CONDICIONES DE USO: Es del todo apropiado comenzar la lectura de este texto con After The Earthquake, extraído de Tomorrow Morning, nuevo disco de Eels. Creo que es la mejor banda sonora para acompañar la crítica de hoy. Luego sigan escuchando. Y no paren, hasta el final del disco.
PLAY…
Cosas que los nietos deberían saber. Así titula Mark Oliver Everett, líder de la banda Eels, su libro (altamente recomendado, todo sea dicho de paso). Y nuestros nietos, y los que nos sobrevivan, también deberían saber que una vez existió una banda como ésta. Y que una vez existió un chico introvertido y nervioso, que no salía mucho de casa y que creó entre las cuatro paredes de su habitación su propio universo. Este niño que tenía como banda sonora el primer disco en solitario de John Lennon, soñaba con ser músico, compositor y tener su propia banda.
El pequeño Mark, así se llamaba, se crió en una familia poco convencional, marcada por las desgracias y no tuvo una infancia demasiado fácil. Su padre era un gran científico. Aunque de él debió heredar su gran inteligencia, este don no fue usado para la causa científica sino puesto al servicio del arte. De la música, como él quería. Así, este ‘científico musical’ creció y creó, un buen día y no sin esfuerzo, la banda que tanto anhelaba y que como los buenos experimentos dejaba boquiabiertos a todos. Mr. E, o simplemente E para los amigos, era un ‘bonito freak’, en el sentido más positivo de la expresión. Y así mismo, como ‘freak’ se presentó ante su público en el primer disco de su nueva y flamante banda, Eels, así la bautizó, en el año 1996.
Años más tarde, este amante de la vida casera y creador empedernido ha publicado diez discos más. Discos que no son para nada mediocres, ni para nada cortos. El último que vio la luz el 24 de agosto, Tomorrow Morning, cuenta ni más, ni menos que con diecinueve canciones de diferentes tempos, y de diferentes estilos. Pero no solo variedad de ritmos sino también de tiempo, por lo que respecta a la ‘longitud’ de las canciones que encontramos en su nuevo trabajo. En Tomorrow Morning hallamos temas de más de seis minutos que se entremezclan con algún otro que llega a duras penas al minuto, u otros de tan solo quince segundos y que no resultan ser otra cosa que la introducción de un bonus track de cuatro temas. Y es que Mr. E sabe poner las cantidades exactas en las probetas de su laboratorio para lograr el equilibrio perfecto. Para encontrar la medida justa. Para alcanzar el éxito y gritar su particular: EUREKA!
Un disco éste, repleto de arreglos electrónicos para arropar la voz particular, resquebrajada, rasposa, áspera a la vez que suave y susurrante de E al que muchos han encontrado similitudes con la de Tom Waits, Van Morrison o Neil Young. Un trabajo que se presenta como la tercera parte de una trilogía que comenzaba transformando a E en Hombre Lobo y convirtiendo también su tendencia acústica hacia nuevos sonidos mucho mas electrónicos, o mejor, mucho más eléctricos, en el amplio sentido de la palabra. Una primera parte de tres a la que siguió End Times, aquí sí, ya mucho más sereno.
Y cuadramos el círculo. El nuevo fascículo de la colección, Tomorrow Morning, nos da la bienvenida a la ‘mañana’, como un nuevo renacer, una nueva salida del sol por el horizonte. Un disco que nos da la bienvenida con un tema únicamente instrumental y que sirve para transportarnos, y está todo matemáticamente planeado y estudiado para ello, al universo con el que soñaba el pequeño Mark. Un mundo que se va tejiendo con temas solemnes como I’m a Hummingbird, enérgicos como Looking Up o pegajosos, una muestra de ello son Spectacular Girl o Baby Loves Me. También explorando por él encontramos canciones suaves y mágicas como la recomendada al inicio de éste texto y que responde al nombre de After The Earthquake, atestada de las inocentes notas de un xilófono, delicadas como That’s Not Her Way y también alegres como I Like The Way This Is Going o Let’s Ruin Julie’s Birthday. Incluso encontramos temas inquietantes o de marcadas reminiscencias folk.
En definitiva, diecinueve temas que ponen el punto final a un trayecto, a una trilogía asombrosa y que dan para mucho. Dan, seguro, para un largo paseo acompañados por el inconfundible y particular E, de barbas imposibles y con tendencias a la licantropía. Un disco que nos ayudan a pensar, a soñar. Porque solo Mr. E tiene el poder de transformar el dolor en música y el pesimismo en melodía, aunque además lo sabe hacer con las palabras. Y es que recordemos que la ciencia corre por sus venas. Mr. E tiene la fórmula para lograrlo. Y conseguir que todo lo que toca se convierta en especial.
Así que bien es cierto que hay cosas que los nietos deberían saber y asimismo también hay cosas que los nietos deberían escuchar, con atención. Como este disco.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7/10