Dodging) y también tiene odas a la dejadez y la falta ganas (o valor) para hacer lo que realmente queremos, como es Instant Disassembly, que se convierte en un himno que gritar dejado en cualquier esquina, como bien lo fuese Helicopter de Deerhunter. Estas canciones que incitan a estar tirado y que vienen precedidas por pura euforia suelen funcionar a la perfección gracias a su razonable parecido con nuestra vida (salir-deprimirse después-conformarse con lo que se tiene para poder salir- salir- desear más- deprimirse). Con fórmulas nada casuales, el disco nos va conquistando escucha a escucha, nos hace tararear sus melodías, buscar sus letras, cabrearnos con la sociedad, disfrutar de nosotros, etc. Ha sido el álbum en el que más atentos han estado a las letras y a diferencia es obvia (salvo excepciones).
Es cierto que, genéricamente, Parquet Courts no han evolucionado, pero han crecido tanto de manera estratégica y en inteligencia que cuesta darse cuenta si uno no está atento a todos los detalles que hay en este Sunbathing Animal. Así, se convierte en su consagración y les saca definitivamente de la etiqueta de “otro grupo de punk americano”, y resulta ser uno de los mejores discos del estilo en este año, invitándonos a pelear, a vivir y a hacer el idiota, con buenas melodías y letras. Vamos, lo que es el PUNK.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8,5/10
Escúchalo aquí:
PARQUET COURTS – SUNBATHING ANIMAL
