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BOYGENIUS – BOYGENIUS

Desde The Traveling Wilburys hasta The Last Shadow Puppets, da la impresión de que lo de montar un supergrupo es cosa de tíos. Sin meternos en el debate de si ABBA se considera o no un supergrupo, pasamos a regocijarnos por que cada vez sean más las mujeres que se animan a crear estas (no siempre) tan efímeras formaciones. En 2016 Neko Case, kd lang y Laura Veirs abrieron la veda y estos días una nueva hornada de artistas parecen atreverse con tan delicado juego de equilibrios. Se trata de Phoebe Bridgers, Julien Baker y Lucy Dacus, que acaban de publicar su primer EP (homónimo) como boygenius. Y sí, el nombre de la banda bromea con la cantidad de veces que se usa la palabra “genio” para describir a músicos varones.

En común tienen una juventud insultante (entre 23 y 24 años) y una concepción delicada y sincera del indie folk. La capacidad para firmar discos tan sensacionales como Stranger In The Alps (Phoebe Bridgers, 2017), Turn Out The Lights (Julien Baker, 2017) o Historian (Lucy Dacus, 2018) también es un rasgo que tienen en común. Y con todo esto se han marcado un EP que contiene 20 de los minutos más bellos y embriagadores que muchos disfrutaremos este año. boygenius sublima de manera brillante el tono emocional de las canciones de Julien Baker, las letras mordaces de Phoebe Bridgers y la compleja atmósfera algo más que meramente folk de Lucy Dacus. El resultado son seis canciones que atrapan, tocan alguna fibra sensible y que crecen con cada nueva escucha.

Guitarras, armonías y juventud:

Bite The Hand, el arranque de boygenius, es un buen ejemplo de lo afortunado del encuentro entre estas tres artistas. Sin miedo a presentar el sonido de sus tres guitarras casi descarnado y ponerlo casi a la altura que el de las delicadas armonías vocales que montan (uno no sabría decir cuál de las tres voces es más atractiva), construyen el tema sin prisa pero sin pausa. Del indie-folk oscurantista de Phoebe Bridgers va emergiendo una sólida canción en la que el sonido guitarrero de Lucy Dacus domina la narración con mano firme. Me & My Dog arranca como si de una cara B de Phoebe Bridgers se tratara, con una letra tan humana y enternecedora que nos captura desde la primera escucha. Pero se va enriqueciendo con las armonías que añade Julien Baker, ganando carga emocional a cada minuto, sin perder el tiempo en alargar puentes o estribillos.

Con Souvenir, boygenius profundizan en un sonido algo más folk, con un tono de slow-core ensoñador que contribuye a rebajar ligeramente la carga emocional del EP. Stay Down se aparta por unos instantes de la profusión guitarrera. Con un sonido mucho más desnudo construye minuciosamente un discurso que vuelve a poner la carne de gallina. Ninguna de estas progresiones parece ser extraordinariamente compleja o rompedora, pero hay algo en boygenius, más allá de sus perfectas armonías vocales, que aporta una belleza extraordinaria a cada uno de los cortes de este EP. Tal vez sea esa genialidad sobre la que bromea el mismo nombre de la banda.

Salt In The Wound vuelve a enchufar las guitarras para abordar el que es el tema más rockero del disco. A estas alturas al oyente no le sorprende lo más mínimo estar con un nudo en la garganta y, aún así, las boygenius se las apañan para sorprenderle a base de descarnados guitarrazos y de las voces de Bridgers, Baker y Dacus que es en este tema en el que, probablemente, mejor partido se sacan. Este quinto corte es, muy posiblemente, el más brillante de boygenius. También es el más sorprendente y el que más poso deja tras varias escuchas del EP. Ketchum, ID sirve de salida, con las tres voces en perfecta concordancia para firmar un delicado y sencillo epílogo folk.

Algo más que la suma de sus componentes:

En resumen, seis canciones bastan para dejarle a uno con la piel de pollo. La aventura supergrupera de Julien Baker, Phoebe Bridgers y Lucy Dacus es un poco más que la mera suma de sus tres talentos. Por sí mismas, las tres son compositoras y cantantes extraordinarias. Como boygenius alcanzan unas cotas de excelencia inesperadas: tal vez no tanto a nivel compositivo, pero si en cuanto a la eficacia con la que transmiten emociones y la indudable belleza del producto que ofrecen. De boygenius solamente nos queda esperar que no sea un encuentro efímero. Aunque tampoco sería sorprendente que así fuera, ni arruinaría en modo alguno este EP. Y que cunda el ejemplo.

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