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Diario de Grabación: Colectivo Oruga, referencias estéticas: Technotronic, ¿Olé Olé?, Holy Ghost, Duran Duran, Hot Chip

Segunda entrega del diario de grabación que escriben para Crazyminds los chicos de Colectivo Oruga. ¿Quieres saber cómo trabajan en su próximo disco? Sigue leyendo:

DÍA 2 (03/01/13)

La primera noche en Porto (y las cuatro siguientes) la pasamos en un pequeño apartamento en Rúa Santa Catarina.

Tenía una cama gigante en el salón, una habitación muy pequeña en la que me tocó dormir (me gustan los vuelos limitados), un baño y una cocina que nunca llegamos a usar.

La verdad es que estaba muy bien, barato, nuevo y a diez minutos del estudio.

Nos levantamos relativamente temprano y como no teníamos que entrar hasta las dos, desayunamos tranquilamente (natinhas y café) y nos dimos un paseo hasta el río Douro para que Álex Penido fuese calentado piernas y brazos.

De camino paramos en la Estação de São Bento, tiene unos paneles de azulejos muy bonitos, y nos reímos un buen rato con un gato de cerámica cabreado en forma de cenicero que vivía en el escaparate de un anticuario que nunca encontramos abierto (si no ese gato ya no viviría en Porto).

Llegamos al estudio puntuales. Café, humo y charla.

Antes de retomar la grabación compartimos con João alguna de las referencias estéticas que teníamos en mente.

Desde bandas 80’s y 90’s españolas (prefiero omitir nombres por posibles represalias…solo diré: No Controles) y extranjeras (Robert Palmer, Peter Gabriel, Duran Duran, Technotronic) a grupos más actuales como Holy Ghost, Chromeo, Cut Copy o Hot Chip.

João asentía (a quiet man) mientras ardía Youtube.

Después del intercambio de opiniones, Álex se puso sus «zapatillas de batería» y no se las quitó hasta medianoche.

João y Cluadio desmontaron el set rítmico y se currarron otro mucho mas «cutre» (parece una contradicción pero no lo es) para grabar la intro de No Acabamos. Cogieron un bombo, una caja y un timbal base y los situaron en la entrada de la sala de grabación, abrieron la puerta, repartieron micros de forma estratégica y aflojaron los parches hasta que baqueta y maza pidieron perdón por golpearlos. Estábamos flipando. Todo esto para seis segundos…que quedaron de lujo.

Para celebrar que la primera parte de la grabación había finalizado con éxito cenamos pizzas gigantes (del tamaño de una rueda de camión) y nos fuimos a dormir.

 

 

DÍA 3 (04/01/13)

La pequeña habitación en la que me tocó dormir tenía una puerta y un hueco de ventana (interior!!!) desde el que podía observar la cocina.

Me desperté pensando en qué sentido tenía cerrar la puerta si la ventana estaba siempre abierta.

Hoy era el turno de los sintes y las despedidas, ya que Álex Penido y parte de la expedición (Toni Penido e Inés, a los que agradecemos su apoyo logístico y espiritual) regresaban a casa.

Despedida emotiva y otra vez al estudio.

Para la grabación de las líneas de bajo, parte fundamental en las canciones de Paraíso Caníbal, queríamos conseguir un sonido potente y analógico y para esto ponen a nuestra disposición tres «reliquias» en forma de amplificador.

El más viejuno es un Stromberg Carlson de los 50 (un ampli para tocadiscos!!!) que le va a dar un timbre muy especial y vintage a las frecuencias más agudas.

Le sigue un Selmer de los 60, para darle cuerpo a los medios. Y por último un Ampeg V4 de los 70 para las frecuencias más graves.

Las primeras pruebas nos despeinan, así que como echamos de menos el grunge nos disponemos a grabar los bajos por línea (directos a la mesa) para después filtrarlos a través de esas tres joyas llenas de válvulas.

Ventilados los bajos de las groovebox le toca el turno a los sintes. Afinamos el viejo KorgPoly800 y misma operación. Grabación por línea y filtros de rever analógica.

La tarde se convierte en noche casi sin darnos cuenta.

Regresamos a nuestro apartamento, pero antes compramos papel y zumo (una de cal y otra de arena) en la tienda de enfrente por si se nos seca la garganta de noche.

 

Al día siguiente guitarras!

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