InicioDiscos – ArchivoNOEL GALLAGHER'S HIGH FLYING BIRDS - CHASING YESTERDAY

NOEL GALLAGHER’S HIGH FLYING BIRDS – CHASING YESTERDAY

Desde el estreno de la más anodina In the Heat of the Moment hasta el de la más interesante Ballad of the Mighty I, desde la desbandada de su hermano de Beady Eye a la noticia de un nuevo disco llamado Chasing Yesterday, o desde la negativa de resucitar Oasis a los comentarios de foráneos sobre la realidad de esa posibilidad, toda noticia que rodea al músico británico es un gran acontecimiento equiparable solo a su ego. Ego equiparable solo a una única razón: el valor de su música. Si hay alguien que se lo puede permitir es Noel Gallagher y solo y exclusivamente por eso. Pero el problema viene cuando toca dar la cara de nuevo y revalidar el título de gran hombre de la música británica de los últimos veinte años.

Con ese homónimo Noel Gallagher’s High Flying Birds quedó claro que de aquella ruptura casi matrimonial el que se llevó gran parte de la sensibilidad en custodia fue el hermano mayor. No hay que enfadarse, el hermano menor se llevó otras cosas. Este Chasing Yesterday no es más que una reafirmación de ello, pero con una nota de aburrimiento consecuente de la propia reafirmación. ¿Demasiada sensibilidad y poco compromiso? Algo así. Lo de si no está roto no lo arregles aquí no se aplica, máxime cuando es precisamente algunas arreglillos lo que salva el disco en líneas generales. Abriendo el disco, Riverman es una buena muestra de ello. Con ese comienzo de acordes y ritmo tan demasiado Wonderwall (aunque el nivel del parecido hace pensar que es queriendo), podemos temer lo peor del nuevo disco del británico: una serie de baladas nostálgicas post Oasis. Por el otro lado, es al trastocar el status quo de lo que viene haciendo el músico cuando comienza a sonar más interesante, cuando la canción empieza a abrirse desde ese solo de guitarra hasta la conversión en casi un ambiente lounge con ese saxo.

A lo largo del disco se manifiesta una “dejadez” en los arreglos con canciones como The Dying of the Light o The Girl With X-Ray Eyes, aunque es verdad que la propia sensibilidad que el británico aporta siempre hace que no puedan ser desechadas completamente. Esa planitud del envoltorio sonoro hace que, por ejemplo, una buena canción como The Girl… se quede a medias. Sin embargo canciones como Lock All The Doors y You Know We Can’t Go Back, con guitarras distorsionadas y la melodía siempre presenta en la voz, pese a nacer también de caminos seguros del británico (esta vez por la etapa Oasis) parecen acabar funcionando mejor al revitalizar un poco ese espíritu.

Es la tímida experimentación, por ejemplo, en The Right Stuff la que va a aportar un valor real al conjunto. En uno de los cortes más interesantes del disco aquel ambiente lounge del que hablábamos en Riverman se funde con una sobria psicodelia que juega más a las sutilidades hasta que se lanza a ese clímax de guitarra y vientos. The Mexican también intentará salirse del molde, con ritmos y estilos más frecuentes en su hermano que en él pero de la que sale con bastante buen pie. While The Song Remains the Same, con esa improbable referencia a Led Zeppelin, es un ejercicio de estilo en el que una canción de corte pegadizo muy de Noel (al igual que encontramos en la primera mitad) adquiere diversas sonoridades que (ahora sí) van dándole la fuerza necesaria sobre la batería constante y bajo la desganada voz, mientras que Ballad of the Mighty I, pese a las semejanzas con AKA… What a Life!, sorprende por su frescura y deja un buen gusto al final del álbum (y encima tiene a Johnny Marr, ¿qué más se puede pedir?).

Así es, Chasing Yesterday, como su propio nombre indica, no busca inventar nada nuevo (y no podemos decir que no nos lo esperábamos, pues la innovación no es precisamente el fuerte del músico británico) a excepción de algunas matizaciones respecto a su disco anterior y algunos caprichos de estilo que se han colado en un disco, en general, cómodo. Manteniendo su primer álbum en solitario la continuidad respecto a su trabajo en Oasis, era precisamente la ruptura y la independencia la que le atribuía cierta frescura, cosa que en este nuevo álbum se echa en falta. Lo que quiere sonar a preocupación al mirar hacia delante al final termina sonando a nostalgia, y lo que quiere sonar a despreocupación suena a demasiado recelo. En el lado de la calidad, una canción del británico siempre va a tender a superar la media, aunque quizás es esa expectativa la que hace que le pidamos más. También porque sabemos que lo puede dar. En este sentido, no es tanto las canciones en concreto lo que defraudan, sino el conjunto que forman.

Chasing Yesterday se va a disfrutar seguro, y tampoco nos engañemos, transmitirá de todo, pero no precisamente aburrimiento. A lo largo de los años quizá no será uno de aquellos discos que destaquemos de entre el legado de un músico único. Eso sí, sin mirar tan hacia adelante hasta ese hipotético juicio artístico, al que solo le importe el presente no tendrá problemas para degustar el álbum. Irónico viniendo de un disco con ese nombre. Pensando en ello, ¿será de verdad Noel Gallagher un genio incluso cuando creemos que no ha acertado?

Escúchalo aquí:

spot_img