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Crazyminds Opina: Analizamos “Silence By The Night" de Keane

Jordi Teixidó: Canción sin sorpresas para el adelanto de Keane. Continuista y correcto tema con los ingredientes marca de la casa del grupo, incluso me atrevería a decir que han hecho un back to basics, simplificando su sonido al estilo de su álbum de debut, fórmula que tan bien les funcionó. Nada nuevo bajo el sol, más material para los fans de Keane, y seguramente, provocará indiferencia para los que no lo somos. 6,5/10
Olga Font: Después de un fabuloso primer disco, las consecuencias para Keane fueron tremendas; el segundo hecho con prisas para aprovechar el éxito arrollador del anterior, con pocos temas buenos, adicción a las drogas y un cansancio tremendo. Después de eso, Keane no han vuelto a ser los mismos. Tras su tercer disco, poco destacable, y escuchando su nuevo tema, tanto los teclados y la voz de Tom Chaplin no ha perdido un ápice de la potencia y dulzura simultánea que les caracteriza, sin embargo, a esta canción le falta algo. Gracia, viveza, espontaneidad. Tal vez el disco entero no siga estas pautas y esto no sea de lo mejor que lleva, pero sería raro. Deseable, pero difícil. 5/10
J. López: Me he encontrado una gaseosa de los años 90. ¡Ah, no! Es el nuevo tema de Keane. 1/10
Dani Poveda: Pues a mí si que me han recordado a los primeros Keane. El tema me ha parecido bueno, nada más. Es correcto, con un sonido muy británico y nada fuera de lo que se puede esperar de Keane. Me da que han apostado, al menos en el lanzamiento del disco, por no arriesgar ni proponer experimentos o cambios bruscos. Quizás sea una buena idea el hacer lo que saben y dejar las innovaciones para otros. 7/10
Carlos Morán: Keane tratan de dar una vuelta a sus orígenes con este nuevo tema, que no aporta nada nuevo a su sonido, y huele a refrito de sí mismos. Canción de medio tiempo con algun instrumento nuevo respecto al sonido de sus inicios, pero que a pesar de ello se queda en un intento. Ni con esas. 5/10
Carles Grau: Siempre he creído que Keane sería el típico grupo que nunca podría desmarcarse ni un pelín de su estilo tan Keane. Pero me sorprende en este trabajo, un poquito más secos, más UK, como más mayores, más antiguos, más Suede y, en definitiva, menos Keane. Pero me han gustado, creo que tendremos un buen trabajo para escuchar y una nueva época para este grupo. 6/10
Andrea T.: He de reconocer que me gusta y mucho el primer disco de Keane, que forma parte de mi discografía y que ha sido escuchado por una servidora repetidas veces. ¡Glorioso fue descubrir a esta banda al son de ese Everybody’s changing! Pero estallar con tanto éxito se convirtió en el enemigo más peligroso y principal hándicap de los ingleses. Da un poco de dentera escuchar aquello de: ‘el primero era mejor’, pero es que en este caso lo era, lo es y al parecer, por lo visto, lo seguirá siendo.
¿Qué ha pasado con Keane después de su Hopes and Fears? ‘Esperanzas y temores’ a un futuro, ya presente, que no da la talla y que nos deja más bien fríos con este Silence by the night que formará parte de su nuevo trabajo titulado Strangeland, sobre el que no tenemos muchas expectativas, todo sea dicho de paso.
Y es que, precisamente ‘extrañados’ nos hemos quedado al notar, tal como anunciábamos en la noticia, pinceladas del más insulso Brandon Flowers en este tema, que no recuerda para nada a los inicios de Keane. ¡Una verdadera lástima! 4/10
Álex Vidal: Keane vuelve al sonido ampuloso, gratificante e infeccioso, comandado por los pianos de Tim Rice-Oxley, sin innovar más que, como mucho, en el envoltorio de la producción; pero los mimbres son los mismos. Y ojo, que el talento melódico de Rice-Oxley es envidiable; así como la fuerza que imprime Tom Chaplin en la voz. Aun así, la atractiva épica romántica de Keane sigue moviéndose por los terrenos de la superficialidad, de la rima fácil, las letras tópicas y las metáforas sonrojantes, aunque superficial. Aun si se es capaz de prescindir de los elementos narrativos de la canción, la sobreproducción sigue estropeando lo que podría ser una melodía memorable; de no ser así, podría llegar a ser un éxito de mediano orden. Ahora, si tomamos la composición al completo, la enésima oda al amor ingenuo y a los problemas de medio pelo da al traste con cualquier atisbo de arte. 3/10

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