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BRANDON FLOWERS – FLAMINGO

BRANDON FLOWERS - FLAMINGOMira que lo avisé en el anterior artículo/crónica respectiva al concierto de Brandon Flowers en Barcelona. Sabía que muchos no entenderían que ‘defendiera’ el disco de Flowers y me quedo corta en las comillas porque lingüísticamente no es adecuado, que si no…Estos días he estado leyendo de todo sobre el disco del líder de los Killers y, por lo visto, hay una ‘guerra’ (también entre muchas comillas) abierta entre los defensores a ultranza y los puristas ultramodernos que se creen que son más indies que nadie y que, por ello, hasta se atreven a encararse con otros críticos que dan su más modesta opinión machacándolos hasta afirmar que una crítica positiva del disco en solitario de B.Flowers provoca ‘casi’ arcadas. Patético. Hecha esta reflexión inicial, salida del alma, perdónenme, pero debía hacerla por justicia, entremos en materia, que diría alguno de mis antiguos maestros.

En una frase y en resumidas cuentas, os lo creáis o no, eso es cosa del gusto y parecer de cada uno, solo faltaría, el disco de Brandon Flowers no es para tirar cohetes, pero no está mal. No será recordado como un disco mítico, pasa bastante  inadvertido, es bastante soso, sí, anodino, insípido y baladí, si lo preferís, pero de ahí a que sea una porquería, una birria o, es más, igual a los que se creen ‘súper alternativos y/o súper guays’ que desprecian las opiniones de otros, les gusta más emplear términos como:  un mojón, una cagada, una caca, una boñiga o vamos, una auténtica mierda, ah y perdónenme, también un cúmulo descomunal de heces, hay un largo trecho que nos lleva a reflexionar. Y no sólo a nosotros, también al mismo Brandon Flowers, que a los fans de Barcelona no nos tiene muy contentos últimamente, todo sea dicho de paso. (Y si no, recuperad la crónica del concierto que el muchacho ofreció en la sala Razzmatazz el pasado 8 de octubre de 2010, disponible en Crazyminds).

Pero concierto aparte, el disco en solitario del vocalista de The Killers (esperemos que la relación amorosa del grupo vuelva a retomarse en un futuro próximo, ya se sabe cómo son estas cosas), debe escucharse con detenimiento y repetidas veces. Aviso a navegantes y en especial, a los seguidores fieles de The Killers, la primera vez que lo escuchéis puede que os quedéis ‘que os quepa una sandía por la boca’ y se os erice el bello del cogote y casi le queráis estrangular, no lo hagáis, esperad y escuchad repetidamente. Oíd el disco con detenimiento, digeridlo con calma y veréis que, aunque no es una joya musical, sí que encontraréis temas aprovechables que se os acabarán enganchando y harán que veáis este Flamingo con un poco mas de cariño, no vayamos a crucificar a Flowers a la primera de cambio. Pero eso sí, prohibidísimas las comparaciones. De hacer eso, tiraréis el disco a la basura.

Así que tened paciencia porque puede que, al final, encontréis temas que os gusten, es posible, escépticos del mundo. Entre los temas que componen el disco, a destacar el single de presentación, por ejemplo, un Crossfire que no es nada desdeñable, también el Only the Young, que podría formar parte de un disco de The Killers perfectamente, aunque no estaría incluido entre el repertorio de temazos, Playing with Fire (justo lo que él ha hecho sacando este disco al mercado, perdónenme la reflexión atropellada, ha salido así, espontánea y casi sin avisar, así que la dejo), Jilted Lovers & Broken Hearts o la divertida Was It Something I Said?. Y todo el resto, pues es escuchable, sin más.

En resumen, soso en conjunto, con aires que nos traen suaves, demasiado suaves aromas a The Killers y algún que otro tema pegajoso componen un disco que, si tenemos en cuenta a quien pertenece, aunque sea el primero en el que aparece solo ante el peligro, es justito, para qué engañarnos.

Pero que sea así no es sino una señal de alerta para el propio artista. Una prueba de fuego por la que tenía que pasar para darse cuenta de sus carencias. Y descubrir, en su propia piel, que necesita estar rodeado de talento, esto es, de sus antiguos compañeros de banda.

Así, a pesar de todo, Flamingo es un disco con altas pretensiones que no llega a conseguir los objetivos marcados, trasladarnos a la fabulosa Las Vegas. Nos deja a medio camino del destino final, un poco perdidos en la inmensidad del polvoriento y árido desierto de Nevada. Un camino marcado por un Brandon Flowers quizá también un poco desorientado, musicalmente hablando, pero aún así un camino no del todo desagradable, a pesar de lo que opinen muchos, reitero. Es por ello que no creo que debamos suspenderle. Puede haber cometido un error, vale, pero tropezar ayuda a andar con más cuidado. A veces los cincos raspados son notas de atención que te ponen las pilas y esperamos que Brandon Flowers se las ponga, pues necesita de mucha energía, ánimo y valor para remontar las malas críticas y los conciertos algo mediocres de los últimos tiempos. Le necesitamos totalmente motivado para la próxima, en la que le queremos ver con autentico espíritu Las Vegas, es decir, hecho un autentico espectáculo, solo o…‘con compañía’, dentro y fuera de los escenarios. Así que ahí va mi cinco.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 5/10

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