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VULK + Futuro Terror en Dabadaba

El Post-Punk sigue más vivo que nunca. Así nos lo demostraron los grupos que se daban cita el sábado en la donostiarra sala Dabadaba, que iba a ser testigo de una de esas noches inolvidables.

Desconocíamos la propuesta del trío alicantino Futuro Terror hasta hace poco. La primera escucha de Precipicio nos sorprendió gratamente, y más aún lo hizo su puesta en escena en la fría noche del viernes.

Potentes guitarrazos y sobre todo ritmos trepidantes de batería, se sucedían sin tregua, como una ametralladora en cada canción. Estribillos pegadizos, letras de desamor, y otras reivindicativas con críticas al capitalismo, que la mayoría del respetable se sabía y no dudaba en cantar y en bailar. A pesar de hacer un arduo repaso de su último disco Precipicio, no dejaron canciones de Su Nombre Real es Otro, como la frenética Ectoplasma o una de las que mejor nos entró en la primera escucha de los temas del grupo, Salir de Aquí.

Por las palabras de José Pazos, voz y guitarra, deducimos es la primera vez de los de Alicante por Euskadi, pues confesó se había enamorado de nuestra tierra. «Hay verde y nieve, esto es el paraíso».

 

Temas de punk garajeros que nos recordaban a sus vecinos murcianos Perro, se intercalaban con otros algo más reposados, en una línea post- punk que más tarde llegaría en todo su esplendor de la mano de VULK, que nos recordaban a El Columpio Asesino.

Un gran concierto por parte de los alicantinos, al que para nada les auguramos un futuro terrorífico sino más bien todo lo contrario.

 

Fue el inicio perfecto a una noche inolvidable.

Llegaba el turno de VULK, banda considerada por la prestigiosa revista Ruta 66 como el mejor directo estatal de 2017. Desde aquí os decimos que si los del Ruta 66 llegan a venir a este concierto, les considerarían mejor directo europeo 2018, porque lo que pasó en el Dabadaba el viernes fue brutal.

Si no me equivoco era la primera vez que Vulk venían al Dabadaba con teloneros y no como teloneros. El bolo del día anterior en Arrasate (Guipúzcoa) había dejado las expectativas muy altas, pero en Donosti las superaron y con creces. Los que lo vivisteis sabéis de lo que hablo.

Con la banda ya en el escenario, suenan los primeros rifs de Unique Position de su álbum Beat Kamerlanden, y a medida que avanza la canción nos encontramos con cada vez menos espacio, la gente se ha multiplicado repentinamente, y todos quieren estar en primeras filas. Los riffs de bajo y guitarra, el sonido oscuro, la imponente voz y presencia escénica de Andoni y del resto del grupo, y hasta la indumentaria de muchos de los allí presentes, hacen que parezca hayamos viajado a través del Ministerio del Tiempo hasta el Manchester del 1977, y esta sensación la vamos a mantener hasta el final del concierto.

 

La batería marca el ritmo, seguido del bajo taladrante. Suena Something Internal, una de nuestras favoritas de este disco en la que, como decimos, el bajo toma tal protagonismo que se convierte en la principal voz instrumental, sin obviar claro está la voz de Andoni, que sabe dar en cada momento la energía necesaria, a veces, reivindicativa, a veces, exhortante y otras más pausada. Un sonido muy cuidado hace que entremos de lleno en esa oscura atmósfera post punk que pocos grupos hemos visto consigan con tanta facilidad.

El sonido es hipnótico, como lo son los bailes de su frontman y el ambiente se va caldeando, se está creando una energía inexplicable . Cada vez hace más calor. Estamos en zona peligrosa, en primera fila,

Normalmente Vulk nunca hablan entre canciones, un «Vulk» al inicio y un «Agur» al final es todo lo que solemos escuchar de ellos que prefieren encadenar un tema tras otro, dando protagonismo a las canciones, pero ayer tras la crudeza sonora de Bugo Hall, tercer tema de la noche, Andoni hizo una excepción y quiso agradecer a toda la gente que había estado el jueves (el día anterior) en Arrasate y que hoy volvía a repetir, así como a todos los que nos habíamos desplazados desde diferentes puntos de la geografía guipuzcoana y vizcaína para verlos.

Suena A Contemporary State, el público está a punto de ebullición, y cuando esto explote no quiero que me pille aquí, así que decidimos cambiar nuestra posición y disfrutar de la banda desde uno de los laterales del escenario, dado que una especie de hipnosis colectiva se apodera de los presentes en primeras filas que empiezan a desatarse. Inmediatamente desde nuestra nueva posición vemos como levantan a una persona en volandas, comienzan los pogos que hacen moverse a toda la masa de lado a lado y de delante hacia atrás, algunos caen sobre las tres escaleras que les separan del escenario, madre mía esto es increíble.

Mientras todo esto ocurre, la banda sigue centrada en su actuación en un notable distanciamiento con su público, lo que enfatiza, más si cabe, la atmósfera lúgubre y gélida de su show.

Un problema con la guitarra de Julen, hace parar el concierto por unos minutos. Ante la imposibilidad de solucionarlo de inmediato, y para no demorar más la espera, José Pazos, voz y guitarra de Futuro Terror le cede la suya. Suena un tema nuevo, formará parte del nuevo disco de Vulk, que aunque aún no tiene nombre, no tardará mucho en salir. Es una brutalidad, en euskera, Behiaren Begirada (la mirada de la vaca), bastante oscuro, con un inicio de guitarra, bajo y batería a medio tiempo que estalla en el estribillo. Esta canción sigue todas las doctrinas del post punk al más puro estilo Joy Division, y nos encanta.

Como es natural, ante una canción nueva, el público se relaja un poco, pero los pogos y el crowdsurfing regresan de nuevo cuando suena Zaldía Burning. Esto es una auténtica locura, bailes, sudor, lluvia de cerveza, oleadas de gente de lado a lado, nuevamente algunos se balancean sobre las escaleras del escenario. Desde nuestra posición, estamos disfrutando de un espectáculo alucinante, por un lado, por fin estamos viendo a Vulk en sala, que es donde verdaderamente muestran su magia, cosa bastante más difícil de conseguir en festivales, y por otro estamos viendo el espectáculo que nos brinda el público, del que parece se haya apoderado una extraña energía, esto es brutal. Si no, mirad este vídeo

Suenan dos nuevas canciones que formarán parte del nuevo trabajo de los bilbaínos, ambas en idioma anglosajón, pero la primera de ellas nos parece sublime, es sencillamente brutal, nos hace estallar la cabeza con los imposibles engranajes de diferentes ritmos, capas, y atmósferas que la forman.  La siguiente perfectamente podría haber entrado en el primer disco.

Llega el fin con Brazil, Andoni maraca en mano, se golpea el antebrazo, y sus bailes, su voz y su presencia otra vez nos hechizan así como el incesante vaivén de Alberto  con el bajo y el frenético ritmo de la batería de Chavi. «Agur»

Esto ha llegado a su fin, y nos quedamos con la sensación de que hemos vivido un concierto único, allí ha pasado algo muy especial, hasta importante diría. Hemos vivido uno de los mejores conciertos de la sala Dabadaba, y todo gracias a un grupo tan grande como humilde.

Mila esker VULK

Fotos: Richard Curiel

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