No nos fuimos a China porque allí no había cortinas, no. Nos quedamos a esperar. Y larga ha sido la pausa que El Guincho se ha tomado para lanzar nuevo disco, Hiperasia. Este largo parto nos ha traído una gestación con evoluciones muy retro y muy electro. Hiperasia se caracteriza por su base de descargas eléctricas repetitivas muy noventeras cargadas de décadas de finales del siglo pasado, pero que suenan a nuevo y diferente, como casi todo lo que sale de la gris del canario. Trece canciones en las que se habla de temas mundanos con una perspectiva muy original, Pizza, es buena prueba de ello: ‘’el borde hoy te sabe a nieve, te sabe a sensación perenne’’. En general, ritmos muy bailongos con letras cachondas, Stena Drillmax o Abdi, son perfecta definición, porque lo de Pelo Rapado es otra historia mucho más chunga y extravagante que desde aquí aconsejamos a escuchar con lupa, la sinestesia en este caso es obligada.
Hiperasia, canción homónima al disco, no pasa desapercibida. Desenfrenada, psicodélica y perturbadora se postula como la inyección energética más notoria del disco. Y luego está Comix, el single del nuevo largo se estrenó con un videoclip la mar de chulo, para que os hagáis a la idea podría estar en la línea de Bombay. Novedoso e innovador, este clip no deja indiferente a nadie. Destacar que Mala Rodríguez se marca un curioso featuring con El Guincho, que se va con la guapa de la fiesta y se marcan un temazo que gusta mucho, más allá de que el disco no te parezca tan buena idea en conjunto. Órdago a la grande del sello que huele a pleno al quince.
Por otra parte, decir que el atragantado distorsionador de voz que parece que se ha alojado en mitad de la garganta de Pablo Díaz-Reixa resulta cansado a veces. Ni una sola canción de tregua tiene el disco en honor a la morriña de Folías, Alegranzas o Pop Negro. Con esta apuesta parece que el Caribe cierra por vacaciones indefinidas. ¡con lo que nos gustaba a todos! Desde aquí pido un minuto de silencio por las memorables Ghetto Fácil, Kalise y la tierna El Tiburón. Piezas que esperamos rescate de la tumba cuando Hiperasia haga toma de contacto.
Así pues, y ya puesto a valorar con el más objetivo de los criterios, decir que Hiperasia es un buen disco, suena a nuevo y diferente aunque un halo de monotonía parece no despegársele de cada nota, con lo cual, daremos un 6 sobre 10 por bajar la media de lo visto hasta ahora.
Ahora bien, no se olviden que una cosa es el estudio y otra bien distinta el escenario. Demos tiempo a ver cómo funciona esta última criatura en los directos, pues la concepción de un disco siempre tiene más aristas de las que parece y lo mismo no llevamos las manos a la cabeza y los tobillos a quince centímetros del suelo cuando tengamos la oportunidad de disfrutarlo en salas y festivales. Hiperasia, un disco sin herencia, un escalón de metal en la escalera de cocos y arena de playa.