En Crazyminds hemos seguido durante el último mes y medio los pasos de uno de los grupos que va dar mucho que hablar en el rock durante los próximos años. Hablamos de Greta Van Fleet. El pubescente grupo de Michigan formado por los hermanos Kiszka (Josh, Jake y Sam) y su amigo Danny Wagner, tras dar a conocer su precoz talento en su EP de 2017, From The Fires, con canciones como Highway Tune o Black Smoke Rising, ha publicado este 19 de octubre su primer LP, titulado Anthem of the Peaceful Army. Quédate con nosotros y te desgranamos este álbum debut.
Si algo está claro es que Greta Van Fleet ha tenido seguidores y detractores, por el mismo motivo. Es imposible escuchar sus canciones y que no se nos venga a la cabeza Led Zeppelin. Algunos han acusado a los cuatro jóvenes de Frankenmuth de plagio y falta de originalidad. Otros han presentado sus respetos al intentar emular, siempre con matices de un estilo personal aún por pulir, a la banda de rock más grande de la historia, en unos tiempos muy inciertos para el rock.
¿Un grupo condicionado por sus influencias?
No vamos a negar que más de una canción de Anthem of the Peaceful Army podrían haberla firmado Rober Plant y compañía. No obstante, el factor diferenciador con respecto a Led Zeppelin es la mística que imprimen a algunas canciones, reforzada por la estética que adopta el grupo, alternando con otros temas que resucitan un sonido que se acerca mucho al rock denominado “clásico”. Aún así, Anthem of the Peaceful Army es más que la voz de Josh Kiszka, a caballo para algunos entre Robert Plant con ciertos ramalazos de Axl Rose. Hay que fijarse también en los espléndidos solos de un guitarrista por descubrir, y un batería que, si quiere, puede grabar a golpes de parche su nombre entre los grandes. Vamos a conocer este excelente Anthem of The Peaceful Army canción a canción.
Se han tomado en serio los componentes de Greta Van Fleet el título de su disco. Si en su EP, la primera canción, Safari Song, fue un auténtico alarde de desparpajo e intensidad, en Anthem of the Peaceful Army se presentan con un tema diferente pero que ha gustado mucho entre nuestros colaboradores. Un suave sonido electrónico va ganando fuerza en Age Of Man, hasta quedar relegado a un segundo plano, por la irrupción de Josh Kiszka. Los más “conspiranoicos”, entre los que me incluyo, han querido ver en una de las frases de esta fantástica canción un homenaje/copia de Immigrant Song (“para admirar tierras de hielo y nieve”; “venimos de las tierras de hielo y nieve”). Si bien en la instrumental inmediatamente posterior al primer estribillo, cualquier otro grupo podría haber pecado de imprimirle un compás más rápido que hubiese quedado inmenso, Greta Van Fleet opta por remarcar el mensaje de su álbum a través de un compás más calmado. Age of Man termina por todo lo alto, con una percusión poderosa, que será constante en todo el disco, y un tarareo agudo de Josh que se cierra con otro suave matiz electrónico.
La calma que inspira Age Of Man se rompe en los primeros golpes idiófonos combinados con un riff muy pegadizo de guitarra, con toques de rock “sureño”. The Cold Wind es una de esas canciones ya reconocibles para aquellos que tienen el oído “hecho” para Greta Van Fleet, y que recuerda curiosamente a la ya mencionada Safari Song, también en elementos de la letra (esa referencia en tercera persona a “mama”). Estos ritmos más próximos al folk y al rock sureño los veremos también en Mountain Of The Sun, canción número ocho. Igual de reconocible pero con toques más próximos al rock más “puro” será también la novena canción, Brave New World.
El toque personal de The Cold Wind se rompe al iniciarse When The Curtains Falls, uno de los primeros adelantos de este disco. El solo inicial de guitarra y esa entrada aguda nos vuelven a poner en los oídos por unos instantes a Led Zeppelin. No obstante, la batería presente en un segundo plano, y el compás del estribillo nos vuelven a traer a Greta Van Fleet. A continuación, en Watching Over, por lo menos en el inicio, se invierten los papeles. La batería de Danny Wagner deja en un segundo plano la guitarra de Jake por unos instantes, y se pone a la par de la voz de Josh. Y es que no hacen falta más que cuatro canciones para intentar definir a Anthem Of The Peaceful Army y a Greta Van Fleet. Un grupo “novato” que ha levantado mucha expectación y que tiene mucho que demostrar, como cualquier debutante en la música, pero que no le pesa ni mucho menos esa presión. Más bien podríamos decir que la disfrutan, y se recrean en ella creando canciones con letras muy personales combinados con melodías que, si bien podrían beber de Led Zeppelin como hemos dicho, demuestran la gran calidad de estos músicos de apenas 19 y 20 años.
Esta calidad alcanza su cima en la quinta canción, y en la undécima y última. Ambas tituladas Lover, Leaver, incluyendo en la undécima entre paréntesis Leaver, Believer. No sólo de guitarras y voz, y batería, vive Greta Van Fleet. Sam Kiszka al bajo también se merecía su gran momento, y lo hace en las que, junto con Age Of Man, son las canciones que más han dado que hablar de Anthem Of The Peaceful Army. Arrancará ambas sin lugar a dudas la extasiada ovación de su público en la extensa gira que les espera en 2019.
El acústico, ¿el aspecto a mejorar?
He querido dejar para el final, el que quizá es el punto a mejorar de estos precoces talentos. Su faceta acústica. Si bien melódicamente conservan su excelencia habitual, Josh Kitzska puede aclimatar su voz como lo hiciese Robert Plant a unas melodías más suaves. El ejemplo es Anthem, su último adelanto antes de la publicación del disco. Una canción que no dejó a nadie indiferente, pues no habíamos escuchado tanto a Josh en este formato. Antes de ese Anthem, You’re The One vuelve a ponernos en los oídos la influencia del folk americano en Greta Van Fleet, al igual que sucede en la octava canción, Mountain Of The Sun. En este caso los golpes sureños se diluyen hasta perderse en el sonido marca de la casa. Mucho que mejorar, consolidar un estilo propio y reconocible, pero conservando sus influencias… Hagamos con Greta Van Fleet y su exquisito Anthem Of The Peaceful Army lo que algunos gurús futbolísticos han pedido con Messi y Ronaldo. No los comparemos, simplemente disfrutémoslos.