Si nunca te has acercado a Laura Gibson, deberías. Pues la trayectoria de esta norteamericana no es precisamente escasa y la crítica para nada mala. Ahora más que nunca tienes la oportunidad perfecta de hacerlo, de adentrarte en su mundo, tras la publicación de su último disco el pasado mes de enero y que lleva por título, nada más y nada menos, que: La Grande. Y ella lo es bastante. Su voz y también su talento son poderosos. La propia artista se ha mostrado de lo más satisfecha con su trabajo en La Grande y ha llegado a afirmar que es de los mejores que ha realizado hasta el momento. Desde Crazyminds Web queremos corroborar sus palabras, pues lo hemos comprobado. Además, no es para menos que haya sido así, pues para esta aventura no ha estado sola. Laura Gibson ha estado bien arropada. Ha contado con grandes colaboradores que ponen su granito de arena en este disco y que imprimen parte de su huella artística sin que la ‘gran’ Gibson pierda un atisbo de su esencia. Miembros de The Dodos, The Decemberists o Calexico, han ayudado a que este trabajo sea eso precisamente, bien grande y brillante.
Y entre todos han contribuido a elaborar unas canciones donde destaca por encima de todo la voz dulce y cálida de Laura Gibson que acurruca, envuelve, acaricia, seduce y, a veces, hasta ronronea como un gato. La música de L. Gibson podría calificarse como folk y no, porque es mucho más que eso. Lo que hace Laura Gibson traspasa estilos, pues le gusta experimentar. En eso, y salvando las distancias, nos remite a The Do, de quienes tenemos un recuerdo reciente, o a Wye Oak, tiene algo de Beach House o del folk de Fleet Foxes e incluso algo de Feist. Es una mezcla de todos ellos, pero a la vez de ninguno, pues Laura Gibson es muy particular en sí misma. Es elegante, sofisticada, pero a la vez dulce, natural, espontanea. Sencilla. Como salida de la más pura naturaleza. Y es que Laura Gibson bien podría ser un duende, un hada o una sirena que te susurra al oído, que te acompaña, transmitiendo calma y fuerza a partes iguales, que evoca recuerdos, que nos remite a la nostalgia, a la melancolía, pero de forma apacible y delicada.
Laura Gibson consigue sin alzar la voz, hacerlo y como nadie. A cada susurro se hace escuchar. Convincente y cauta, nos hace mantener el silencio. AGUZAR EL OÍDO profundamente y en consecuencia SENTIR. Gibson posee el don de despertar a los sentidos.
Este tercer disco de la artista comienza a ‘lo grande’, justamente, con percusiones que transmiten fuerza, nervio, que cabalgan. Los susurros se entremezclan con sacudidas en el primer tema: La Grande. De la tempestad a la calma con Milk-Heavy, Pollen-eyed.
En calma nos mantenemos con Lion/Lamb, donde la voz de Laura Gibson se trenza, de nuevo, con percusiones, con un tímido piano y vientos. Y es que trasladarnos a su mundo es sentir paz, calma espiritual. Dan ganas de cerrar los ojos y dejar volar la imaginación. Dejarnos llevar por la fantasía. Hacedlo mientras escucháis Skin Warming Skin, una canción que entra suave, pero que también tiene momentos poderosos y capaces de estremecer.
The Rushing Dark es indescriptiblemente original. Susurros, bisbiseos, murmullos…es como el viento que mueve las ramas de los arboles en un bosque misterioso, como el que muestra la portada de este disco. Y como misterioso es el comienzo de una de nuestras canciones favoritas de La Grande: Red Moon.
Crow/Shallow también nos acuna y acaricia, como si nos contara un secreto al oído y así hasta el final. Hasta encontrarnos con The Fire y sobre todo con Time Is Not, una verdadera delicia. Laura Gibson se despide con Feather Lungs.
Sin hacer mucho ruido nos dice adiós. No sin antes dejarnos con un dulce sabor de boca y en calma. Acercarse pues a L. Gibson es como adentrarse en un cuento de hadas cuyo escenario es naturaleza viva. La Grande es como una bocanada de aire fresco, casi helado, purificador. Pero también es calidez, como sentirse en casa a salvo de una tormenta.
Y es que la ‘grande’, la gran Laura Gibson es casi mágica. Su voz realmente lo es. Y es, sin duda, una muy buena compañía para una tarde de invierno helador como las de estos días.
Así que cerrad los ojos, acurrucaos en su voz y dejaos llevar por la magia…
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7,5/10