InicioDiscos – ArchivoKAISER CHIEFS - THE FUTURE IS MEDIEVAL

KAISER CHIEFS – THE FUTURE IS MEDIEVAL

La primera vez que escuché a los Kaiser Chiefs en el 2005 con su primer disco, Unemployment,  me sorprendieron por ese revoltijo que se apreciaba en su música: desde sonidos puros de los 70 hasta algunas canciones con melodías fáciles y dulces de cantar. “Punk Romántico”, llamé a su estilo. Esa mezcla me hacía gracia y me parecía de lo más original. Es cierto que mucho ha llovido desde entonces, no sólo en su carrera, sino en el panorama británico musical. De este modo, al igual que su estilo ha variado ligeramente, ya no se encuentran en el mismo entorno que cuando empezaron, por tanto, al haber estado tres años en reposo y que la valoración de la música haya pasado por otros trances, hacen que todo sea distinto. Y por si fuera poco, innovan con la distribución de su música de un modo que llama bastante la atención: en principio, el disco The Future is Medieval se podía descargar desde su web oficial, pero no a la antigua usanza. Se trata de 20 temas, de los cuales el oyente debía elegir 10, aparte de una portada u otra. Sí, un “Haz tu propio Disco”, y además gratis, pero, claro, es cierto que a muchos de sus fans les ha dado pereza escuchar, sopesar y elegir, vamos, que a veces el público requiere que le den las cosas más machacaditas. No sé si esta ha sido la razón por la que se han decidido a lanzarlo, un mes después, con portada y selección de canciones incluida, con una aún inédita Kinda Girl You Are, o lo han hecho porque estos han sido los temas más elegidos. El caso es que a pesar de dar libertad de escoger a los fans, es bastante probable que ellos les hayan ayudado a desechar temas para su disco, tarea a veces liosa y pesadita. Sea como sea, a originales no les gana nadie. Si Radiohead hicieron un toque similar con In Rainbows, álbum que se podía descargar de su web y pagar lo que cada uno quisiera antes de lanzarlo físicamente, tal vez se trate de un precedente a una costumbre comercial en el mundo de la música.

En una primera escucha echas de menos ciertas cosas que les han caracterizado desde un principio, sobre todo su frescura, característica que tanta fuerza les daba y definía, vaya, que no parece nada especialmente atractivo. Es posible que tenga mucho que ver el hecho de que sus anteriores trabajos entraban a la primera y este exige más atención, ya que una vez mejor y más veces en nuestros pabellones auditivos, nos hacen apreciar una serie de nuevos rasgos interesantes que valen mucho la pena. No podemos hablar de un mal disco, aunque se pueden encontrar algunos temas de relleno, y si afinamos, vemos un sonido de más calidad, unos instrumentos más trabajados y canciones poco simples en estructura. Innegable que contiene temas buenos, tanto los que más nos recuerdan a su inicio (pocos, pero algunos, como Dead or in Serious Trouble, o Child of the Jago, letra de la cual viene el título), como los más trabajados y posibles singles futuros, aparte de Little Shocks, que ha sido primero, Long Way from Celebrating, o Man on Mars. Pero aparte de estas y unas pocas más como Coming Up for Air o Starts With Nothing, ambas magníficas, echo en falta elementos más sencillos y espontáneos, esos coros en los que se limitaban a repetir una sílaba a lo “na na na na na”. Para romper varias lanzas a su favor, un tema no sólo con sabor Beatles, sino también estupendo, When All Is Quiet y If You will Have Me, con maravillosos arreglos de violín y una vocalización totalmente distinta a la habitual, vamos, que no diríamos que se trata de los Kaiser Chiefs.

Respecto a las que se han quedado fuera, les daba como para lanzar un disco doble, ya que, en general, no se diferencian notablemente del resto del disco. A destacar Can’t Mind my Own Business, guitarra electrificada de algún modo que suena estupenda y Cousin in the Bronx, festivalera y con sus fragmentos tan electrónicos y típicos de sus anteriores trabajos.

Disco memorable, sólo echando un poco de menos ese gamberrismo gritón, esos teclados junto con sus sencillas y potentes guitarras. Nostalgia punk romántica, tal vez. Aún así, un buen disco. Muy bueno.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS   8.5/10

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