Noah And The Whale llegan con su tercer disco, este Last Night on Earth. Y tiene muchas cosas que decir. La irrupción de este grupo británico en el mundo de la música se produce en el año 2006, y en 2008 se estrenaron con su primer largo, Peaceful, The World Lays Me Down, estilo folk, muy puro y personal. Un disco triunfador. El punto de inflexión se produce con su segundo trabajo, The First Days of Spring, un auténtico fiasco en mi opinión. Y a partir de ahí comenzamos a hablar de lo que tenemos que hablar, la venganza.
Noah and the Whale fueron «crucificados» por una prensa británica que encumbra con la misma facilidad con la que entierra a los grupos jóvenes de su país. Y, desde entonces, los chicos de Twickenham, con Charlie Fink como cabeza visible, comienzan una guerra para demostrar lo que son capaces de hacer. Y el cambio se ha producido este mismo 7 de marzo, fecha en que se ha publicado el disco. Reconocido por todos que el segundo disco es el más importante de la carrera de un grupo musical, si éste es despreciado, el tercero se convierte en definitivo para saber qué puede ser del futuro.
Lo primero que tenemos que mencionar es este cambio básico, que podemos definir como fuga hacia la madurez, es la renuncia del folk como bandera, sin abandonarlo como base musical, para dar paso a los sintetizadores y a la grandilocuencia. En una clara voluntad de crecimiento, las comparaciones han pasado de ser regionales a mundiales. Y ahora podemos nombrar grupos como Shout Out Louds, o incluso a los mismísimos U2, en algún corte concreto de algunos de sus temas.
El comienzo del disco ya es una declaración de intenciones, con los temas Life is Life, Tonight’s The Kind of Night y L.I.F.E.G.O.E.S.O.N., que fuera primer single del disco y que considero la muestra de que vamos a dejar de bailar en los sótanos del Titanic al más puro estilo irlandés, para bailar con la manita muy arriba coreando lo que se convertirá, no tardando mucho, en un gran himno para los directos del grupo. Y si que hay que decir que Noah and the Whale no nos han hecho movernos demasiado de momento, pero cuando lo hacían, estaba claro que no era de esta manera.
En el desarrollo del disco sí que podemos encontrar alguna secuela del pasado más folklórico, para acabar en un sumun de tranquilidad que aportan los dos últimos cortes del disco, The Line y Old Joy, que a la postre puede resultar un frenazo que el disco no merece a nivel de intensidad. Pero que, a su vez, tienen una suave vitalidad, que va a resultar imposible de criticar por aquellos que creyeron no hace demasiado que Noah And The Whale estaban acabados a pesar de ser tan jóvenes.
Si buscamos la definición de venganza, encontramos que es una reprimenda realizada sobre una persona o grupo, por una acción percibida como dañina. Last Night on Earth es esa acción ante las duras críticas recibidas. Y para ello, Noah and The Whale han decidido mutar para hacerse, por derecho, con la posibilidad de callar bocas. Prueba superada.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7.5/10