InicioDiscos – ArchivoFUCKED UP - DOSE YOUR DREAMS

FUCKED UP – DOSE YOUR DREAMS

El quinto trabajo de Fucked Up nos sumerge en un extraño viaje que va más allá del punk y la agresividad y bucea en experimentos estilísticos que lo alejan de la ortodoxia. Dose Your Dreams es la continuación del ya lejano Glass Boys, un disco mucho más agresivo y plenamente guitarrero que este último trabajo, y donde pese a lo elaborado del trabajo de guitarras, nos encontrábamos en un disco plenamente hardcore-punk con esos toques arties tan característicos de la banda,(por mucho que la mayoría de las veces David Abraham acabe sangrando y medio desnudo en el escenario, lo suyo no deja de ser una evolución punk del situacionismo).

El trabajo es largo, un doble álbum con canciones que tiene duraciones que se salen de la norma del «fast and furious» del punk y del hardcore y que, pese a que ha sido algo que han ido abandonando a lo largo de los años, sigue sorprendiendo en una banda que ha hecho de la palabra intensidad su segundo nombre. Sí, el EP Year of The Snake ya nos avisaba de que Fucked Up son algo más que energía, ¿pero un doble disco de 18 canciones no es algo excesivo? Pues sí y no. Veamos.

Fucked Up siempre ha sido una banda de dos caras. Una la energía y la brutalidad de Abraham, clásico frontman hardcore, que bebe a partes iguales de Jerry A y Tom Roberts de Poison Idea, Iggy Pop y G.G Allin, y por otra unas guitarras que, pese a lo que puedan parecer, tiene más de melódico de lo que a simple vista podría parecer. Esta dualidad se ha hecho mucho más manifiesta en esta ópera punk generando una serie de contrastes que hacen que el disco se convierta en algo excesivo para escuchar del tirón y que parece pensado para ser degustado en pequeñas dosis para ir entrando en cada una de las 18 propuestas.

Además Fucked Up se han centrado mucho más en el concepto de colectivo que en el de banda con roles determinados. Pese a que la voz de Abraham es uno de los elementos característicos del grupo, su importancia ha quedado relegada a las necesidades del disco. Abraham ha acabado compartiendo tareas con Jonah Falco, Ben Cook, y con los diferentes colaboradores que aparecen en Dose Your Dreams.

El disco nos vuelve a retrotraer al David de David Comes To Life de 2011 y nos cuenta una historia continuación directa de aquella. Se inicia mostrándonos a David dejando su alienante trabajo en None of Your Bussines Man, en un tema directo y enérgico con unos vientos que inmersos en el tema nos recuerda a las propuestas de The Saints o The Stooges, ya que quedan perfectamente integrados.

El viaje sonoro continua en propuestas de punk psicodélico con un saxo disparado, como Raise Your Voice, Joyce, acompañando el recorrido vital y emocional de David. El recorrido propuesto nos irá sumergiendo en diferentes experimentos estilísticos en una psicotrópica buscada de la felicidad, ya sea está química, onírica o simulada.

Para ello, y como en todo camino largo y arduo, Fucked Up se han rodead de amigos y colaboradores como Jay Mascis en Came Down con quién también comparte voz Jennifer Castle, en un tema que parece más una canción clásica de Dinosaur Jr que uno propio de Fucked Up.

En este peculiar trayecto encontraremos desde temas que nos recordarán a los Sonic Youth de Kim Gordon como Joy Stops Time, donde aparece Miya Folick a las voces a temas que parecen extraídos de Loveless de My Bloody Valentine como How To Die Happy, pasando por raves madchesterianas desde el filtro de un David Abraham-high on drugs-como es Talking Pictures o Dose Your Dreams, que es puro Primal Scream, o por Torch to Light que es lo más cercano que han estado Fucked Up al no-wave.

En definitiva Dose Your Dreams es la epítome musical de Fucked Up. La sublimación de su propuesta y tal vez su cénit como colectivo musical. Y es una apuesta muy arriesgada, sobre todo en mundos tan cerriles a veces como el hardcore y el punk, pero tal y como supusieron el Fun House de The Stooges en los 70, I Against I de Bad Brains o The Record de Fear en los 80, o For Respect de Don Caballero en los 90, Dose Your Dreams es una revolución.

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