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NUDOZURDO – TARA MOTOR HEMBRA

NUDOZURDO - TARA MOTOR HEMBRAVértigo. Siento un poco de vértigo, lo confieso. Y es que tengo por delante la responsabilidad de reseñar el que para mí es uno de los discos más destacados en lo que va de año. El último de los madrileños Nudozurdo, que además hemos tenido la fortuna de poder degustar en directo en algunos de los festivales este verano. Digo por suerte, porque desgraciadamente debido a una baja médica el grupo se ha visto obligado a cancelar el resto de conciertos que tenían previstos hasta nuevo aviso. Mientras esperamos ansiosos su regreso a los escenarios, desde Crazyminds ‘re-repasamos’, sin cansarnos, su delicioso Tara Motor Hembra (2011).

Después de su aclamado por crítica y público Sintética (2008), con el que llegaron para quedarse y con el que demostraron que muy pocos visten al dolor y las heridas del corazón con canciones de aires de shoegaze, de noise o de post-punk como las suyas en nuestro país, el cuarteto de Madrid se volvió a poner el reto de crear temas que desgarran los sentidos y que, dependiendo del estado anímico en el que se encuentre uno al escucharlos, incluso pueden llegar a ‘hacer daño’. Y es que Nudozurdo volvían este pasado invierno con un segundo disco esperadísimo y que prometía esto precisamente desde los primeros temas. Algunos de ellos son claras declaraciones de intenciones que no lo esconden y lo muestran ya en el título, como su Prometo hacerte daño. Y lo pueden hacer, hacer ‘pupita’ de la buena a base de canciones, de riffs que se repiten, de guitarras que reverberan a golpe de pedal. Y sobre todo duele, si no estás demasiado fuerte o preparado moralmente y te plantas ante su escucha demasiado vulnerable y con las defensas del corazón algo bajas. Un tema éste, potente, que habla del amor desde su cara más oscura, más oculta, más amarga. Y es que, si hay algo que caracterice a Nudozurdo, es que no se andan con tonterías. Cuentan y cantan la vida tal y como es, sin maquillaje. Son honestos hasta la médula y hacen canciones desde las entrañas para las entrañas, para depurar y sanar heridas. Este Prometo hacerte daño es un claro ejemplo que habla desde el miedo y la turbación. Leo Mateos, alma mater de la banda, lo hace con voz firme y fuerte. Con esa voz tan particular, profunda, sugerente y seductora. Un tema que te hiere de muerte o te envalentona. A ellos les hace fuertes, musicalmente hablando y mucho, desde luego.

Pero antes de llegar a éste que es segundo tema, no debemos pasar por alto la bienvenida que Nudozurdo nos ofrecen al entrar a su Tara Motor Hembra. El Golden Gotele es una declaración de intenciones también. Una carta cargada de melancolía, que llora amarga, que echa de menos y que nos pide que no nos movamos. Y no lo vamos a hacer, no podemos. Es tan atormentadamente deliciosa, suave, dulce, agradable, a la vez que dolorosa, que te atrapa. A quien escribe estas líneas le fascina el drama, si sois de estos, ya estáis perdidos, pues entraréis en una espiral de la que no podréis salir. Hay tanta carga dramática en las letras de Nudozurdo, es todo tan depuradamente trágico que resulta maravilloso. Sobre todo porque el dolor se torna valentía. Las atmósferas angustiosas te hacen sentir vivo. Y puede que hasta te hagan fuerte.

Prometo hacerte daño, de la que os hablábamos al comenzar esta reseña, se da la mano con No me toquéis. Un tema que habla de confusión, de miedo, de dolor desde la intimidad más absoluta. Una canción cantada desde dentro ‘para dentro’. De nuevo, un tema autodestructivo y sangriento que estremece y te intoxica, te envuelve y contagia rabia, desesperación e impotencia. Musicalmente se trata de un tema poderoso y penetrante. Oscuro. Porque oscuridad sí, no falta en los discos de Nudozurdo. Pero ráfagas de una luz intensa también se esconden en todos los temas de los madrileños, yace escondida esperando a que la encontremos. ¡Y lo que nos gusta, oye! Sombrío, vibrante, ruidoso y envolvente es también el tema que sirvió de carta de presentación de este disco, Prueba/Error. ¡Resulta fascinante la manera como cuentan el dolor estos chicos y cómo lo transforman en canciones de letras cruentas y música potente! La letra es como un collage de frases enigmáticas, turbias y algo misteriosas que atraviesan consciencias. ‘Porque hay chicas desnudas que están sangrando por dentro, que se inyectan tus gestos hasta morir…’. Pero es que todo, desde su título, pasando por la portada del disco, los temas…son como retales estratégicamente cosidos, que le dan sentido a todo y que hacen que el Tara Motor Hembra sea un disco perfectamente estudiado y cohesionado fácil de comprender al final a pesar de la aparente abstracción inicial. Como una pintura, una obra de arte. Que lo es, al fin y al cabo.

