Sin duda por el tocadiscos de estos cuatro chicos de Athens (Alabama) han pasado una y otra vez los vinilos de Aretha Franklin, Chuck Berry y Led Zeppelin. Guiados por el desparpajo vocal de su cantante Brittany Howard, la música de Alabama Shakes transita los caminos mil veces trillados del rock y el soul de herencia sesentera y setentera. Una mirada por el retrovisor que no impide que nos encontremos ante uno de los debuts más prometedores de los últimos meses.
Elevados a la categoría de banda del momento por muchas de las publicaciones editadas al otro lado del Atlántico, la historia de esta joven formación comienza hace tres años como la de tantas otras, pateando los bares y clubes de segunda en busca de alguien que pegara el oído a su música. Tuvieron la suficiente suerte para grabar un EP, girar junto a una institución del alternative-country como Drive-By Truckers y editar un primer largo que, entre elogios, llega ahora a las tiendas.
Este último capítulo lleva por nombre Boys & Girls, un álbum de apariencia inocente que golpea fuerte desde el principio. Baterías potentes (Hold On), bases soul (Rise To The Sun) y zarpazos guitarreros (Be Mine) son los elementos básicos de esta fórmula mil veces repetida y no por ello menos apetecible. Música que penetra por las entrañas, que nos hace recordar esos maravillosos años de juventud en los que tomábamos prestados de nuestros padres los discos de Janis Joplin y Ray Charles. Esos en los que devorábamos cualquier plástico que pasara por nuestro reproductor. Aquellos maravillosos años.
De hecho, Boys & Girls tiene esa cualidad tan escasa en nuestros días de ser un disco atemporal, despojado de cualquier tipo de fecha de caducidad. Una virtud que en estos tiempos de escucha superficial, de búsqueda del último hype, puede llegar a ser contraproducente. Ya se sabe, si no se puede etiquetar no merece la pena. Sorprende, por tanto, que una banda destinada a reinar en otro tiempo diferente al nuestro haya sido capaz de elevarse entre la actual maraña de novedades.
Auspiciados por la marca Jack White -con el que giran en estos últimos días-, su rápido ascenso responde simple y llanamente a canciones como You Ain’t Alone o On Your Way, composiciones que, una vez escuchadas, bien justifican la adquisición de Boys & Girls. La cuestión, claro, es si explican también un éxito que, de prematuro, puede llegar a atragantársele a este cuarteto.
De momento, a excepción de algún traspiés (ese Going’ To The Party a medio cocer), que se nivela con dosis de descaro rock (Heavy Cheavy, cara B no incluida en la edición original del disco), este primer recuento se salda con una decena de cortes suculentos, que mezclan lo mejor de la tradición norteamericana, poniendo el acento en el rock y el soul. Sin duda los cazadores de tendencias no pasarán del tercer corte del disco. Mientras, los amantes de la música con mayúsculas volverán una y otra vez a él. Boys & Girls tiene cuerda para rato. Ahora sólo cabe comprobar si Alabama Shakes también.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 9/10
