InicioDiscos – ArchivoAZEALIA BANKS – BROKE WITH EXPENSIVE TASTE

AZEALIA BANKS – BROKE WITH EXPENSIVE TASTE

Por fin, la joven de Harlem ha sacado su álbum debut. Pero no se trata de una nueva cantante, Azealia Banks ha dado de qué hablar desde sus primeros singles en 2012, especialmente debido a su aclamado 212. Además, aquel mismo año también publicó un mixtape, Fantasea, y su primer EP, 1991, los dos recibidos con grandes críticas.

Pero esto solo es la punta del iceberg de todo lo que ha sucedido hasta el día de hoy y que ha dado mucho de qué hablar. Firmó un contrato con una de las grandes discográficas, Interscope, pero después de unos meses la abandonó. Ha tenido bastantes problemas y discusiones con numerosos artistas (uno de los últimos con Iggy Azalea). Ha empezado más de una situación de conflicto con declaraciones en su twitter o en entrevistas. Y todo esto sin tener en cuenta que ha ido retrasando la salida de su álbum debut a lo largo de estos dos años y medio… Pero todas estas malas experiencias han sido totalmente eclipsadas por el interesante Broke With Expensive Taste.

Con la publicación de su disco ha conseguido que la gente recupere la fe en aquella artista que tanto talento demostró con sus primeras canciones pero que, después, con todas las polémicas, fueron perdiendo y empezaron a creer que no dejaba de ser otra artista de un sólo hit. Pero no, con estas 16 canciones, lo ha compensado y el público ha recuperado la fe en ella. Nos recuerda la razón por la qué nos llamó tanto la atención aquel 2012.

Un disco que destaca por la nostalgia de los 90, pero sin dejar la parte más progresiva de la artista, jugando con el binomio rap y dance que tanto brillaba en sus inicios y se apreciaba a la perfección en canciones como 212 o Yung Rapunxel. El disco funciona de la misma forma como un álbum dance o un álbum de hip hop, donde destaca la habilidad de Azealia Banks tanto para rapear como para cantar.

A diferencia de otras raperas del momento, ella no se limita a rapear sobre repetitivas bases electrónicas. Ella busca bases especiales y diferentes para cada una de sus temas, y se inspira en una gran cantidad de géneros que van desde el house hasta el latino, pasando por el soul o el techno. Uno de los versos de Idle Delilah dice «They loving the mixed flavors«, y eso ha hecho ella, mezclar una gran cantidad de ingredientes diferentes que han ayudado a crear la riqueza presente en Broke With Expensive Taste.

JFK o Chasing Time funcionan como canciones dance de los 90 con introspecciones emocionales. Idle Delilah está dotada de aires caribeños y Gimme A Chance cuenta con la presencia de sonidos latinos, momentos de merengue y en ocasiones con Azealia Banks cantando en español. Por otra parte, Desperado empieza con música jazz de Nueva York y evoluciona con otros sonidos que remiten a los inicios del garage del Reino Unido, y Soda es una pieza cien por cien house bailable que podría sonar en cualquier club nocturno. También me gustaría destacar el contraste que provoca Nude Beach A-Go-Go, canción producida por Ariel Pink y que podría incluirse a la perfección en una versión de la película Grease. Sin duda, un disco con piezas de todos los colores, 16 canciones bien distintas que dan diversidad al disco y que, en ningún momento, se hace pesado o largo de escuchar.

Para terminar este escrito, en Yung Rapunxel la artista grita más de una vez «I wanna be free» y, después de lo que nos ha estado demostrando estos 3 años y, especialmente, con este disco, la artista nos ha demostrado que es más libre que nunca. Sin duda, los fans que Azealia Banks consiguió el 2012, pueden estar contentos con la publicación de Broke With Expensive Taste.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8/10

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