InicioDiscos – ArchivoCHICHARRÓN - CHICHARRÓN

CHICHARRÓN – CHICHARRÓN

No hay paz ni descanso, solo desesperación y sal, sal en las heridas y sal de aquí. Que ya bastante. Ya bastante has hecho. La letanía de tu dolor, mi dolor, nuestro dolor se muestra aquí. Hay una melodía que sale de dentro y se adueña de todas las canciones. Ruptura (aunque yo te quiero y seguirá siendo así el tiempo que sea necesario). Los sentimientos profundos no tienen cabida para mucha gente. Tristeza y dolor solo son mentadas para ganar puntos en el Scrabble. Pero Chicharrón te pone música a los días en que quieres y lloras cuando nadie te ve. Letras que te empujan a una sanación/sanción interior. Para esos días en que (lo/la) odias tanto, tanto tanto que no puedes dejar de ver sus fotografías, vídeos, escritos.

Chicharrón son el nuevo proyecto de Alberto M. Vecino, guitarra y voz de Franc3s, Rubén Dominguez, teclados de Telephone Rouges y Diego Gende (guitarra y bajo) de Lowcost, en un principio a los que se les ha sumado Xurxo Meis y Mar Catarina.

Chicharrón proponen «el amor como salvación» en su primer disco, disco conceptual, sobre ese concepto. Ese amor que duele físicamente, tuétano y guitarras acústicas. No es Franc3s. Aunque compartan la voz, el sonido cambia a terrenos menos shoegaze, un folk/americana/soul  con un poso de ruido latente, un eco lejano pero presente que no llega a explotar. Como la humedad. Inserta en todo. No demasiadas veces explota.  El dolor/amor que impregna las letras, la música y el cuerpo del escuchante/oyente es brillante. Sufre un poco y goza. Sufre con una sonrisa interior. Esas letras. Esas que quieres oír. Cuando estás así. Cuando estás así.

A veces solo necesitas un cambio de peinado para encontrar las palabras adecuadas Peluquero de maíz, letras como en Resbalando por gargantas que me devolverán a ti, posibilidad de acercamientos a ritmos más crudos y marcados, gritos y algún plato roto como en Ha llegado el tiempo de los asesinos. Y la recaída es parte de la cura aunque ya sabemos que El amor no aguanta un mareo. Siempre puedes arrastrar el dolor hasta llegar a la perfección, Que no te conozcan por lo que haces.

Ruido y anestesia. Ruido de guitarras acústicas casi todas ellas. Ruido de golpes de batería. Golpes precisos y la voz de Alberto acunando la desgracia, una desgracia magnética de amores tóxicos pero al que acudirías otra vez con los ojos cerrados.

Nunca dejé de quererte pero mañana será otro día. Y las huellas de los lobos sobre la nieve siguen siendo lo único real.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS:

Escúchalo aquí

spot_img