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ESBEN AND THE WITCH – VIOLET CRIES

ESBEN AND THE WITCH - VIOLET CRIESDespués de una primera escucha, no se me ocurre un adjetivo mejor: tétrico. Y escuchar más Violet Cries sólo confirma mi elección. Aunque quizás lo matizaría un poco más añadiendo la palabra «envolvente». Para la BBC, Esben and The Witch es una de las bandas del 2011 y yo no sabía nada de estos chicos con nombre de leyenda danesa hasta que me propusieron hacer esta reseña. Un desconocimiento que me puede jugar tanto a favor como en contra, pero allá vamos.

El trío de Brighton, con Rachel Davies al frente como la voz cantante que ilumina tanta oscuridad, ha compuesto 10 canciones para debutar con un disco de lo que podría llamarse un indie rock envolvente, tétrico… atmosférico, en definitiva. Eso como primera aproximación. Cuando ya te pones a investigar sobre ellos y lees que entre sus influencias se encuentra la islandesa Bjork o el escritor Oscar Wilde, empiezas a entender cómo suenan Esben and The Witch. Aunque a mi me ha quedado todo mucho más claro al saber que entre sus bandas sonoras favoritas figuran películas como Requiem for a dream, American PsychoLa matanza de Texas. El tema instrumental Battlecry/Mimicry podría ambientar cualquiera de ellas. Y si para profundizar todavía más echas un vistazo a sus videoclips (véase Warpath), la conclusión es que no me equivocaba en absoluto con lo de tétrico. Para quien todavía no haya pillado la indirecta: Esben and The Witch son oscuros y no necesitan que la fuerza les acompañe.

Abre el disco la potente ArgyriaChorea, el sexto corte, es el caos. Cuando sacan a relucir la guitarra, como ocurre en Warpath, recuerdan a The XX. Y la voz susurrante, convertida en lamento al final, de Marine Fields Glow puede transformar a Rachel en Enya.  Junto a Warpath y Marine Fields Glow, el single Marching Song es otro de los temas destacados con su marcado ritmo marcial. Así es Violet Cries, una montaña rusa que se pasea por explosiones instrumentales y distorsiones, que sube y baja del cielo al infierno hasta dejarte suspendido en el aire. Pero también es cierto que cuando llegas a Hexagons IV, en el ecuador del disco, parece que todo suena igual, que das vueltas sobre lo mismo. Las ganas con las que empezaste a escuchar el disco se van diluyendo con el paso de los minutos. Hasta que llegas al Eumenides y, casi al final, un «momento pop» te despierta. Entonces estás listo para el último canto de los cines (Swans).

Por cierto, aún he investigado más y parece ser que Esben and The Witch, leyenda danesa que algunos llaman “cuento de hadas”, habla de extraños y oscuros rituales. Vamos, que estos chicos son la alegría de la huerta, pero fans no les faltan porque antes de la salida de este Violet Cries ya se habían producido algunas filtraciones en la red. Lo oscuro está de moda, aunque espero algo más en su próximo disco.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 6.5/10

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