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KLAUS & KINSKI – HERREROS Y FATIGAS

HERREROS Y FATIGAS

Lo esperábamos ansiosos desde hacía días. Esta pareja de Murcia nos había puesto la miel en los labios con sus avances y el videoclip de su Ojo por diente. Y no nos han defraudado un ápice. A la pregunta: ¿Ha gustado, en Crazyminds Web, el último disco de Klaus & Kinski? Respondemos con sus propias palabras y el título del tema que abre el Herreros y Fatigas: ‘La duda ofende’. Nos ha encantado y llevamos en ‘modo bucle’ des de el lunes de su estreno, hace un par de semanas.

Estamos enamorados de este Herreros y Fatigas y de Klaus & Kinski e hicieran lo que hicieran ‘les querríamos igual’.

Desde el diseño del disco de reminiscencias soviéticas, los temas, las letras, los arreglos, se nota que TODO está extremadamente estudiado y cuidado y que es fruto del trabajo bien hecho. Trabajo excelente, casi de artesanos, de ‘herreros moldeando el metal’, elaborado por las manos y bajo el talento, sumado a la inteligencia de dos cerebros, los de Marina Gómez Carruthers y Alejandro Martínez Tomás. Ambos forman el tándem perfecto que hacen de Klaus&Kinski una de las bandas imprescindibles y de mayor calidad del panorama actual español.

Parecía casi imposible que pudieran igualar e incluso mejorar el nivel de sus primeros dos trabajos, y lo han vuelto a hacer. Klaus&Kinski han superado todas las expectativas con creces con este tercer disco. Y lo hacen como sólo ellos saben, haciendo de la variedad y la experimentación su marca de identidad, su libro de estilo. Y si en anteriores trabajos ya se atrevían con géneros prácticamente en desuso en el panorama indie como el bolero, el pasodoble o el disco, siempre llevados a su terreno, reinterpretados y reinventándolos bajo su marca y acercándolos al pop más cañí, en este Herreros y Fatigas se enfrentan, nada más y nada menos que, entre otros, a la habanera o el flamenco. Géneros, que pasados por el tamiz del dúo de Murcia se tornan de lo más actual y fascinantes.

Klaus&Kinski fusionan el clasicismo con la modernidad, la ironía con la seriedad. Son tragicomedia en estado puro, poesía. Atrevidos y valientes pero a la vez prudentes a la hora de decir lo que piensan bajo la voz suave y susurrante, a veces, de Marina, todo lo que hacen destila sabiduría e inteligencia. Y si rascamos en sus temas, encontramos detalles que demuestran su amor por la cultura, el arte, la historia o la literatura. Es alta música para avanzados pero tratada desde la simplicidad de las formas y la máxima belleza. Y es que calidad y calidez, es lo que esconden siempre los discos de Klaus&Kinski. Una mención aparte la merecen las letras de las canciones de este disco, de todos los del dúo, pues son de un nivel literario magnifico e increíblemente ingeniosas. Las letras en este Herreros y fatigas, de nuevo pues, son dignas de mención. Comenzando por el primero de los temas La duda ofende hasta el último, Buceador.

Estamos ante un disco que se abre con tres canciones que resucitan el electropop, pero que, no os dejéis engañar y seguid escuchando atentamente, no es un disco electrónico aunque si algo ‘eléctrico’ en sí mismo. Hacia la mitad empezamos a encontrarnos con las sorpresas, donde nos damos de bruces con géneros ‘menos ortodoxos’.