Y así, un poco cabreados con el mundo, contagiados por la ira que condensan en sus temas, llegamos al ecuador. Y nos encontramos con una de las canciones más destacadas del disco. Con Conocí el amor llegamos al éxtasis más absoluto. Lo tiene todo. La voz profunda y penetrante, casi susurrante, de Leo Mateos que se suma a las percusiones que entran muy adentro y se enlazan con el derroche de guitarra eléctrica que se explaya y distorsiona a placer hacia el final del tema. Este cóctel explosivo de energía que fluye y te arrastra, hace que entremos, y esto en directo se eleva a la máxima potencia (está empíricamente comprobado por parte de la redacción de Crazyminds) en un estado de embriaguez musical tremebundo y terroríficamente extraordinario. Un’ temón’ que entra suave, y que crece y crece hasta convertirse en un grito agudo surgido de lo más profundo. Que nos hace temblar, pero no de miedo, sino de verdadero placer. Realmente brillante. Un tema que está a la altura o incluso supera su tan aclamado Hijo de Dios.

Y de la locura más imperiosa pasamos al sosiego y a la melancolía a base de las cuerdas que lloran y nos abren Mensajes muertos. Relajante, pero inquietante. Tensa. Te hiela pero te quema, te paraliza pero te da la energía suficiente para echar a correr. Un tema elegante y amargamente dulce que, de nuevo, vuelve a hablarnos del amor desde su cara menos agradable.

Y así de contradictorios y contundentes llegamos a otro de nuestros temas favoritos de este Tara Motor Hembra. La melodía de Laser Love se aferra a nuestros sentidos, nos envenena (hablemos ya usando el código de Nudozurdo) y nos desarma desde el principio del tema, como lo hace la letra que aparece a pequeñas dosis casi susurradas por Leo. ‘Soy invisible, juego con el tiempo…’ y juegan con el nuestro sin piedad, haciéndonos perder la noción del mismo. Casi nueve ‘minutazos’ que nos crean casi la necesidad mágica de escuchar este tema en loop, una y otra y otra vez. Resulta intensamente agradable dejarse envolver por Laser Love.

Y de la calma y ese sosiego tristemente agradable nos encontramos en el camino con el onírico Sueño Demo. Un tema más electrónico, con protagonismo, de nuevo, de las percusiones que nos invitan a entrar dentro. De letra sugerentemente extraña, confusa, terriblemente sofisticada.

Como elegante es otra de nuestras favoritas del Tara Motor Hembra y que responde al nombre de Dosis Modernas. Una MARAVILLA. Con ella, el disco se va apagando. Y creo que no hace falta describirla, sólo hace falta escucharla. Que toméis vuestra dosis. ‘Subirá el amor’ por Nudozurdoa vuestro cerebro’ ipso facto. ‘Su brillo se incrustará en vuestra piel’. Deprimentemente prodigiosa y afable. Otra que apetece escuchar en ‘modo bucle’.

Nudozurdo se despiden con El diablo fue bueno conmigo a golpe de guitarra, que desgarra acordes melancólicos, y en forma de voz femenina, la de las mismas hermanas de Leo, cuyas voces están empastadas formando una sola. Esta voz única, femenina, aparecida al final, se entrelaza con la profunda del mismo Leo Mateos. Una balada que te acuna. Suave, mansa, obediente…fabulosa. Cargada de amor, un amor que se ahoga, pero que lucha por salir a flote. Una despedida inusitada por lo templada, serena, triste sí, pero a la altura de este gran disco que, por si no lo habías notado, se ha convertido en uno de nuestros favoritos este año.

Un disco inteligente, que grita desesperado sentimientos de dolor, pena, frustración, aislamiento y rabia. Nudozurdo encuentran la manera perfecta de expresarlos vistiéndolos de canciones, algunas potentes, otras suaves, pero siempre en su justa medida. Paisajes sonoros particulares con carácter, difíciles de imitar, difíciles de encontrar en bandas españolas. Un disco cargado de ruido que apetece escuchar a todo volumen. Dejando la mente en blanco. Un disco que se encierra en sí mismo y estupendo como terapia de choque los días grises, en los que uno está enfadado con el mundo, con el amor. Especialmente recomendado para decepciones. Recomendadísimo cuando algo se nos remueve por dentro. Cuando buscamos las palabras, las metáforas que hagan salir la porquería que a veces la vida hace que acumulemos dentro. Un disco que, a pesar de todo lo dicho, es sereno, lúcido, sincero hasta doler. Un disco devastador y reconfortante con el que sanar heridas y con el que Nudozurdo se consolida como una de las mejores bandas a tener en cuenta actualmente en nuestro país.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10

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