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AMEN DUNES – FREEDOM

Freedom es el cuarto álbum de Amen Dunes, un proyecto capitaneado por Damon McMahon. El disco lo publica Sacred Bones Records, conocido por bandas como Moon Duo o Iceage. Con un tono nostálgico e incluso mañanero, propiciado por la voz de McMahon. Las melodías de Freedom nos transportan a esas mañanas de verano, cuando empieza a salir el sol tímidamente. En el disco, se relatan diversos paisajes metafóricos, la belleza de está mañana y lugares más tempestuosos.

McMahon nos guía a través de paisajes, teñidos de nostalgia y resignación. A medida que el disco avanza, muestra un fuerte componente pop y una voz con sutiles vibratos. La paleta de sonidos es inmensa, con nombres muy curiosos en los instrumentos: “guitarra funk de fresa”, “teclado oscuro” o “solo del negocio”. El ritmo también es imprescindible en este trabajo, con un toque de groove y baterías minimalistas. Todo apunta a que no se quería perder la esencia lo-fi de sus anteriores trabajos. Aún así, está vez los instrumentos parecen tener más presencia en la mezcla.

El disco empieza con Intro y la voz de un niño “es tu tiempo, el de los otros se ha acabado”, dice el niño. Una apertura un poco extraña, que parte de la inocencia pero que, a lo largo del álbum, se van mostrando mensajes más agresivos y pesimistas. En Blue Rose apreciamos unos bongos llenos de groove, unos sintetizadores oníricos y unos pequeños riffs de guitarra. La canción tiene esencia de ritual y toques africanos que incitan al baile. La misma presencia rítmica que relataba anteriormente, está presente en Time, donde la repetición forma el epicentro del tema. En estas primeras tres canciones, se divisa el camino que toma Freedom. Temas cargados meticulosamente con elementos sonoros, que van apareciendo de manera tímida. En Time, por ejemplo, los sintetizadores van tomando forma con pequeños feedbacks.

Esencia noventera, distorsiones y un sonido más rockero es lo que aporta Skipping School, una reflexión sobre la delincuencia juvenil. Entre idas y venidas, la espera en este tema, es necesaria para disfrutarla de manera óptima. Hay momentos estructurales en Freedom donde McMahon crea el caos, pero luego sabe devolvernos al camino. Recuperando la esencia rockera, con Calling Paul The Suffering, se genera una mezcla cincuentera y noventera. Posiblemente es uno de los temas más bailables del álbum, adornado con unos teclados cristalinos y una batería persistente.

Miki Dora, es posiblemente unas de las canciones que más eco aportará en Freedom. El tema está inspirado en el surfista Miki Dora. El propio McMahon afirmaba en una entrevista: “Dora estaba viviendo una contradicción. Un símbolo de libertad e inspiración, y de falsos actos heroicos que la cultura estadounidense siempre ha celebrado”. Estas construcciones de falsos mitos siempre han sido obsesión de McMahon. En Freedom los transmite a través de la abstracción, acompañado por su cristalina voz sin pulir.

Llegando ya a un poco más de la mitad del disco, uno se da cuenta de la carga emocional de Freedom. Si bien es cierto, que peca de demasiada carga vocal dejando en segundo plano el componente instrumental. En temas como Believe se aprecia la influencia que Bob Dylan ha tenido en McMahon: “Me he criado con Bob Dylan. Siento que es mi espíritu animal”, decía el artista. Su esencia neoyorquina parece que se ha fusionado con los paisajes soleados de Los Ángeles, teñidos con la particular nostalgia de Amen Dunes. McMahon nos recuerda, que en la imperfección se encuentra la belleza, así como la influencia de los años noventa tanto en la composición como en la mezcla.

En la segunda parte del disco, canciones como Believe, Dracula o Freedom, parece que ganan en potencia. Con estas canciones y llegando al final, el disco destiñe la esencia de una road movie. Del tono más frío de las anteriores canciones, empezamos a sacar la mano por la ventanilla y a sentir la calidez del exterior. Aún así, es curioso como nunca dejamos de estar tranquilos con Amen Dunes. Siempre existen contradicciones y caos en las letras de McMahon, que dejan volar nuestra imaginación.

Viniendo del desconcierto final de Freedom, un tema que acaba con una outro totalmente alienada del resto de la canción, el disco se cierra con L.A, la encargada de terminar el viaje nostálgico del álbum. De ella se debería esperar, un cierre de forma ordenado y llevándonos a una especie de catarsis. Un fenómeno, que el disco dejaba entre ver poco a poco. Desgraciadamente, se convierte en un tema monótono y donde en ciertos momentos, parece que los instrumentos vayan a destiempo los unos de los otros.

En su conjunto, Freedom es un disco cargado de elementos sonoros muy interesantes, pero que peca de monotonía y caos. Uno de los puntos remarcables del último trabajo de Amen Dunes, son las melodías creadas por Damon McMahon y su desgarradora voz. Un viaje con diversas curvas en su camino pero que tiene momentos brillantes y muy llevaderos.

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