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BELLE & SEBASTIAN – WRITE ABOUT LOVE

BELLE & SEBASTIAN - WRITE ABOUT LOVENo me lo podían poner más fácil los de Glasgow esta vez. Empezando por el título del disco. Y es que hoy escribo sobre el amor y con amor sobre el nuevo trabajo de Belle & Sebastian. Sí, han vuelto, por fin, se hacían esperar demasiado. Muchos les echábamos de menos ya. Y han regresado, en resumidas cuentas con un disco que vendría a ser como el reencuentro con un antiguo amor, o al menos eso me ha sugerido a mí. El volver a toparse con un viejo amor al que nos une, a pesar del paso del tiempo, una extraña atracción todavía. Un amor de antaño que, a pesar de todo, nos continua dejando un buen sabor al recordarlo, un romance del que quedó un gran cariño o una amistad incluso. Y no nos importa volver a verle, conversar con él o ella y recordar los buenos momentos vividos, obviar los malos y ponernos al día de lo transcurrido en la vida, a pesar de tomar caminos separados.
Y es que el disco de los escoceses nos enamora a simple vista desde su cuidada portada. Sus fotos ya son una muestra de su estilo, que mantienen intacto desde sus primeros discos, recordada es la portada del Tigermilk de 1996 con la que debutaron. Imágenes minimalistas, elegantes, pop, son elegidas para evocarnos momentos sencillos, que nos trasladan a otros lugares, a otras épocas (la de los 60 en su mayoría) y que nos emocionan. Fotografías que se convierten en iconos de la modernidad, siempre de personajes anónimos en instantes cotidianos, que nos inspiran calma, en colores agradables y que más de uno querría, igual lo ha hecho ya, poner en algún rincón de su casa en tamaño poster, como mera decoración, por su belleza. La imagen del grupo es pues la seña de identidad de Belle & Sebastian que demuestran su buen gusto siempre desde las portadas de sus trabajos. Y volviendo al símil inicial, este amor del que Belle & Sebastian hablan se presenta ante nosotros impecable, su aspecto es capaz de enamorarnos de nuevo. Le sienta bien el paso del tiempo, recordemos que hacía cuatro años que no nos volvíamos a encontrar con un disco de B&S, desde su tan aclamado The Life Pursuit y que nos dejaba atónitos con temas tan buenos como The Blues Are Still Blue, Funny Little Frog, For the Price of a Cup of Tea, To Be Myself Completely, White Collar Boy o Another Sunny Day. Bueno, todo un discazo imprescindible en la discoteca personal de los amantes del indie-pop. Y un disco que dejaba el listón, ¿demasiado alto quizá? Sí, la verdad es que un poco…o un mucho, sí.
Y esto me viene al pelo para parafrasear a uno de los escritores fetiches del vocalista del grupo, Stuart Murdoch, apasionado de J. D Salinger, que en su obra maestra de la literatura universal ya decía esto de: ‘si haces algo demasiado bien, o te andas con cuidado, o con el tiempo empiezas a querer lucirte y entonces ya no eres tan bueno’. Cap 17 de ‘El guardián entre el centeno’.  Pues algo así les ha ocurrido a este nuestro antiguo amor. Se nos ha presentado tan elegante, tan atractivo en apariencia (desde su portada), lo han querido hacer tan bien, lo han hecho bien (que nadie me malinterprete), que a pesar de los adornos añadidos no han conseguido superar el The Life Pursuit o cualquier otro disco anterior, demasiado buenos como para poder ser superados y todo un hándicap en su contra. El reto era difícil, insisto, muy difícil señores.
A pesar de todo, la conversación con nuestro antiguo amor es agradable desde el principio, empezando con I Didn’t See It Coming, un medio tiempo en la voz femenina de Sarah Martin, y Come On Sister. Temas que nos recuerdan el porqué nos enamoramos de los escoceses por primera vez, pues nos evocan éxitos pasados de la banda que llevan implícito en su ADN musical todo el estilo pop que tanto nos gusta a los fans. Melodías romanticonas, dulzonas, sí, pero que no empalagan y hacen sentirte bien desde los primeros acordes, la primeras notas. Que son Belle & Sebastian al 100% y que te ponen ‘happy’, irremediablemente y sin quererlo. Y si nos remitimos a la metáfora usada desde el principio, nos provocan mariposas en el estomago, escalofríos y suspiros.
