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Black Rebel Motorcycle Club – Wrong Creatures

Ha tardado, pero cinco años después del Specter at the Feast, ya tenemos nuevo material de los de San Francisco. Black Rebel Motorcycle Club arrancaron a comienzos de siglo como una banda garajera, pero pronto se notó que no les valía con ese apelativo y siempre han intentado evolucionar buscando nuevos sonidos. Prueba de ello son el aroma a country de Howl o la experimentación instrumental no apta para todos los oídos de The Effects Of 333, editado de forma independiente.

La espera ha valido la pena, ya que con Wrong Creatures se alejan de los hits guitarreros característicos de la banda para deleitar con la épica emocional que se distingue en las progresiones largas de su nuevo trabajo. El trío sigue distorsionando guitarras (Spook) y metiendo líneas de bajo de ritmos cardíacos, pero suenan mucho más compactos que en su anterior disco en el que las progresiones parecían sonar desencajadas.

No es extraño en los angelinos el uso de tantas piezas que se extienden más allá de los cinco minutos, pero en éste todo parece estar medido, hasta el último detalle; la duración, una hora exacta, así lo representa. 60 minutos en los que la oscuridad y los destellos eléctricos y emotivos se mezclan, dejando hueco también a la locura representada en las letras, influenciadas por el periodismo gonzo (mezcla de ficción y realidad) de Hunter S. Thompson según han comentado en una entrevista. Dentro de esa paranoia en la que viven encaja Circus Bazooko, un nombre apropiado, ya que el ritmo no puede sonar más circense, hecho para un show de acrobacias.

Entre las cortantes oleadas que forman la piedra angular del disco, no hay ni rastro de la armónica, instrumento que ha tenido peso en la carrera de BRMC. Aun así, sí que se observan ciertas novedades: el piano cobra protagonismo en All Rise, dejando las guitarras a un lado; mientras que el bajo electrónico aparece para marcar el ritmo de King Of Bones.

Si el primer sencillo, Little Thing Gone Wild, parecía recuperar la esencia de sus inicios, en el resultado final no consigue destacar y da la sensación de que se aleja demasiado del resto de temas que lo preceden. Porque es en esas canciones, desde Haunt hasta Calling Them All Away, donde todo suena irresistiblemente armonioso. La parte vocal y la instrumental forman una combinación estelar y preciosista, variando los estilos, desde el dream pop hasta el shoegaze más desgarrador.

Acaba de comenzar el año y los estadounidenses ya nos han regalado tres composiciones con forma de éxito: Echo, Ninth Configuration y Question Of Faith. Las dos primeras sobresalen gracias a la sensibilidad de una y las vibrantes melodías de la otra. La creatividad artística se mantiene y se agranda hacia terrenos del avant-garde.

Con esta mezcla de sonidos BRMC siguen siendo uno de los grupos más inclasificables que han salido en la escena del rock de este siglo. Capaces de sorprender con impecables ganchos, y de perturbar y despistar con sus repentinas “idas de olla”.

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