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ALCEST – SHELTER

Pedro Rubio comenzaba su interesante crónica del concierto de Alcest en Madrid el pasado 5 de febrero refiriéndose al sonido “inclasificable” de este grupo francés. Y tiene mucha razón. Alcest se sitúan en un terreno difuso entre el black-metal, el shoegaze y el post-rock que les otorga una singular identidad. Sin embargo, con su último disco Shelter, el grupo liderado por Neige toma partido por su faceta más melódica y tranquila dejando sus querencias metal de lado.

Opale es una muy buena muestra de ello. Sonido cristalino, guitarras limpias y una fuerza contenida y envolvente que remite al shoegaze ensoñador de los magníficos Slowdive. No es casualidad que su líder, Neil Halstead, preste su cálida voz a la calmada Away. También a Slowdive le debe gran parte de su éxito la emocionante Shelter, sin duda la mejor canción del disco: estructura totalmente pop, bañada en un sonido etéreo fantástico (hay que destacar la excelente producción del disco), con un piano que brilla y se eleva sobre el resto y una intensidad que remite, de alguna manera, a ciertos pasajes de Sigur Rós, sin la magia de los islandeses, claro.

Lo cierto es que si comparamos este LP Shelter con su anterior disco, el muy recomendable Les Voyages de L’Âme, Alcest no conceden ni un minuto a sus antiguos arrebatos y gritos del metal. Ahora prefieren un post-rock estilo Explosions in the Sky, como en Voix sereines con su clímax final preparado con paciencia como marcan los cánones. Mejor es L’eveil des muses, que plantea algo más de tensión, sin sobrepasarse, aunque los diez minutos, cuerdas incluidas, de Delivrance quizá son demasiado repetitivos.

Shelter es disco sin fisuras, sin fallos evidentes, compacto, al que cuesta criticar, con canciones de una media elevada, pero sin momentos sobresalientes. Gusta, pero no deslumbra; agrada, pero no fascina. Y pese a todo, los logros de Alcest en Shelter son notables. No obstante, lo más relevante es ver cómo desde los terrenos aledaños al metal surgen últimamente propuestas más que interesantes (sólo hay que pensar en el descomunal Sunbather de Deafheaven del año pasado). Y la inquietud, en este caso de Alcest, por buscar nuevos desafíos siempre es una cualidad elogiable.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7/10

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