InicioConciertos - ArchivoWelcome to ‘‘fabulous’’ Las Vegas?

Welcome to ‘‘fabulous’’ Las Vegas?

BRANDON FLOWERS

Lugar: Sala Razzmatazz, Barcelona.

Fecha: 8 de octubre de 2010

Que no lleve a engaño el título de la crónica. Título en el que no he querido inyectar demasiada literatura, todo sea dicho de paso, pues responde a la más estricta y severa literalidad de lo que ocurrió en la sala Razzmatazz la noche del viernes 8 de octubre. Una noche que no fue lo que se dice espléndida musicalmente hablando, pero que no desmereció del todo, no seamos catastrofistas. Aunque muchos opinen lo contrario y al leerme piensen de mí que soy una loca o que no entiendo de música, puede ser y acepto todo tipo de críticas, voy a expresar lo que opino del show de Mr. Flowers una vez digerido. Aviso, fue un concierto extraño, sí, no hay duda, y puede que con interpretaciones diversas, cabe remarcarlo antes de introducirnos a su análisis.

Para comenzar un mensaje. Los escépticos que todavía no le hayan dado una oportunidad al vocalista o igual debería añadir aquello de ex delante, de The Killers, aunque no me guste el término, convendría que lo hicieran ya. Ahora sí, no se admiten comparaciones, puesto que son odiosas, y en este caso más que nunca. The Killers está claro, es notorio y comprobable, es un gran grupo, con una gran trayectoria musical y con éxitos que ya son himnos de toda una generación. Brandon Flowers, su vocalista, tiene mucho que ver en que eso se haya logrado, sí, pero sólo es un tanto por ciento (bastante elevado) en la formula de éste éxito. Así pues, partiendo de esta premisa, muchos pusieron las expectativas demasiado altas sobre el trabajo en solitario de Flowers. Ya he dicho alguna vez que es un ejercicio insano el de ponerse expectativas o ponérselas a alguien.

Brandon Flowers ha sacado un disco que muchos han infravalorado antes de tiempo, pues es cierto, no llega al nivel de los discos de The Killers pero si lo escuchas con detenimiento no está para nada mal. Es más, podríamos decir que el nivel de adicción al disco es mayor a la vez que te vas familiarizando con él. Y sobre todo si ves que las canciones funcionan en los directos, y sí, escépticos del mundo, funcionan. Fui testigo, lo noté en mi piel, entró por mis ojos y mis oídos. El directo de Brandon Flowers pone a prueba los temas de un disco ‘aparentemente’ soso y sin fuerza en un ‘digno’ concierto. Aunque lo de ‘digno’, en el caso de la noche de Barcelona, también debería ponerse en cuarentena puesto que algunos fallos técnicos dejaron al Sr. Flowers y a su público en un coitus interruptus de más de 10 minutos y eso amigos, es un bajón demasiado difícil de olvidar y sobre todo, demasiado difícil de remontar, incluso para él. Más si tenemos en cuenta que ocurrió tras la tercera canción, que no fue otra que su single Crossfire, uno de los temas más pegadizos y esperados por el público que se agolpaba en la sala. Con lo que este incidente paralelo al show hizo que la estrella de la noche no brillara como debería y fuera a remolque de las adversidades. Una verdadera pena que Flowers no supiera salir del paso para contentar a su público, pues sorprendentemente se le nota todavía inseguro sobre el escenario. A pesar de las tablas y la experiencia que The Killers supuestamente le han otorgado. Aquí sí que se nota que necesita estar arropado por sus antiguos compañeros de banda, a los que a veces no se les da la importancia que merecen. Pues la compañía, a menudo, es vital para aportar seguridad y una buena dosis de energía a quien lleva la voz cantante, y nunca mejor dicho. Y Brandon Flowers, a pesar del amor que le profeso, en todos los sentidos, y perdonarme la confesión, necesita y mucho de la compañía de sus ‘ex’.

Igual se trata de una prueba por la que tenía que pasar Mr. Flowers para darse cuenta de ello y posiblemente por este motivo los Killers deberían volverse a reunir en los escenarios antes de lo previsto, visto lo visto. Aunque eso es sólo una suposición, o mejor dicho, un deseo en voz alta.

A pesar de este punto negativo, puntazo, que se anotó en el marcador demasiado temprano la noche del viernes y que dejó con un regustillo extraño a todos los seguidores de Flowers que esperábamos un show digno de las Vegas (la escenografía así lo apuntaba), el resto de canciones que sonaron no dejaron al Flamingo en mal lugar, pues hicieron saltar y cantar al personal.

Muy remarcable Only the Young, uno de los mejores temas, digno de formar parte de un disco de The Killers, Was It Something I Said, personalmente una joya que no debe pasar por alto si escucháis el trabajo de Brandon Flowers o Magdalena, en la que participaron todos los allí presentes, llena de buenas vibraciones. Todo ello intercalado con baladas, como la gran Playing With Fire y un par de regalos, que eran una apuesta segura y que emocionaron a los fervientes y fieles fans de The Killers. A pesar de que no sonaron como antaño (igual me excedo usando un término que parece demasiado antiguo, pero es que se les echa mucho de menos), como en el tema que abría su último disco Losing Touch (un presagio que se cumplió, pues la conexión estrella-público se perdió en determinados momentos del directo) y el que cerraba el concierto, un acústico de When You Were Young al que le faltó fuerza pero que por la carga emotiva que conlleva per se emocionó a todo el mundo.

Y después de un temazo así, Brandon Flowers se marchó. Fugaz, frío, cual estrella que no brilló lo que debía, abandonó el escenario dejando al público impávido, insatisfecho y con ganas de más. Un concierto demasiado breve, no duró más de una hora, que no valía lo que costó la entrada y que se convirtió en un examen que demostró que Flowers debe pulir muchos detalles de su Flamingo para que la gente no le baje del pedestal. Igual fueron las circunstancias aisladas al show lo que propició todo esto en Barcelona y se debió a un desliz de una noche. No nos alarmemos tan temprano. Igual en otra ocasión la impresión es mejor que la que nos dejó en Barcelona. Fans, los de la ciudad condal, a los que nos deberá demostrar más que a nadie que de verdad es una estrella. Pues después del examen que le pasamos el viernes apenas le podemos poner un aprobado justo. Algunos le suspenderán, me consta. Y un examen personal que deberá hacer el mismo Flowers cuando termine la gira y en el que deberá sacar sus propias conclusiones. Tropezar para aprender nunca está de más. Igual tenemos al Brandon Flowers que tanto nos gusta en The Killers antes de lo que creemos. De momento soñemos, es gratis, olvidemos el tropezón del viernes y démosle una oportunidad a su disco, que tiene temas que no son nada despreciables.

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