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NICK CAVE & THE BAD SEEDS – SKELETON TREE

Muy pocas veces recibimos como prensa y como público, la oportunidad de consumir un producto musical que nace única y exclusivamente de una experiencia trascendental vivida por su creador. Si a esta probabilidad le sumamos la de que sea traumática y devastadora como la vivida por Nick Cave, y que el mismo el que plasme junto a The Bad Sees sus impresiones, hablamos de un álbum entre un millón. Skeleton Tree es un disco al uso, pero internamente se desarrolla como un largo y tortuoso recorrido por los días más oscuros, los pensamientos más recurrentes y las inquietudes más profundas de Nick Cave después de perder a su hijo Arthur. Resulta casi embarazoso hablar de una situación que merece tal duelo, pero la apertura y la sinceridad con la que nos llega el largo y el documental One More Time With Feeling resultan tan esclarecedoras y diáfanas que le producen a uno también gran emoción.
Sin concesión alguna Skeleton Tree abre con Jesus Alone, sucia y tensa, con la batería moviéndose nerviosamente en una falsa calma, fue el único adelanto que pudimos escuchar antes del lanzamiento. En ella, el vocalista australiano habla de supuestos personajes, entremezclando sus historias con una dramática llamada que acompaña el piano “With my voice, I’m calling you”. Aunque no resulta la frase más devastadora del tema, pues más tarde Cave llega a afirmar; “You’re a distant memory in the mind of your creator, dont you see”. Entre tensas subidas y bajadas de las cuerdas orquestales se funde la obertura para dejar paso a la inesperada batería retocada y el sideral sintetizador de Rings of Saturn. En una intención casi espacial –astral-, la instrumental se mueve entre ecos y reminiscencias a la electrónica mientras la letra se desarrolla exuberantemente. En este caso la riqueza lírica viene dada por como de nuevo Nick Cave describe cada elemento con una viveza y una emoción enormes, enalteciendo el instante vital. Sin embargo en Girl in Amber volvemos a encontrar otra tétrica balada sin base rítmica, fría y solitaria con los sintetizadores y los coros que acompañan a Cave. La canción habla de una mujer que se quedó sola tras no avanzar en su vida, y del sufrimiento que ello le acarrea, pero incluye de nuevo frases más explícitas y dirigidas a “un niño de ojos azules” o hablando de lo que el australiano pensaba que sucedía en la muerte.
Magneto sorprende con un sintetizador en forma de drone, el cual genera una rigidez casi amenazante detrás de la afectada voz de Cave, hablando de como condujo su vida de forma casa indiferente. En Skeleton Tree, como en Blonde (las comparaciones son odiosas) la sección musical reduce extraordinariamente sus capacidades en detrimento del resultado técnico, pero en beneficio del mood más puro y afligido, de tonos tan oscuros y graves como los de un mismísimo funeral. Seguidamente llega Anthrocene (¿Antropocéntrico? ¿Antraceno?),  una de las más redondas del largo, con una letra dramática sobre la futilidad de las cosas. Mientras, en medio de estas intrascendentes cosas que describe Cave aparece una persona que no pierde la esperanza, que se mueve por la belleza, acompañada de la palpitante batería, que tan pronto desaparece como se acerca a una arritmia rompedora. Cave de nuevo no tiene piedad y termina abruptamente la canción diciendo “Close your eyes, little worm,and brace yourself”.
Con esto llegamos a los últimos tres temas, que son los más emocionales (sí cabe). Primero en I Need You, y más tarde en sus sucesoras, parece algo así como que Cave no narra sólo de su experiencia, si no que también escribe y habla por y para su esposa. Sin olvidar el tópico principal, las instrumentales comienzan a abrirse con brillantez, y sobre todo con arreglos más bellos y menos oscuros. Esto permite que la casi temblorosa voz de Nick Cave, -pocas veces le hemos visto tan expuesto- hable tiernamente a su familia y a su hijo, tratando de seguir adelante en un mundo repleto de recuerdos, que a pesar de dolorosos resultan enriquecedores. La palma a la canción más delicada y emotiva es para Distant Sky; el dueto de Cave y la soprano Else Torp, que resulta el momento de aceptación y liberación, con una melodía bella y simple que culmina Skeleton Tree. En ella Cave nos deja frases desesperanzadas hacia todo lo que nos sostiene en la vida, mientras Torp cierra con un desangelado “Soon the children will be rising, will be rising This is not for our eyes”.
El tema que clausura y da nombre al álbum es el más “animado”. Una jornada en la que Cave rememora los hechos, pero continúa con su rutina vital, pues a fin de cuentas debe seguir adelante, no sin recordarnos que llama y no encuentra respuesta, pues su hijo nunca volverá. Con esta frase a modo de leitmotiv, Skeleton Tree cierra como una pieza de arte total, donde Nick Cave necesita de la terapia que le es la música para seguir madurando, y nosotros de sus emociones para alimentar nuestras mismas ganas de crecer. Seguramente a nivel técnico este ni se acerque a ser el mejor disco de The Bad Sees, pero es sin duda el más honesto y riguroso que han firmado hasta la fecha.
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