InicioDiscos – ArchivoJACK WHITE - BLUNDERBUSS

JACK WHITE – BLUNDERBUSS

JACK WHITELos sin sangre son un grupúsculo en el mundo de la música que lleva proliferando varias décadas. Se trata de buenos músicos, que tienen la maravillosa suerte de tener brillantes producciones y un cierto criterio musical refinado. La pega son las cosas que transmiten, las historias que nos cuentan. Carecen de interés porque tienen una vida que carece de experiencias interesantes.

En cabeza de este grupo podemos incluir al indolente Jack White. Ya sé que es un tanto sacrílego todo lo que estoy diciendo, y más si comparamos su vida con la mía. Pero controlad vuestra comprensible ira asesina. El trabajo de White en sus primeros discos con su ex-mujer son ya parte de la historia del rock y a ellos acudimos en infinidad de ocasiones. Pero la cuestión es que para ser un buen cantante de blues o una estrella de rock tienes que tener una vida detrás que sostenga el chiringuito, de lo contrario todo suena a pretencioso y caricaturesco.

Su esperado debut sigue en la línea de las superbandas que se ha montado el ex-White Stripes en los últimos años, de actualizar géneros clásicos, aunque sin tener que soportar esperpentos como Cut like a Buffalo. Este Blunderbuss es un repaso a la cultura musical americana de las últimas cinco décadas. Un compendio de estilos tamizados por el estilo propio de White. Retazos de blues, country, rock clásico y sobre todo una atmósfera Nashville muy evidente. No olvidar que el icono juvenil del artista yanqui es Son House, aunque no lo parezca. El disco es muy escuchable pero te deja a medias, un quiero y no puedo de exquisita producción y arriesgada ornamentación. Se trata de un álbum que va a funcionar bien pero que se olvidará muy fácilmente. Un LP a recomendar pero con matices.

Lo mejor de este trabajo es la visita que le hace el autor a los Rolling Stones. Hypocritical Kiss es un tema que parece un homenaje a Brian Jones, mientras que Trash Tongue Talker podría haber llevado perfectamente la firma de Mick Jagger a finales de los setenta. El material restante es muy irregular. Tiene momentos álgidos como el reencuentro con Karen Elson en I guess I should go to Sleep o en el single Sixteen Saltines, muy destinado a fans de Jack White. Aunque el exceso de piano y autocompasión devora el resto de canciones sin piedad. Temas muy blandos y sin ningún tipo de chispa como Freedom at 21o Blunderbuss, con buena producción pero que no transmiten nada. El ejemplo más evidente de esta escasez de furia es Weep themselves to sleep. Una canción con un arranque muy de rock progresivo que se diluye cual azucarillo.

Poco más que añadir ante un disco incómodo de analizar. Por una parte, no puedes discutir de que se trata de un largo interesante, con buena producción, muchos arreglos y una intencionalidad clara, pero también es evidente que se trata de un disco sin una historia que contar, sin malestar. Lo cual diluye las buenas intenciones de su autor. La sensación que deja Blunderbuss  –en cuanto a su intención de regenerar géneros– es: Que lejos estás, amigo Jack, de Jane… de Jane´s Adiction.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 6,5/10

spot_img