En ocasiones merece la pena olvidarse de géneros, de estilos, de análisis ridículos de esos que llenan los espacios de blogs y prensa musical. En lugar de eso, amigo mío, nosotros te proponemos escuchar un viejo amigo que te trae recuerdos, que te acompaña en esas noches de soledad que tanto nos acongojan. Andrew Bird es probablemente una de las herramientas más útiles para combatir muchos de los males de la sociedad occidental. Música humana, cercana, diseñada para seres humanos. Estructuras simples que dejan al descubierto una melancolía muy personal y a la que se llega a través de múltiples recursos e influencias; desde el pop hasta el folk pasando por algún escarceo con sonidos irlandeses.
Un vez que abres la caja de Pandora que supone este Break It Yourself, te sientes en una burbuja que te protege de todo ese refinamiento banal y estúpido que encierran prácticamente todos los discos de pop de la última década.
Break It Yourself es música auténtica sin adornos para escuchar a solas o en pareja, jamás en multitud, y eso tiene el mismo mérito que los jeroglíficos egipcios concebidos para la oscuridad. Una joya para la cual no todo el mundo estará preparado, Bird nos desafía a buscar dentro de nosotros la sensibilidad necesaria para escuchar al trovador moderno, despojado de la falsa ilusión del amor.
Las letras de Andrew Bird (¡Gracias, Dios mío!) reflexionan a través de mitología o experiencias muy personales acerca del pesimismo existencial. Ya era hora que alguien mostrara un poco de dignidad en una etapa de la historia totalmente depresiva en la que el futuro es negro y los músicos sólo buscan diversión y oro.
Canciones como Orpheo Looks Back o Desesperation Breads dibujan al cantautor del siglo XXI, comprometido consigo mismo pero con un toque de melancolía y decepción que encaja muy bien con nuestra generación, lástima que la inmensa mayoría no se dará ni cuenta de la existencia de este álbum.
Sin duda alguna, el mejor trabajo del chico de Illinois desde que abandonó Bowl of Fire; el disco donde más desnudo se muestra y desde luego, el LP en el que más sumerge en su mundo al oyente. Un disco muy necesario en el mundo de hoy donde todo vuela y desparece a una velocidad de vértigo. La pausa de Bird nos ayuda a darnos cuenta de lo importante que es la pausa, la vida relajada que transita entre una decepción y otra. Un disco que parece decir: encuéntrate a ti mismo y vencerás. Imprescindible.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10