Hinds es un grupo que levanta una expectación abrumadora con cada movimiento. Desde antes de su primer disco Leave me alone ya giraban alrededor del mundo. La trayectoria hasta el momento ha sido increíble e intachable, creciendo a cada momento. Con este nuevo disco de Hinds, I don’t run, buscan consolidarse, seguir siendo importantes tanto en España como fuera y dependerá solo de ellas. Si descubren que el camino es hacer canciones sin caer en exageraciones ni estridencias, dejando de lado las distorsiones exageradas en la voz y trabajando las melodías que crean, serán imparables. Porque hay talento, pero en ocasiones camina sin rumbo. Pese a todo es un buen disco y les traerá muchas alegrías.
The Club es la canción que abre el disco y muchos ya la han elegido como la mejor canción de su trayectoria. Pese a estar en desacuerdo, está claro que ya muestra la evolución de la banda. Sin alejarse de su garaje pop, perfeccionan la técnica y suenan menos frenéticas e ingenuas. Un salto de calidad bastante notable desde el primer segundo del disco. También la mayor solidez de los riffs y de la parte rítmica contribuye a dar más empaque a cada corte.
Soberland sigue teniendo ese punto gamberro de siempre, pero sonando un poco menos frenético. Suena fresca, pero va haciéndose un poco más ruidosa al llegar al estribillo, donde le lastran las voces excesivamente distorsionadas.
Linda es, en mi opinión, la mejor canción del disco. Unas voces íntimas, alejadas de esos registros en ocasiones demasiado estridentes, sumadas a una melodía sencilla pero impecable, la convierte en una maravilla. Sin alardes, sin añadiduras innecesarias, te sumerge y te atrapa. Un tema introspectivo perfecto que abren caminos para que esta banda sea más interesantes que nunca.
New for you es un tema que entra muy bien, como casi todas sus canciones. Aquí, a diferencia de Soberland, los coros aportan mucho y llevan una canción muy simple a un nivel superior. Un tema que marca el nivel medio del disco, bastante alto.
A estas alturas ya podemos ver que este nuevo disco de Hinds es superior a su primer corte. Sigue siendo rompedor (especialmente en el panorama español en el que el sonido definido va por otros caminos) y muestra más recursos que lo que nos tenían acostumbrados. Echoing my name suena fresca y ligera, suena muy a Hinds pero despojadas de ese punto más frenético. Directa al grano, sin fisuras y explotando melodías vocales sin abusar de la distorsión. A medida que va avanzando añade estructuras más complejas de lo habitual.
Tester es una pequeña historia de amor juvenil con un estribillo divertido y pegadizo. Sin ser una canción que vaya a destacar en su trayectoria, sigue reflejando ese nivel medio que ya hemos comentado que es alto. En Finally Floating se nota la mano de Gordon Raphael, antiguo productor de The Strokes. Llena de energía, con un toque a lo Courtney Barnett y unas guitarras y una batería muy potentes. Y por supuesto, la letra de desamor marca de la casa no falta. Un tema muy sólido que refleja lo mejor de la banda madrileña.
I feel cold but I feel more suena fresca, un medio tiempo muy agradable y por fin con unas voces bien empastadas, sin tantas estridencias. Termina cayendo un poco en la desidia, pero es un tema que muestra que tienen otros registros y eso es muy importante. To the morning light es otro tema que no consigue destacar, manteniendo un buen nivel pero sin aportar nada especial al álbum. Rookie suena más clásica pero tiene unas melodías vocales que brillan por encima de esas guitarras espléndidas que recuerdan de nuevo a The Strokes. La temática pseudo amorosa sigue estando presente con ese punto enigmático de sus letras. Una canción redonda y divertida.
Ma Nuit es un experimento divertido en el que juegan a hacer una grabación lo-fi acústica, un pequeño regalo a los fans con una letra en la que combinan inglés, castellano y francés. Un cierre atípico con el que seguro que han disfrutado mucho en el estudio. Un buen disco que muestra muchos registros que no conocíamos de la banda madrileña. Si continúan por esta senda y todo sigue su cauce, tienen una gran carrera por delante.