La duda abre todas las casas’ y también se encarga de abrir este trabajo. Y lo hace de la mejor manera, trenzando sonidos electrónicos con cuerdas y arropando a la voz de Marina. Arropando, a su vez a quien escucha. Atrapándonos con La duda ofende en su tela de araña de la que ya no podremos salir. A ‘la duda’ le sigue un Contrato, también de lo más electrónico y eléctrico a base guitarras a lo krautrock. Dos de dos. Al tercer tema ya nos tienen en el bote y convencidos de que estamos ante un discazo. Y así, llega el turno de El día de los embalsamados, donde no dejamos de escuchar pinceladas beats aderezadas con violines. Modernidad y clasicismo se dan la mano de nuevo. Muy Klaus&Kinski todo. Y tras este tridente inicial llega uno de nuestros temas favoritos del disco y uno de los experimentos más atrevidos del Herreros y Fatigas: Soneto. Marina y Alejandro han sabido moldear a una de las formas más básicas de la poesía clásica. Es verdaderamente un soneto al uso. Soneto es una composición poética de catorce versos endecasílabos, de cuatro estrofas usado por grandes literatos de la historia y ahora además se torna canción por obra y gracia de esta pareja, que visten este formato popular con sonidos noise algo noventeros. Una auténtica maravilla que pone el bello de punta. Y de Soneto a Poderoso Caballero, un paso. La inspiración buscada en los clásicos parece la tónica en este disco. Es el turno de rendir tributo a uno de los grandes, Quevedo, con un tema de pinceladas country. Pero aquí no queda todo. Quevedo no es el único homenajeado. Atentos a lo que llega ahora. Un piano se abre paso, solemne, para dar la entrada a la dulce voz de Marina a la que acompañan violines. Señores estamos ante una habanera, LA HABANERA del indie patrio. La fascinante In the Goethe invita a ‘pasear por el cementerio con luz de luna’. Y es que tampoco es casual el juego de palabras de su título, marca de la casa. Goethe está presente en todo el tema, el romanticismo y la literatura vuelven a ser una constante.

In the Goethe se da la mano con Daño cerebral. Un daño, por otro lado, que no produce sino un gran placer auditivo. Y atención a lo que le sigue, porque Sacrificio es una verdadera sorpresa. Es MAGIA. Sacrificio se viste de lirismo y lunares. Es un tema con puntadas de flamenco que pone a prueba la voz de Marina, que no se rompe un momento, y en el que nos reencontramos con los violines que se dan la mano con una guitarra clásica y hasta castañuelas. ¡Olé ahí! Y así llegamos al himno de su Herreros y Fatigas, su Ojo por Diente, que nos dio la bienvenida a este disco y que nos reafirma como fans. Y es que a Klaus & Kinski ‘les querríamos igual’.
En Dos Males Tienes, el tema que le sigue, los de Murcia vuelven a recuperar los sintetizadores que tampoco olvidan en La pensión, un tema vital, terrenal. Y tras él, Cumbres Profundas. Una canción que es un guiño a My Bloody Valentine una de las bandas favoritas confesadas por Marina y Alejandro. ‘Así que digo e insisto menudo Cristo, Angel Cristo’ el atreverse también con el dream-pop. Y cerrando disco, nos encontramos con dos temas deliciosos y dignos de ser la guinda de este pastel. Relatividad General y Buceador, tema susurrado casi por Marina que se torna una sirena en este tema onírico y melancólico, donde los violines lloran por última vez y que nos arropa, nos despide.

Y todo ello, nos aporta razones de sobra y hace que nos quietemos el sombrero y nos postremos a los pies de Klaus&Kisnki.

Porque juegan en otra liga, la del pop ilustrado. Porque son singulares en un mar donde todos los peces se parecen. Por ello, por atreverse con todo e imprimirle su alma, su carácter, ese sarcasmo tétrico, ese equilibrio entre barroquismo naif y sencillez, en un limbo entre seriedad e hilarante locura repleta de soberbio gusto, por todo ello, nos han convencido y podemos afirmar que con su tercer disco, Klaus & Kinski se consolidan, si no lo habían hecho ya, como una de las bandas más importantes del indie de nuestro país. Y su Herreros y fatigas se convierte en uno de esos discos imprescindibles que ya apuntamos, en pleno mes de febrero, es y será uno de nuestros favoritos del año.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10

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