Vuelven las hermanas Söderberg después de varios años con su cuarto álbum de estudio, Ruins, un largo de una decena de pistas cuanto menos controvertido en lo que a crítica respecta. A modo de introducción y como resumen breve cabe destacar que su cuarto LP bajo el nombre de First Aid Kit se ha llevado un merecido primer puesto en listas de su país natal y se consagra como el tercero de su carrera en conseguirlo. Su estilo vuelve a tocar desde dentro el folk-pop y las raíces norteamericanas y sus armonías vocales son dignas de disfrute, más incluso que la elaborada instrumentación que han presentado.
Gran álbum sueco para comenzar el año caracterizado en términos generales por un sonido redondo con regusto a grabación analógica. Este primer hecho ya puede suscitar la controversia pues el dúo pretendía hacer algo más natural que sus anteriores y su gran calidad de audio puede no ajustarse a lo esperado. Hay quien esperaba algo con sonido “low cost” y no este proyecto tan elaborado pero tal reflexión es meramente para quisquillosos.
El disco se divide en dos mitades claramente diferentes en fuerza y carisma. La primera mitad es superior sin duda a la segunda, pues es una aglomeración de sencillos y temas potentes dentro de lo que han pretendido conseguir. La atmósfera con la que arranca este álbum es obra de la guitarra y las manos de Peter Buck (R.E.M.), Rebel Heart avanza progresivamente con un ritmo constante y melodías que recuerdan a la noruega Aurora. Por su parte, It’s A Shame es un clásico del folk norteamericano de mediados del siglo XX. Una Steel guitar, un ritmo cabalgante y, de nuevo, armonías estilo Fleetwood Mac o Emmylou Harris. Melancólico y con un coro potente que la posiciona entre las más brillantes de todo el disco.
Fireworks es un sencillo que deja bastante que desear. Es una balada bonita, sí, pero la letra es pura nostalgia, sin más. Puestos a una buena historia qué mejor que Postcard, con su estilo country o la brecha del disco, To Live a Life. Su repetitivo arpegio la hace etérea y parece una narración sobre un colchón musical hasta el estribillo que es lo que verdaderamente la hace canción. Es la nana de largo.
Ya en la segunda mitad, My Wild Sweet Love se encuentra más en el estilo de la ya mencionada Aurora que en el propio de First Aid Kit. De nuevo, esto pone peso sobre el lado negativo de la balanza. Ruins es un disco de innovación relativa, si bien es cierto que han dejado de lado aquellas versiones de Fleet Foxes que las dieron fama hace una década y han progresado en un sonido más maduro, no hay una gran apuesta frente a su predecesor Stay Gold. Han ganado personalidad y eso es innegable, pero les falta algo de esencia que las haga destacar.
Hem Of Her Dress habría quedado mejor como ultimo tema del disco pues, aunque parece de primeras una ranchera, se transforma en un “himno” digno de cualquier fiesta en un bar, hasta el punto de añadir un coro casi completo de voces al final. La triste Nothing Has To Be True pone el broche final a este nuevo trabajo de las hermanas First Aid Kit.