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LOUSIANA – LOUSIANA

LOUSIANA - LOUSIANAAna Muñoz, Luis Cebrián, Ricardo Fandangos, Daniel Cebollada y Raúl Zeta son Louisiana, el grupo con mayor proyección de Aragón 2010 según la XII edición de los Premios de la Música Aragonesa. Y yo estoy segura de que, si se les conociera más fuera de su tierra, éste no sería el único galardón que se llevarían. El día 6 de septiembre comienzan una gira que arrancará en el madrileño Búho Real y que servirá para presentar su primer disco, Louisiana, publicado a principios de este 2011.

Producido y grabado en La Cafetera Atómica gracias a Rafa Domínguez, ex-guitarrista de Bunbury, el álbum contiene siete temas que son auténtica poesía musical. Y esta afirmación no puede ser más cierta cuando descubres el origen de Ana, que viene del mundo de las letras. Según cuentan, fue en la presentación de una antología donde Luis Cebrián, miembro del grupo Nubosidad Variable junto a Ricardo y Daniel, se fijó en ella. El resultado de este encuentro es Louisiana.

Su poemario particular está cargado de musicalidad y de magistrales juegos de palabras («el contacto nos aleja si no hay tacto», «recuérdame, dame cuerda, acuérdame») a los que da vida la clara y dulce voz de Ana. Así es como, sin darte cuenta, te dejas envolver por el universo Louisiana. Un universo que, en estos días de calor, me parece de lo más fresco, a la par que sencillo y sincero.

La puerta a este mundo tan íntimo y personal es No hay valor, uno de sus temas más conocidos y que viene precedido por una potente guitarra. Feliz daño nuevo, su guitarra acústica y sus coros nos hablan de distancias y desencuentros. Curiosa es la percusión que abre Circo – El cuento de la princesa y el guisante, que contrasta con la guitarra eléctrica. Ambas se disuelven ante la voz de Ana y sus presumidas habilidades aprendidas de un faquir: «apagar los cigarrillos sin tocarlos, encender los corazones sin fumarlos…».

Es evidente el trabajo de letras que hay detrás del proyecto Louisiana y ya he comentado su origen, pero tengo que reseñarlo una vez cuando en cada escucha descubres nuevas frases memorables. Las guitarras también parecen jugar un papel importante. A mi entender son el ancla de todas las canciones, las mantienen unidas y les dan consistencia en contraposición a la delicada atmósfera y a esa voz, que no es tan delicada como aparenta y sabe sacar muy bien su potencia. No todo iban a ser guitarras, claro. Muy bien colocado está, al final de Que me desamor, el sonido de esa caja de música, además de su pegadizo estribillo que te «recuerda que a la tercera va la vencida». Junto al instrumento de viento que puede escucharse en la instrumental Daddy, nos hacernos una idea de lo que estos chicos miman cada detalle de su música. El último tema, Sinestesias, es otra maravilla que te acuna hasta confundirte los sentidos.

Dicen que «el silencio nos hace más hermosos», ¿pero quién quiere silencios hermosos cuando hace un descubrimiento musical como éste? Y eso que la primera vez que los escuché no pude evitar las comparaciones, sobre todo vocalmente, con los sevillanos Solina, a quienes me recordaron por un momento. Pero conforme avanzas en el disco de Louisiana, descubres que tienen poco en común, que se distancian de todo y tienen un sonido propio con mucho encanto. A su música hay que dedicarle tiempo. Nada de una primera escucha y se acabó porque las canciones te resultarán parecidas entre sí y no apreciarás lo que son realmente: una pequeña colección de poemas a los que se les ha puesto música con toda la sensibilidad del mundo, sin más pretensiones. Es un gusto no tener nada que demostrar porque uno trabaja con mayor libertad y eso se nota en este disco. Así que si todavía no conocéis a Louisiana, «aún no es tarde si es intenso». Descubriréis «melodías para acariciarnos, canciones que nos tocan y por eso no las tocamos…». En la plataforma Virtualbum  podéis encontrar Louisiana.

CRAZYMINDS: 8

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