Los punk-poperos galeses de Los Campesinos! publican nuevo trabajo, Sick Scenes, escenas enfermizas para los nostálgicos de aquel espíritu punk con melodías que en los 90 Green Day y compañía supieron vender al mundo. Hasta ahora, su última entrega, No Blues, en 2013, dejó a sus acólitos fans con ganas de más, y al fin, cuatro años después, se ha hecho esperar, aparece este fresco o refresco álbum.
Vamos al grano y empezamos con la propia portada. De un rosa pseudo-patético la ilustración nos anuncia ya el sentido del disco, la exposición caricaturizada del mundo agonizante en el que vivimos. la chica ahogada por el afán de consumo que nos consume en pleno supermercado. Y es que, así son las canciones de Sick Scenes, una alegoría a nuestra contaminada época, o al menos, eso parecen pretender. La cuestión es: ¿Son Los Campesinos! una banda al margen de la locura pervertida posmoderna actual? El juicio lo emitirán los propios oyentes y seguidores de la banda.
Pasemos pues, a analizar algunos de los temas del tracklist del disco en cuestión, y empezamos por el tema más destacable: I Broke Up in Amarante. Se trata del tercer tema del disco que empieza con once segundos de intro que podrían estar en cualquier disco de Sonic Youth dan paso inmediatamente a su estilo más reconocible, el indie pop archiconocido y que ya no sorprende a casi nadie. Sin embargo, en esta ocasión, y a medida que avanza la canción, la estructura y los ritmos adquieren un empaque y una complejidad más inusual, ganando en credibilidad. El propio Gareth alude además que es una reflexión interior sobre dialogar consigo mismo sobre problemas que pareciesen incontrolables, lo cual se traslada a las diferentes partes y texturas del tema.
5 flucloxacillin, en el ecuador del repertorio del álbum, es otra de las píldoras reseñables. Encorsetada en la vertiente más pop de Los Campesinos!, la banda parece haber escuchado a Teenage Fanclub lo cual, no sólo no les hace ningún daño sino que adquieren una dimensión más relajada y armoniosa. Se incide en una atmósfera de mayor profundidad con juego de coros y presencia de guitarras solapadas con reverberación. Una canción alegre sin caer en la euforia, chapeau!!.
Irremediablemente, el resto del disco cae en el pozo de los tópicos del indie moderno ya de sobra desvirtuado y agotado hasta la saciedad. Aunque se trata del sexto album de estudio de Gareth y los suyos, y en ocasiones se nota cierto tono de madurez, su nuevo trabajo sigue oliendo demasiado a Idlewild y a the Kooks y eso no es bueno nunca. Sospecho que estas bandas nunca se detuvieron a buscar los orígenes del rock independiente y por eso no escucharon a Hüsker Dü o a los primeros Pixies por lo que de indie de verdad poco o nada tienen. En cualquier caso y eso si es seguro, venderán muchos discos y llenarán salas de conciertos, lo cual es bueno para la industria de la música pero mucho me temo que Sick Scenes no es más que una nueva entrega de un producto destinado a vender y a atrapar a nuevos adictos a la moda de la distrofia del indie. En fin, un par de temas pasables y bien construidos dará mucho de sí y grandes beneficios.