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DORIAN – JUSTICIA UNIVERSAL

Llevábamos desde La Velocidad del Vacío (2013) esperando un nuevo trabajo de estudio de Dorian. Pero la espera terminó el pasado 25 de mayo, cuando dieron a conocer, previa publicación de sus singles Noches Blancas Hasta que Caiga el Sol, su quinto álbum de estudio, titulado Justicia Universal. Sin embargo, puede que el resultado del nuevo álbum haya decepcionado a algunos fans, expectantes por algo nuevo de DorianJusticia Universal es en líneas generales otro trabajo con el sello Dorian. Podemos encontrarnos una combinación de melodías electrónicas con unas letras que cuentan historias que quizá ya nos suenan de trabajos anteriores, pero expresadas de otra manera, con letras mucho más frescas y desenfadadas. Aunque, como leeréis más adelante, algunas de las canciones nos tocan de cerca, por la veracidad de su contenido, la tendencia a la comodidad y a no cambiar, dar giros demasiado arriesgados en busca de nuevos sonidos, hacen que Justicia Universal pueda considerarse como otro disco más de Dorian, que puede terminar siendo encasillado como un grupo “de canciones sueltas”. Vamos a analizar más detalladamente Justicia Universal canción a canción.

El grupo catalán abre este nuevo disco con Noches Blancas, un tema con una letra muy propia de Dorian, combinada con un sonido electrónico más marcado que en sus anteriores trabajos, pero aun así tan reconocible como su letra. Es una de esas canciones cuyos matices tropicales te invitan a bailar. Llama la atención especialmente porque las primeras escuchas pueden provocarte cierta indiferencia, pero después es muy difícil quitártela de la cabeza. Un acierto abrir el disco con ella.

A Noches Blancas le sigue un tema que creo que va a gustar a todos, pues en algún momento todos hemos tenido esos “Amigos”. Con un sonido muy parecido al de la canción anterior, Marc describe algo que sólo aprendemos con los años. Que muchos amigos se van, que otros languidecen en los lugares de siempre y que en definitiva, todos tenemos dos caras: una muy buena y otra muy mala, pero que siempre que seamos fieles a nosotros mismos y a nuestros sentimientos, podremos irnos tranquilos. Esta canción es junto con Noches Blancas una de las candidatas a pasar al repertorio imprescindible de Dorian, porque la crudeza de la letra (“y las hostias que a todos nos va dando la vida las reparte el mismo cabrón a cuenta del destino”) consigue que empaticemos más si cabe con el mensaje. Musicalmente al final del estribillo tiene ciertas reminiscencias a Verte amanecer, muestra de esa carencia de novedad de la que peca Justicia Universal.

UN DISCO DESTACADO POR SUS COLABORACIONES

En el tercer tema, aparece la primera de las tres colaboraciones con las que cuenta Justicia Universal. Leon Larregui acompaña a Dorian en Duele. Es una canción realmente introspectiva, con unas texturas musicales un tanto oscuras que encajan a la perfección con el mensaje de la letra.

Justicia Universal, el tema que da nombre al disco, se suma a la protesta de tantos artistas no sólo contra la situación de nuestro país sino contra la del mundo en general. Una letra apocalíptica y pesimista con un ritmo ochentero con una presencia de la electrónica menos notoria que en los temas anteriores. Este último aspecto, visible en la fuerte presencia del bajo en algunos tramos de la canción y las partes recitadas del principio, nos acercan al ecuador del disco. Vicios y Defectos, el segundo tema que cuenta con una colaboración, en este caso de Javier Mena, vuelve a desviarse hacia la electrónica. Es probablemente el tema más movido de todo el disco y la fuerte presencia de la voz de Belly.

Con Llévame alcanzamos ya el ecuador del disco. Una canción lenta y sentida que esta vez si renuncia a todo artificio electrónico para darle todo el poder al mensaje: un viaje sentimental con recuerdos y lecciones por lugares de América Latina y Centroamérica hasta llegar a España. A Barcelona en concreto, al hogar. Este tema está impregnado de nostalgia y desazón, un sentimiento que parece ser el leiv motiv del disco en su conjunto.

Esa nostalgia, rebajada de nuevo con una fuerte presencia del sonido electrónico se repite en La Isla, canción que precede a la tercera y última colaboración de Justicia Universal. Señales, en colaboración con la cantante de Fuel Fandango, Nita, rompe con la tendencia reflexiva y nostálgica que prima en las letras de las canciones anteriores, volviendo a un sonido un tanto más grave y oscuro. Junto con Noches Blancas, la mejor canción del disco.

Señales marca la recta final del disco. Otra canción en la línea general del disco. De nuevo la mirada al pasado, la añoranza de todo aquello que se va poco a poco ante la imposibilidad de volver atrás. En las dos últimas canciones hay un contrapunto no sólo entre ambas, sino con el ritmo general del disco. Si Hasta que Caiga el Sol, como varias canciones de este disco, podría haber formado parte de sus discos anteriores, Cometas cierra el disco con un inicio que mezcla lo electrónico con matices urbanos y con un llamamiento esperanzador, frente a la tendencia pesimista que prima en el disco.

Justicia Universal es en resumen, el disco más “real” de Dorian. Y aunque es innegable el bagaje y la calidad musical de Dorian, Justicia Universal no es ese “disco redondo” que estamos esperando y que terminaría de consolidar a la banda como uno de los grandes grupos de la música indie en nuestro país. 

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