Luego como cualquier reencuentro con un amor vetusto, nos sorprenden las novedades de su nueva etapa vital. Y en este caso las novedades o mejor dicho, las sorpresas del nuevo trabajo de los de Glasgow vienen de la mano de las colaboraciones. Por ejemplo, la de Norah Jones en Little Lou, Ugly Jack, Prophet John. Una balada bonita, banda sonora perfecta para una velada romántica, pero que suena demasiado a Jones y poco a Belle & Sebastian. Pero, perdónenme, es que yo soy poco de Jones y sí y mucho de B&S. Y la sorpresa del disco, en cuanto a colaboraciones se trata es, sin duda alguna, la aparición estelar de la protagonista de ‘An Education’, Carey Mulligan, precisamente para hablarnos de amor. Todo un privilegio el de Mulligan, hacer sus pinitos musicales en una canción pop de aires sesenteros, Partner, muy oportuna, todo sea dicho de paso, mirad la película, si todavía no lo habéis hecho y entenderéis porqué.
Nuestra pasión por Belle and Sebastian se aviva al escuchar la que para mí es la joya de este disco y claro está primer single: I Want the World to Stop. Un tema que presentaba la banda en un pequeño y bellísimo documental (todavía disponible en su página web) previo al lanzamiento al mercado de su disco, en el que les veíamos en plena forma y podíamos deleitarnos, además de una interesante entrevista, con los inconfundibles pasos de baile de S. Murdoch. Una canción que nos ponía los dientes largos y que nos hacia volvernos a enamorar nuevamente de la banda.
Pero el resto de canciones, ¡Ay amigos!, temas lentos en su mayoría y baladas que no invitan al baile, quizá más adornados de lo habitual, con sintetizadores vintage y algo más folk que de costumbre y con marcada presencia de instrumentos de viento, no acaban de engancharnos a este viejo amor. Canciones que van perdiendo fuerza nada más y nada menos que al final del repertorio. Y nos quedamos un poco desilusionados. Podríamos decir que estamos ante un disco que se deshincha como un globo. Que nos regala lo mejor y se viste con las mejores galas en el inicio para seducirnos de nuevo y obvio para enamorarnos y que poco a poco nos hace perder el interés por él, volviéndose aburrido e insulso, incluso algo ridículo, óigase I’m Not Living In The Real World, más propia de una serie de televisión de los sesenta como Brady’s Bunch que de éste disco. Error en cualquier relación de amor que se precie. Y nos despedimos de nuestro viejo affaire contentos, pero habiéndonos dado cuenta de pequeños defectos que no nos gustan demasiado y convenciéndonos de que tiempos pasados fueron mejores.
En definitiva, estamos encantados de habernos vuelto a enamorar del amor, de habernos reencontrado con él de la mano de Belle & Sebastian y sus once canciones de pop clásico que visten a las emociones de tan gigante sentimiento. De habernos vuelto a reencontrar con el estilo inconfundible de una gran banda. Banda que ya va por su octavo disco de estudio, que no es de desmerecer. Igual éste no será uno de sus trabajos más recordados, pero es muestra de que los B&S siguen al pie del cañón, trabajando en su línea, para mantener su estilo, que por otro lado, no hace falta que cambien ni innoven, pues esa es su seña de identidad más importante, seguir siendo quien son a pesar de la modas. También nos demuestran, con este nuevo disco, que no pierden el tiempo y que siguen ahí. Y eso está bien. Un trabajo que muestra, además, que Belle & Sebastian todavía son y serán por mucho tiempo los reyes del indie-pop bonito, delicado, cuidado, detallista, adorable, cálido, dulce, colorista y naif como un ‘sunny day’ que nos emociona. Pero sobre todo, Write About Love pone de manifiesto que siguen teniendo en su poder la patente de una fórmula magistral y secreta, que nadie ha sabido copiar a pesar de los intentos, la de sabernos hacer sentir realmente ‘happy’ al escucharles, siempre.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7/10

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