Tras el aplastante debut de Myths Of The Near Future (2007), Klaxons reaparecen con Surfing The Void. Recordemos a los artifices del bailado Golden Skans como cabeza del Tour Indie NME en 2007. Galardonados como mejor nuevo conjunto británico y mejor disco el mismo año, pasaron a formar parte de la cantera de nuevos grupos europeos que tanto gustan. Ocuparon los primeros puestos también en las listas de venta y en los escenarios de los festivales más codiciados por las bandas. Fue un gran comienzo para el cuarteto británico, que ahora responde cuerpo a cuerpo en su segundo trabajo, con el que ponen fin a tres años de ausencia.
Jamie Reynolds, James Righton, Simon Taylor-Davis y Steffan Halperin»surfean el vacío» esta vez bajo la supervisión de Ross Robinson (At the Drive In, Slipknot, The Cure, Korn). Todo ello, después de recusar los pases de los nuevos temas con su anterior productor, James Ford (Simian Mobile Disco). Y puede que sea ésta la razón de tantas modificaciones en el sonido de los nuevos Klaxons que, esta vez, convierten los arreglos sintéticos y las letras frescas en firmes guitarras y temas tan bizarros como cósmicos.
El álbum lo componen diez temas que evidencian las inquietudes de la agrupación. Entre los nuevos cortes se encuentran títulos como Venusia (referencia a la ciudad de la Provenza italiana dedicada a Afrodita), The Same Space, Extra Astronomical, Future Memories, Echoes (destaca con una letra desconcertante sobre mundos paralelos) y Surfing the Void, sencillo que da título al nuevo disco.
En portada, un gato ilustrado con disfraz de astronauta, casco en mano; una bandera aún sin definir y un bocadillo amarillo en el que se lee el título del disco en la parte superior derecha. Un pequeño detalle que arroja el mayor alarde de desfachatez por parte de Klaxons en este nuevo trabajo.
Los chicos de Polydor Records, desde luego, no suenan igual que con su último trabajo. La esencia que desprendía este equipo ya no es tanta. Descuidan insolencia y ritmo, cualidades que estaban sobradamente presentes en Gravity´s Rainbow o ese Atlantis to Interzone maravillosamente descarado. Temas que rompen en la pista y atacan al descuido. La sobriedad no es lo suyo.
Si a esto le añadimos unas declaraciones en las que dicen haberse dado cuenta de que estando sobrios tocan mucho mejor de lo que lo hacían antes, nos asaltan ciertas dudas sobre la integridad de la banda.
A lo mejor el desastre al que a veces hacen referencia es exactamente lo que se les pide a unos Klaxons que, sin duda, este año se desprenderán de una gran parte de su público. La perspectiva nos la da una carrera que no ha hecho más que empezar, It´s not over yet.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 5/10
