Pocas bandas con dos décadas tras sus espaldas sobreviven al panorama musical y mucho menos nos sorprenden con un nuevo trabajo, sino que suelen caer en la rutina y reciclar su propio sonido para los fans de siempre. Pero este no es el caso de Of Montreal, ya que la banda estadounidense sacó a la luz a principios del pasado octubre su duodécimo álbum de estudio, Lousy With Sylvianbriar.
Of Montreal no es un grupo cualquiera. Ha pasado por casi todos los géneros nacidos a partir de los 60 a lo largo de su extensa carrera. Desde el punk ácido y dance de Hissing Fauna, Are You The Destroyer? (2007) hasta el psicodélico sonido indie-pop de Satanic Panic in the Attic! (2004), en su nuevo trabajo se adentran en el pop de la década de los sesenta con un toque muy Dylan.
Kevin Barnes abandonó Georgia para grabar Lousy… en San Francisco, aunque esta vez no lo hizo solo como en casi todos los trabajos de Of Montreal, sino que contó con la ayuda de una pequeña banda. ¿El resultado? Uno de los mejores álbums de la banda y un regreso a sus inicios (aunque en realidad es el resultado de tantos años probando diferentes géneros), un sonido que transmite bastante “buen rollo” y unas letras nada sencillas, donde Kevin reta a todo aquel que escuche a que juzgue e interprete.
El disco comienza con la psicodélica y guitarrera Fugitive Air, un tema muy bien escogido para el inicio, porque resume el sonido de Lousy a la perfección. Un toque de LSD sin recurrir a la simplicidad en la composición de letra y sonido. Obsidian Currents empieza a sonar, con un bajo muy sugerente y sensual, una canción que coge su fuerza en el estribillo, con un Kevin acompañado por voces femeninas que nos recuerdan a un grupo de hippies bailando juntos en círculo; un claro ejemplo del rock ácido.
La lírica de Belle Glade Missionaries hace que Dylan vuelva a aparecer en escena. Apreciamos la influencia de Bob en Kevin, acompañado por un riff que no desciende en ningún momento y que hace de base para que Barnes suelte toda su fuerza compositiva en el micrófono. ¿Llegará tan lejos la influencia de Dylan en Of Montreal que la propia portada del disco es una especie de homenaje al accidente de moto del de Minnesota? Quién sabe, de momento sólo jugamos a las adivinanzas.
La psicodelia absoluta llega con Sirens Of Your Toxic Spirit, un tema muy Lennon, con el que Kevin nos demuestra de lo que es capaz, manteniendo al público tranquilo, meciéndole en su sonido pero sin llegar a aburrir aunque no tenga grandes cambios de ritmo.
“Your mother hung herself in the National Theater when she was four months pregnant with your sister, who would have been thirteen years old today” (“Tu madre se ahorcó en el Teatro Nacional cuando estaba embarazada de cuatro meses de tu hermana, quien habría cumplido hoy trece años”), es la dura y cruel historia que Of Montreal nos canta en Colossus. Una letra bastante dolorosa, pero cuya estela sigue Blade Glade Missionaries: “They’re letting children get blown up in the schools today, so they can get them back into their factories” («Están dejando que los chicos se quemen en las escuelas hoy en día, para así poderles hacer volver a sus fábricas»).
Lousy With Sylvianbriar es un trabajo que funciona mejor como un todo, donde lo más destacado es su sonido de rock psicodélico y ácido, envolvente, con el que Of Montreal traduce todos estos años de diferentes estilos por los que han pasado. Podríamos seleccionar She Ain’t Speaking Now como tema resumen del álbum, en el que Kevin regresa a su fuerza compositiva con unas letras que no dejan indiferentes. Un disco que deja claro que Of Montreal no deja de moverse y avanzar en su sonido, buscando nuevas formas de mantenerse en pie y dejándonos claro de que van a seguir dando de qué hablar.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7,5/10
