Addendum, “apéndice”, ya lo dice su título y no engaña a nadie. John Maus trae un año más tarde la prolongación Screen Memories, su cuarto trabajo. Para él, decidió diseñar sus propios sonidos mediante sintetizadores modulares y éstos mismos forman parte de la docena de pistas de su nuevo lanzamiento.
Considerado un referente del synth-pop para muchos es, sin duda, un excéntrico satírico amante de la música y cada uno de sus componentes pues tras la creación de los presets con los que trabajaría estos dos últimos años llegó a asegurar que “alrededor de media docena de los oídos más exigentes distinguirían la diferencia” frente a algo predefinido. Su humor lo plasma entre los títulos de las canciones y las escuetas letras de las mismas pues si en Screen Memories hay una canción sobre mascotas muertas cargada de ironía, este trabajo producido en el mismo home-studio no podía ser menos.
A ritmo de funky y con toques robóticos presenta Dumpster Baby, obra brillante instrumentalmente con animados coros que incitan a la depravación a grito de “Tira a ese bebe al contenedor, al contenedor”. Y por si esto fuera poco aterrador, tiene el placer de vacilar al oyente en temas como: Outer Space en el que, al llegar a los coros y tras idas y venidas sobre el tema en cuestión, da un paso firme y dicta “No saben una mierda sobre el espacio exterior».
Synth-pop, post-punk y muchas referencias audibles hacen de Addendum un disco peculiar con firma a fuego de Maus. Aun siendo prolongación de otro trabajo, contrasta con él, tiene personalidad y es un digno quinto álbum en una carrera cargada de publicaciones. Un boxset publicado en abril de este año da a los más fans seis largos del artista de un solo plumazo y nuestro protagonista en cuestión es mencionado como contenido exclusivo, separado en plataformas digitales.
Timbres oscuros rondan las doce pistas que contiene con ritmos bailables y tintes británicos, germanos e incluso estadounidenses. Podría calificarse como un cd instrumental mas sus constantes mantras lo ponen en duda. Las pocas palabras de Maus no son tímidas, son parte potente de la base y están igual de trabajadas y estudiadas como cada sintetizador incluido. 1987 es un divertido ejemplo de poco más de tres minutos en el que su título se repite una y otra vez en bucle hasta que el artista se digna a rimarlo con “AK-47”. ¿Falta de ideas? Más bien una reinvención de la voz relegada al puesto de instrumento y frecuencia de relleno y no protagonismo. Nada nuevo en el mundillo y menos en la carrera del artista, pero un acierto sin duda que ha de hacer ver al oyente que a veces hay algo más de fondo.
Addendum tiene carácter y se jacta y mofa del imaginario del oyente pues a veces lo esperado sorprende y lo que parece monótono da un vuelco tal y como en ocasiones sigue su curso y reiteración. Gusta sin saber por dónde va a llevar, suena crudo y dulce, áspero y melódico. Demuestra que un sonido “cutre” de sintetizador tiene mucho trabajo detrás y puede ser tan tétrico como la alegría que es capaz de transmitir. John Maus ha publicado un trabajo con el que se puede meditar de fondo, así como sentir una frustración e inquietud muy interesante cargado de profundidad y capas. Habla de mundanidad sin ser cotidiano y brilla sonando desde lo profundo.